En rueda de prensa, Obama adelantó que "hubo algunos avances en algunas de las discusiones. Cierta clarificación de los problemas".
"Si no tenemos un espíritu básico de cooperación que nos permita trascender la política de un año electoral inmediato y resolver nuestros problemas, creo que los mercados, el pueblo estadounidense y la comunidad internacional empezarán a reaccionar adversamente bastante pronto”, advirtió el mandatario.
Obama calificó el enfoque del plan como “equilibrado" y remarcó que "no tenemos más tiempo para embarcarnos en gestos simbólicos, no tenemos más tiempo para presentar posturas. Ha llegado el momento de dedicarnos de lleno a solucionar este problema", una clara señal a los legisladores para que acompañen la propuesta en el Congreso antes del 2 de agosto, fecha límite para elevar el techo de endeudamiento de la economía norteamericana y evitar el default
En paralelo, la Cámara de Representantes (donde los republicanos tienen mayoría), pondrá a votación un drástico plan para reducir el gasto.
Obama ya avisó que su bancada mayoritaria en el Senado no la votará.