Claves de la elección del próximo Papa

Detalles del Cónclave que comenzará el día 18.

"La mayoría de los cardenales electores, conservadores o progresistas, blancos o negros, primer o tercermundistas, sienten que ha llegado la hora de restaurar la autoridad de las iglesias locales, erosionada por el centralismo de Juan Pablo II", es la coincidencia que rodea al Vaticano.

"Esa será una de su mayores prioridades a la hora de elegir al sucesor", se comenta.

Y esto va más allá de que el 97% de los cardenales electores haya sido nombrado por Juan Pablo II.

En otras palabras, 114 de los 117 cardenales menores de 80 años que participarán desde el 18 de abril en el cónclave deben el birrete rojo a Juan Pablo II.

"Lo natural sería pensar que como este Papa nombró a tantos miembros del Colegio de Cardenales, éstos elegirán un sucesor parecido a él. Sin embargo, la historia enseña que los Colegios electos enteramente por un Papa no eligen fotocopias como sucesor", dijo el vaticanista estadounidense John Allen Jr., autor del libro Cónclave.

"Pero esto no es como la presidencia de un país donde la gente rota dentro y fuera de estos cargos cada pocos años. Los papas no cambian tan seguido, por lo que al final de un largo pontificado existe la sensación de un deseo de cambio reprimido y acumulado. El debate gira siempre en torno a las cosas que no fueron resueltas, a las preguntas aún sin respuesta", explicó Allen.

Es lo que los analistas llaman la Teoría del Péndulo. Después de un Pontificado largo tiende a venir uno corto, después de uno de muy alto perfil como el de Juan Pablo II vendrá uno discreto.

En 1978, el principal contendiente de Karol Wojtyla era el Arzobispo de Florencia, Giovanni Benelli, que ofrecía continuidad con Pablo VI.

Allen ilustra la Teoría del Péndulo con el cónclave que eligió en 1958 a Juan XXIII, un reformista diametralmente opuesto al tradicionalista Pío XII.

El Cónclave que eligió en 1903 al sucesor de León XIII, un hombre que reinó durante 25 y abrió la Iglesia a la modernidad, optó por el ultraconservador Pío X.

Los únicos electores que no fueron nombrados por Karol Wojtyla son el alemán Joseph Ratzinger, decano del Colegio de Cardenales; el estadounidense William Baum, Penitenciario Mayor Emérito de la Santa Sede; y el filipino Jaime Sin, Arzobispo Emérito de Manila.

"Incluso si los cardenales están de acuerdo con un 95% de las cosas que hizo el Papa anterior, lo que posiblemente estarán pensando es cómo arreglar el restante 5 por ciento que en su opinión salió mal", escribió Allen en Cónclave.

Según el historiador de la religión Nicholas Lash, de la Universidad de Cambridge, una necesidad transversal sentida por cardenales de todos los colores políticos y de piel es la descentralización del poder del Vaticano.

Cónclave

La palabra cónclave procede de los términos latinos cum (con), y clavis (llave).

Se adoptó en el siglo XIII, cuando tras la muerte del papa Clemente IV los cardenales dejaron vacante la sede apostólica durante más de 2 años.

Esa situación llevó al gobernador de Viterbo (Italia) a encerrar a los purpurados en el palacio hasta finalizar la elección. Esta medida fue elevada a ley por Gregorio X en el segundo Concilio de Lyon en 1274.

Anteriormente, en 1118 se celebró la primera asamblea de cardenales más parecida a lo que hoy conocemos como cónclave y entonces los purpurados se reunieron en secreto en el monasterio de Santa María in Pallara (Roma) para elegir, al margen de las presiones políticas, al que sería Gelasio II, un benedictino llamado Giovanni Caetani.

Bajo Alejandro III (1159-1181), en el Concilio de Letrán celebrado (1179), se aprobó la Constitución Licet de vitanda que por primera vez fijó la regla de los dos tercios de los votos para la elección del Pontífice y reservó esa elección en exclusiva a los cardenales.

Un siglo después (1241), se celebró lo que algunos historiadores llamaron el 'Cónclave del Terror', en el que los cardenales fueron encerrados durante 60 días ante el acoso del emperador Federico, que pretendía imponer a su candidato.

Durante ese encierro enfermaron e incluso murió uno de los purpurados. De este cónclave resultó elegido papa Celestino IV. Su pontificado duró sólo 17 días. Murió por agotamiento, tras el encierro.

