Agenda: Más de 200 delegaciones de gobiernos de todo el mundo asistirán hoy a los funerales de Juan Pablo II

Luego del desfile de millones de fieles que se acercaron para despedir al Santo Padre ya está todo listo y será enterrado hoy en la cripta de la Catedral. Asimismo, más de 200 líderes y autoridades de todo el mundo asistirán a los funerales, razón por la cual se dispuso un sistema de seguridad extremo. Esto significa que unos 10.000 policías y 1.000 francotiradores estarán en situación de alerta para evitar incidentes. Según se informó, la ceremonia durará unas tres horas y será oficiada por el cardenal alemán Joseph Ratzinger frente a la basílica de San Pedro.

El último adiós del Papa será hoy cuando sea enterrado en la cripta de la Catedral. Por razones de seguridad, los circuítos aéreos fueron cerrados y controlarán el evento cerca de 10.000 policías y 1.000 francotiradores.

Los portones de la basílica de San Pedro fueron cerrados ayer jueves minutos después de las 22.00, hora local. Según el Vaticano, una media de entre 15.000 y 18.000 personas por hora han desfilado frente al altar mayor de la Basílica, donde fueron expuestos los restos mortales del Papa desde la noche del pasado lunes.

Más de 200 líderes y autoridades de todo el mundo y miles de personas asistirán hoy a las 10:00 a.m., hora local a los funerales que serán concelebrados por todos los cardenales presentes en Roma y presididos por el alemán Joseph Ratzinger.

Entre ellos, el presidente de USA, George Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, el mandatario francés, Jacques Chirac y el presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero. Los gobiernos latinoamericanos prepararon sus respectivas delegaciones para asistir a los funerales del Papa.

Los presidentes de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva; de México, Vicente Fox; de Bolivia, Carlos Mesa; de Costa Rica, Abel Pacheco; de Honduras, Ricardo Maduro, y de Nicaragua, Enrique Bolaños, también estarán presentes en la ceremonia fúnebre.

Asimismo, la capital italiana sigue recibiendo tal cantidad de peregrinos que ayer más de un millón de ellos colapsaron la ciudad, en particular con la interminable marea humana dispuesta a hacer cola y a esperar larguísimas horas para poder ver la capilla ardiente de Juan Pablo II.

En tanto, casi toda la población en Polonia ha recibido permiso para no trabajar este viernes. Teatros, supermercados y bancos permanecen cerrados.

La magnitud del acto litúrgico no tiene precedentes. Será una mezcla de ceremonia pública y privada. Los organizadores han tenido que hacer un equilibrio entre las demandas de los miles de fieles que han llegado a Roma y la necesidad de proveer seguridad por la presencia de decenas de dignatarios de todo el mundo.

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