Qué hará el gobierno para frenar los conflictos sindicales

Mientras directivos del Consejo de Administración del Hospital Garrahan y los sindicalistas de los cuatro gremios que coexisten en el centro de salud no logran un acuerdo para incorporar los $300 a los salarios y ratificaron sus posturas, vale resaltar un artículo que publicó el diario de Bahía Blanca, La Nueva Provincia sobre la estrategia gubernamental para frenar la escalada de conflictos gremiales que no parece encontrar tope. A los reclamos se suman ahora los hospitales Ramos Mejía, Gutiérrez y Alvarez.

El matutino La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, sacó a relucir la estrategia gubernamental para frenar la escalada de conflictos salariales justo cuando tres hospitales -el Ramos Mejía, el Gutiérrez y el Alvarez- se suman a las huelgas del Garrahan.

La estrategia que diseña el gobierno nacional para contener los conflictos salariales durante los próximos meses pasa por normalizar las discusiones mediante las negociaciones paritarias entre empresarios y trabajadores.

Desde la administración nacional se insistió en negar que haya una escalada de pleitos gremiales, aunque se reconoció la legitimidad de los reclamos de los distintos sectores.

Igualmente, se cuestionaron las metodologías de algunos gremios --empleados del hospital Garrahan y de los subterráneos, entre otros-- que endurecieron sus posturas en las ultimas semanas, considerándolas extorsivas.

Las prioridades de Néstor Kirchner se centran, hoy por hoy, sobre tres pilares:

- Mantener el superávit fiscal para poder cumplir con el canje de la deuda y lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

- Mantener el orden en la economía.

- Consolidar el crecimiento.

Las convicciones de Kirchner apuestan a mantener la competitividad con el dólar rondando los 3 pesos e impulsar más adelante, en forma paulatina, una reforma tributaria que derive en una redistribución de los ingresos.

Tras comprobar el nivel de vida de Roma --una de las ciudades europeas de mayor poder adquisitivo del mundo--, Kirchner se entusiasmó con la potencialidad de la Argentina; cree que el país puede llegar a esos niveles con crecimiento sostenido durante los próximos quince años.

* Razones

El gobierno justificó su postura de apoyar el llamado a paritarias al comunicar datos estadísticos que reflejan la recuperación económica. Tras el desplome de diciembre de 2001, las ganancias del sector empresarial crecieron 27%, deslizaron. De acuerdo a los informes oficiales, sin embargo, esa expansión no se vio reflejada en una redistribución de los ingresos.

El tema cobró relevancia en las charlas de la comitiva oficial que acompañó a Kirchner al Vaticano para asistir a la asunción del Papa Benedicto XVI, sobre todo, ante la preocupación por los repetidos aumentos de precios.

Desde el gobierno, que estuvo todo el viaje pendiente de las negociaciones del ministro Roberto Lavagna con el FMI, cuestionaron a los sectores financieros que tildan a Kirchner de intervencionista. "Son los mismos intereses de siempre", señalaron las fuentes.

"Los argentinos debemos acostumbrarnos a que estamos en democracia y a que no todos pensamos igual. ¿Qué quieren? ¿Un país-cementerio?", fue la frase que ilustró el pensamiento presidencial al aclarar que los reclamos gremiales forman parte de los debates cotidianos en cualquier país".

* Cómo sigue el conflicto en el Garrahan

Según el matutino La Nación, mañana grupos de empleados no profesionales de los hospitales generales Teodoro Alvarez y Ramos Mejía y de pediatría Ricardo Gutiérrez realizarán un paro de 24 horas con movilización.

A los "rebeldes", según dijeron fuentes del ambiente hospitalario, se los conoce como los "autoconvocados"; responden al Sindicato Unico de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba), a la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) y a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Pablo Micheli, secretario gremial de ATE, sindicato que encabeza la protesta en el Garrahan, explicó a La Nación que su gremio sólo tiene representación minoritaria en el Alvarez.

"El sindicato no participó en la decisión (de ir a la huelga en otros hospitales). La verdad, no entendemos el motivo del reclamo. Porque en los que administra el gobierno porteño la situación es diferente a la del Garrahan, que depende de la ciudad y de la Nación. Para los municipales, el gremio llegó a un acuerdo el mes pasado, por el que las autoridades se comprometieron a que, desde el 1° de mayo, ningún trabajador cobraría menos de 900 pesos. Incorporaron 300 pesos remunerativos para todos", sostuvo Micheli.

Sin embargo, los "autoconvocados" indicaron ayer que marcharán mañana hacia la sede del gobierno porteño en reclamo de un salario básico inicial de 1500 pesos, el pago de 20 pesos por año de antigüedad y el 82 por ciento móvil para los jubilados.

* "Inexplicable"

El representante sindical del Ramos Mejía, Claudio Gómez, indicó que los trabajadores ofrecerán hoy, a las 15, una conferencia de prensa frente al palacio municipal y que de la marcha participarán solidariamente empleados del Garrahan y de la ex Líneas Aéreas Federales (Lafsa).

Fuentes cercanas a Aníbal Ibarra consideraron inexplicable el reclamo en medio de la nueva carrera administrativa, con recomposición de haberes, que comenzará a regir el mes próximo. Y deslizaron a La Nación que "es la misma línea interna que, con poca representación, terminó imponiendo el conflicto en el Garrahan".
Los paros en el Garrahan comenzaron hace 20 días; encabezados por ATE, los empleados no médicos piden un 70% de aumento en el básico y un 2% por antigüedad.

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