Que Duhalde apoye a Ibarra, beneficia a Macri

¿Qué es lo mejor que puede ocurrirle a Mauricio Macri? Perder la pátina de 'duhaldista' que sufría, y mudársela a Aníbal Ibarra. ¿Cuál es el costo, si el PJ porteño es una mentira que registró alguna vez un abracadabra que sólo comprende María Romilda Servini de Cubría? Quiene tiene un problema es Aníbal Ibarra: ¿cómo hará la izquierda para votar ahora a Eduardo Duhalde en la Ciudad de Buenos Aires?

POR GUILLERMO MÁRQUEZ

¿Eduardo Duhalde podría ganar una elección en la Ciudad de Buenos Aires? No, hoy Duhalde no gana una elección ni en la provincia de Buenos Aires... y menos en la Ciudad de Buenos Aires.

¿Y Felipe Solá? Tampoco. ¿Cuál es, entonces, el valor de tener a Eduardo Duhalde como aliado político para un personaje como Mauricio Macri?

Nunca se entendió qué le sumaba Duhalde a Macri. Apenas algunos legisladores porteños, cuyo beneficio es difuso. ¿O ahora alguien creerá que Jorge Mercado o Diego Santilli tienen enormes capacidades intelectuales, o aún que acumulan votos?

Son personajes hábiles, oportunistas, ese tipo de 'panqueques' que hace carrera en la política argentina, que se basa en la lista sábana, nunca en la meritocracia de los individuos.

Ahora, resulta que Duhalde le dio su apoyo a Aníbal Ibarra en caso de concretarse una consulta popular que, hasta ahora, es ilegal.

La simpatía de Duhalde por la ilegalidad no es nueva. Su carrera política se encuentra sospechada de ilegalidad casi permanente, en parte por su particular relación con la corrupta Policía Bonaerense; luego, por las metodologías que apañó en los intendentes que lo apoyan.

En cuanto a la habilidad política de Duhalde, aún está por verse. Nunca pudo superar el papelón de ir en jogging y con raqueta al Pacto de Olivos, nunca logró atraer a Carlos Reutemann para que trabajase en su nombre en la Casa Rosada; y la gestión de Kirchner no lo está haciendo quedar muy bien a su gran elector.

En verdad, Duhalde apadrinó el desastre de enero de 2002, consolidó el default y una visión de la ubicación de la Argentina en el mundo que es nefasta.

Todo esto heredaba Macri cuando se reunía con Duhalde. Y no era poca cosa, considerando que Macri ya cargaba con su propio peso negativo: heredero de familia contratista del Estado, para comenzar.

Que Duhalde apoye a Ibarra es una novedad que explica la presencia de Juan José Álvarez en el Ejecutivo municipal, y ubica a todo el Frente Grande ante una contradicción: ¿cuán pragmático debe ser un militante de la izquierda progresista para aceptar el padrinazgo de Duhalde?

Sin duda que el apoyo de Duhalde a Ibarra debería aprovecharlo Elisa Carrió para demostrar que en la Ciudad de Buenos Aires ocurre lo que en los '70 tan amados por el Presidente, se llamaba "contubernio".

Y también a Macri le conviene terminar de quitarse la pátina de duhaldista. También eso lo acerca a Ricardo López Murphy, y a la posibilidad de comenzar a construir algo por sí mismo, no prestado.

Cuando uno observa lo ocurrido durante la extensa sesión de la Legislatura porteña, resulta muy interesante la comparación entre los legisladores de Compromiso por el Cambio y los de los bloques aliados de Macri pero que no integran CpC.

Sin duda que algunos de los integrantes de CpC descollaron mientras que los otros lucieron como mediocres oradores, e información poco sustancial.

Por lo tanto, lejos de perjudicar a Macri, la declaración de Duhalde puede ayudarlo. Al fin de cuentas ¿cuántos votos tiene el PJ porteño? Desde 1993, cuando Antonio Erman González logró ganar la carrera legislativa, el PJ porteño no destaca y en aquel entonces la mitad de sus votos provinieron de la UCeDé.

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