Cómo es un enigma, pero habrá Presupuesto bonaerense 2005

Eduardo Duhalde habría ordenado a sus legisladores aprobar el Presupuesto bonaerense, tal como lo pidió Néstor Kirchner, mientras Felipe Solá mantiene su amenaza de ir por afuera del PJ, lista que podría encabezar Cristina de Kirchner. También se aprobaría la llamada "ley Montoya" que autoriza a Rentas a hacer "cálculos express" de los montos que facturan las empresas y cobrarles en consecuencia un anticipo de Ingresos Brutos.

Marisa Álvarez afirma en el diario El Día, de La Plata, capital bonaerense:

"(...) Solá se resiste a aceptar cambio alguno en el proyecto que había enviado en diciembre. Públicamente le ha adjudicado a Kirchner una "orden" de votar aquel texto "tal como era"; "orden" que Díaz Bancalari se encargó de negar.

El duhaldismo ya asimiló que deberá votar los famosos dos artículos que había eliminado y que delegaban en el Gobernador facultades para disponer cambios en el destino de los fondos. Pero se insiste en que las obras públicas previstas en el Presupuesto deberán estar taxativamente detalladas en un plan y en incluir algún mecanismo de "información" sobre cualquier cambio en ese programa. (...)

En medio de esos tironeos, hay una extendida convicción de que deberá alcanzarse de cualquier modo un acuerdo y aprobar un nuevo Presupuesto provincial para este año. Eso fue lo que pidió el Presidente a Díaz Bancalari. Esa es la orden que envió Duhalde en estos días a su sector. Se tomarán su tiempo. Es probable que tras la aceptación del veto en la Legislatura se forme una comisión para acordar los términos de la nueva ley, pero todos saben que al final ésta deberá ver la luz.

Con todo, la tregua aparece tan a contrapelo de los ánimos que imperan en ambos campamentos, que la propia dirigencia involucrada reconoce que cualquier chispa podría terminar en desastre.

Mientras tanto, habrá gestos de todo tipo. Es probable que la Legislatura realice su primera sesión del año la semana próxima.

(...) Como contrapeso, los legisladores duhaldistas también se aprestan a aprobar, en lo posible en la primera sesión, algunos de los proyectos que había enviado el Ejecutivo a fines de año y que "no hubo tiempo" de votar entonces, entre ellas una en la que Economía tiene especial interés, la llamada "ley Montoya" que autoriza a Rentas a hacer "cálculos express" de los montos que facturan las empresas y cobrarles en consecuencia el impuesto a los Ingresos Brutos.

Lo cierto es que la decisión generalizada de llegar a un acuerdo está referida exclusivamente a cumplir con el pedido del Presidente: aprobar un Presupuesto provincial para este año. Siendo como fue esa ley apenas un instrumento de la guerra política desatada entre el duhaldismo y el felipismo, y en un clima signado por broncas que íntimamente no ceden y tensiones apenas sofocadas en la superficie, nada indica que ese eventual acuerdo puntual vaya a modificar un milímetro el estado profundo de confrontación que existe en el peronismo bonaerense.

(...) El felipismo mantiene intacta su amenaza de "ir por afuera" del PJ "si es necesario". La "necesidad" podría aparecer justificada si el duhaldismo, con su mayoría en la Legislatura, concreta su intención de modificar algún aspecto de la ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias; reforma que podría ser tildada como "un retroceso en la transparencia" del sistema. Y la alternativa, desde ya, tiene sustento únicamente en una hipótesis que ha vuelto a ilusionar a los felipistas: que Cristina Kirchner sea candidata a senadora nacional por la Provincia justamente "por afuera" del PJ.

En el duhaldismo sostienen que el felipismo podría utilizar la reforma de la ley de internas no para "ir por afuera del PJ" sino para "justificar su deserción de una confrontación interna de fuerzas en las urnas". Por éso, juran que "no caeremos en la trampa" y que "aunque es necesario realmente modificar esa norma, sólo se cambiará si Solá está de acuerdo; de lo contrario, vamos a internas con la ley como está".

Y si de las elecciones generales se trata, en el duhaldismo no imaginan al Presidente rompiendo con el PJ bonaerense para desplegar una jugada propia y exclusiva en la Provincia, con la candidatura de su esposa apoyada en el felipismo y los grupos kirchneristas. Confían en la continuidad de la alianza de Kirchner y Duhalde, sobre la base de que, "si es necesario que Cristina sea la candidatura, el primero en impulsarla" será su jefe (...)".

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