Apología del delito: Tras 11 años de haber dicho "me fumaría un porrito", comienza el juicio a Calamaro

La causa había prescripto por "el paso del tiempo", pero el músico Andrés Calamaro pidió demostrar su inocencia. El debate comienza hoy: ¿Apología del delito? ¿Incitación al consumo de estupefacientes? Esa misma noche, Calamaro dará un mega recital. Si lo condenan, podría recibir hasta 6 años de prisión, casi once años después de haber dicho en un recital "me fumaría un porrito".

El músico Andrés Calamaro, quien hace más de diez años dijo en un recital en La Plata que se fumaría un cigarrillo de marihuana, será juzgado oralmente hoy por la justicia federal local en la causa que se le sigue por "apología del delito", según informaron fuentes judiciales.

El hecho que derivó en el procesamiento del músico ocurrió el 19 de noviembre de 1994, durante un festival de rock auspiciado por la Municipalidad de La Plata por los festejos del 112 aniversario de la fundación de la ciudad, al que asistieron más de 100 mil personas.

Durante el recital, Calamaro expresó: "Me estoy sintiendo tan a gusto que me fumaría un porrito. No me digan que en cien mil personas no hay algún habilitado".

El juicio se desarrollará en una sola audiencia, con la presencia de Calamaro, ante el Tribunal Oral número 1, a partir de las 12, en el edificio de la justicia federal, en la calle 8 entre 50 y 51.

Para llegar a esa instancia medió un pronunciamiento de la Cámara Federal que, por mayoría de sus integrantes, decidió que el ex líder del grupo de rock Los Rodríguez vaya a juicio por haber violado el artículo 12 de la Ley de Estupefacientes.

Esa norma prevé penas de dos a seis años de prisión para quien "preconizare o difundiere públicamente el uso de drogas o indujere a otros a consumir".

Las presentaciones judiciales correspondieron a varios padres de jóvenes que habían asistido al recital e incluso el entonces subsecretario de Seguridad bonaerense, Alejandro Granillo Fernández, quien radicó una denuncia contra la actitud del músico por presunta apología al consumo de droga.

Esa presentación se efectuó ante el juez federal Manuel Blanco, quien en febrero de 1996 dictó el sobreseimiento de Calamaro.

Blanco consideró que el músico usó esa frase para "calmar los ánimos" ya que durante la actuación de la banda anterior, un grupo de jóvenes había comenzado a protagonizar disturbios y a arrojar "botellazos".

El sobreseimiento fue apelado por la fiscalía ante la Cámara Federal de La Plata, quien finalmente dictó el auto de procesamiento del líder de Los Rodríguez.

Hasta ahora, Calamaro declaró una sola vez ante la justicia federal local y esa instancia se produjo en noviembre de 1995.

El 29 de ese mes, el ex integrante de Los Abuelos de la Nada se presentó a declarar espontáneamente y, de acuerdo con lo expresado por Ramiro Pérez Duhalde, el abogado que lo representó en esa oportunidad, "se hizo cargo de los dichos formulados aquella noche".

En esa ocasión, el letrado aseguró que "Calamaro no tuvo ninguna intención de incitar ni difundir el consumo de drogas".

Pérez Duhalde señaló que el artista "se hizo cargo de sus dichos, pero explicó ante la Justicia que el clima que había esa noche entre los espectadores era de mucha alteración, por lo que pronunció esa frase como una forma de comunicarse con esa gente".

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