Después del cónclave de Viterbo (1268), del que salió elegido papa Gregorio X, se reguló a través de la constitución Ubi Periculum la elección de Papa.

A partir de ese momento se estableció un periodo de 10 días, desde la muerte del Pontífice hasta el comienzo del cónclave, y se fijó la obligación de que las sesiones de la asamblea se realizaran a puerta cerrada y en una única sala.

El secreto de las deliberaciones se garantizó con la amenaza de excomunión.

Otro cónclave a destacar fue el celebrado en 1288, en el Palacio de los Papas de la Colina romana del Aventino, en el que los cardenales fueron víctimas de una epidemia de peste, que provocó la muerte de seis electores y el aplazamiento de la elección.

El único cardenal que se quedó como custodio en la colina, Gerolamo d'Ascoli, fue elegido Papa. Asumió con el nombre de Nicolás IV.

En 1292, la sede estuvo vacante durante dos años, tres meses y un día.

A comienzos del siglo XIV, dividido el Colegio Cardenalicio entre los partidarios y contrarios de Francia (1305), se celebró el último cónclave en Italia y se eligió a Clemente V, quien tras recibir la tiara en Lyon, decidió trasladar la sede a Avignon (Francia).

El siguiente cónclave celebrado en Roma (1378), designó como Papa al italiano Urbano VI, que dirigió la Iglesia hasta 1389.

El Renacimiento supuso el desarrollo y establecimiento de la Roma papal que se disputaban las sucesivas familias italianas. Por ejemplo, en el cónclave de 1492, que eligió Papa a Alejandro VI, 22 de los 23 cardenales eran italianos.

Esta situación hizo necesaria la reforma de la Iglesia y en el cónclave de 1532, 39 cardenales eligieron como papa a Adriano VI, último pontífice no italiano hasta el polaco Juan Pablo II (1978-2005).

A finales del siglo XVII y tras las invasiones napoleónicas, el Papa Pío VI redactó una nueva norma para la elección del Pontífice, por la que en caso de necesidad ésta se podría realizar antes de los 10 días establecidos para la misma y en cualquier ciudad que tuviera como soberano a un rey católico y donde se pudiera reunir el mayor número de cardenales. Con esas normas se designó, el 14 de marzo de 1800, a Pío VII.

En el siglo XIX, el papa Gregorio XVI (1831) reguló con disposiciones excepcionales el mecanismo de sucesión según el modelo de un cónclave de urgencia, fórmula con la que fueron elegidos los dos últimos Papas del siglo XIX, Pío IX (1846) y León XIII (1878).

En este pontificado, Roma fue escogida como sede de la asamblea cardenalicia.

El 2 de febrero de 1922 se abrió el cónclave que sería el más largo del siglo XX, donde fue elegido papa Pío XI. En él uno de los cardenales fue excomulgado por romper las reglas.

Por el contrario, la siguiente fue la asamblea más corta del siglo. Se abrió el primero de marzo de 1939 y el nuevo Papa Pío XII fue elegido al segundo día de reunión.

El siguiente cónclave (1958), se celebró con las disposiciones aprobadas por Pío XII, que introdujo la mayoría de los dos tercios más un voto para la elección de Pontífice. Con este sistema resultó elegido Juan XXIII.

Pablo VI introdujo importantes cambios en el sistema de elección de Pontífice recogidos en la Constitución Romano Pontífice Eligendo de 1975.

Entre otras normas, estableció en 80 años el límite de edad para ser elector, reforzó el secreto de las sesiones y dispuso que el número de cardenales electores no superara los 120.

En estas condiciones se celebró el cónclave del que salió elegido Juan Pablo I en agosto de 1978. Esta asamblea fue la más numerosa de la historia, en ella estuvieron representados los cinco continentes y, por primera vez, el número de europeos fue tan elevado como el de no europeos.

Cuarenta y nueve días después, el 14 de octubre de 1978, 110 cardenales electores se reunieron en cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo I.

El cónclave duró dos días y de él salió elegido Sumo Pontífice el polaco Karol Wojtyla, que escogió para reinar el nombre de Juan Pablo II. Este fue el primer papa no italiano desde Adriano VI en 1522.

El cardenal Karol Wojtyla, que estuvo a punto de no llegar a la última sesión del cónclave a causa de una avería en su coche, fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978.

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