"El señor Coto es un tercero, un observador"

A continuación, la opinión de un usuario sobre el conflicto del supermercado Coto con los camioneros.

Señor Director:

De la nota aparecida en Urgente 24, relacionada con la "conciliación" entre las partes interesadas en el problema de la rama laboral a la que deben afiliarse los que trabajan en Coto, surge que una de las partes en este "conflicto" sería la patronal de Supermercados Coto SA. Me parece que el entuerto no es entre las tres partes,como el oficialismo pretende. La partes en pugna son el Sindicato de Camioneros y el Sindicato de Empleados de Comercio.

El señor Coto es un tercero. Es un observador y un damnificado ya que los salvajes que le destrozaron sus camiones y usurparon las instalaciones de su propiedad lo torna en damnificado.

La "batalla" se da entre estos dos antagonistas. Si la mayoría de los empleados y obreros de Coto son de Boca y acude un señor de River exigiendo que se borren de ese club y se asocien a River Plate, los trabajadores por propio voluntad se borrarán o no.

Es una decisión voluntaria, es decir, tomada con libertad.Pero es del caso observar que ninguno de los sindicalistas le ha pedido su opinión a cada trabajador, ya que existen tres opciones que podrían ponerse de relieve, que les impele a abstenerse de hacerlo para no perjudicarse y no levantar la perdiz:

a)el trabajador decide quedarse en el sindicato de Empleados de Comercio.

b) el trabajador decide borrarse en su afiliación del sindicato de empleados de comercio e ingresar en el de Camioneros, y

c) el empleado u obrero decide, en uso de su natural libertad, como titular de Derechos Humanos, y voluntariamente ,que ninguna de las opciones le es favorable o sencillamente no desea meterse en sindicato alguno ya que piensa que su lugar no se encuentra allí o por lo que sea. Y se borra del sindicato de empleados de comercio y se queda sin afiliarse a ningún sindicato, tal como es su voluntad expresada conforme a la ley sindical. Ahora bien, en el caso de estar frente a esta última actitud, el interrogante es el siguiente: ¿ el señor Moyano o el señor Cavallieri, le van a dar palos a este trabajador por negarse a afiliarse, tal como es su derecho legal a no estar afiliado a ningún sindicato? ¿ Como lo convencerán? Del total de unos 1.300 dependientes de Coto, supongamos, es una suposición nada mas, entonces supongamos que ellos no desean afiliarse a ningún sindicato.

Entonces ¿Para que la pelea? Es como si dos hombres pretenden a una bella mujer y ella no les da bolilla a ninguno de los dos. Existe una verdad, que es la realidad.

Los dirigentes "sindicales"desean que, en un caso permanezcan categorizados tal como están y, en otro caso, desean que todo cambie. El motivo de ello no es la afiliación, ya que al ser voluntaria, les cuesta mas trabajo la adhesión al sindicato respectivo. Y ya sabemos que cuando el trabajo es mayor, para esta gente, para los "sindicalistas" el esfuerzo es titánico y puede hasta causarles alguna enfermedad eruptiva o algún estrés grave. El verdadero motivo es que existe una "Caja" que les atrae de manera poderosa y la que gustan manejar. Ignoro los motivos, pero que les atrae les atrae.

Posiblemente se pelean para ver quien se "sacrifica" mas por la salud de cada trabajador. Cuando el encuadramiento legal les otorga ciertos derechos, lo que mas les seduce en grado sumo, son los de recaudar los aportes destinados a la obra social de su sindicato. Se trata de una suerte de impuesto que el Estado pone en cabeza del trabajador, esté o no afiliado, y en cabeza de la parte patronal, que por supuesto no se encuentra afiliada a ningún gremio ni usa las obras sociales, pero igual paga como un verdadero impuesto, gracias a los sátrapas funcionarios burócratas estatales. Los fondos millonarios que recauda el Estado, que deriva a estas asociaciones privadas que son los sindicatos, permiten que sus obras sociales presten asistencia también a los trabajadores no afiliados, por lo que reciben una suerte de cápita.

La fiscalización de estos fondos,o es nula o es pésima al punto de ser casi inexistente. De allí a pensar que posiblemente exista algún desfalco, todo es posible en la dimensión desconocida.La ocasión hace al ladrón. Se conocen numerosísimos casos de "dirigentes " sindicales, pistoleros diría yo con mayor precisión,que vivían con los suyos en una choza y terminaron, por supuesto que cambiando pareja e hijos, en un barrio cerrado, con una camioneta 4x4 y sus nuevos hijos en los mejores colegios.

Si añadimos la posibilidad de ejercer el comercio como empresarios de la salud, cierra el círculo de la felicidad. Sintéticamente ésta es la causa de las peleas, sugestivas rencillas, que cada tanto nos obsequian los llamados dirigentes sindicales, yo les llamaría de otra forma, puesto que no existe nada mas cercano a una felonía que defraudar a un pobre e impedirle que acuda al servicio de salud que paga puntillosamente, con sus magros recurso.¿será ésa la clave de dirigentes ricos y obreros y empleados pobres? Llama a atención que los gobernantes "ignoren" tales actividades. Llama la atención que quienes pregonan honestidad, transparencia, que quienes critican constantemente a la "Vieja Política", no hagan absolutamente nada para que ésto cambie.

¿No será que, en épocas electorales estos fondos supuestamente destinados a las obras sociales, de pronto cambian de destino? ¿quienes serán los beneficiarios,en el caso de ser así? Yo lo ignoro, pero como no soy el Estado Benefactor que todo lo puede, no me ha surgido ningún trauma por tal motivo.

Justiniano.

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