Mientras K adelanta su vuelta a la Argentina, De Vido y Lavagna se disparan misiles de corrupción

Mientras Néstor Kirchner adelanta su viaje de retorno a la Argentina, luego de que se suspenda la reunión con el mandatario brasileño, Lula da Silva, dos de sus principales ministros se bombardean con duros "misiles de corrupción". La puja comenzó a raíz de la nota publicada por el periodista Joaquín Morales Solá, y se inscribe en el marco de un supuesto cambio en el Gabinete nacional, anunciado el domingo pasado por el propio Néstor K. Ahora, distintos medios confirman una oscura pelea entre el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el ministro de Planificación, Julio De Vido.

El domingo 8 de mayo, Joaquín Morales Solá, dio cuenta en su columna dominical del diario La Nación, de funcionarios del actual Gobierno nacional que exigen coimas a empresas internacionales.

"Algunas embajadas de países centrales recibieron denuncias de empresas de esas naciones sobre supuestos y extraños pedidos de funcionarios de segunda línea de la actual administración; reclaman compensaciones económicas para hacer gestiones o agilizar trámites en el Estado. Es un cotilleo permanente entre diplomáticos relevantes", dice Morales Solá en un párrafo de la nota.

"Funcionarios cercanos al Presidente aceptaron haber oído esos rumores. Pero agregaron que nunca consiguieron un solo dato concreto sobre empresas y funcionarios", continúa.

El lunes, en distintos medios de comunicación, Morales Solá respondió por los ecos de su denuncia. Pero lo cierto es que no dio nombres.

"En las últimas horas el gobierno actuó. Realizó muchas gestiones con embajadas importantes para saber si podía tener en la punta del ovillo algún nombre de alguna empresa. El presidente (Néstor) Kirchner pensó en alguna acción judicial o administrativa", dijo.

De hecho, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consultó a los embajadores de USA, Francia, España y Alemania respecto a lo trascendido, pero no consiguió ningún dato concreto hasta el momento.

De todas maneras, Morales Solá ya había tomado sus recaudos: "(...) el gobierno también me pidió que le aporte información. Pero los periodistas no estamos para eso y debemos defender contra bien viento y marea esa información".

Ahora distintos medios sitúan detrás de esta polémica una compleja trama de batallas que el ministro de Planificación, Julio de Vido y el de Economía, Roberto Lavagna, mantienen en el seno del Gabinete.

La aparición de "carpetas" con episodios que salpicarían a secretarios y colaboradores de dos de los principales funcionarios de la Casa de Gobierno tendría como objetivo último lastimar la imagen pública de los contendientes en la sorda puja interna.

Así, la difusión de supuestos pedidos de sobornos a embajadas de los principales países centrales apuntaría a complicar al ministro De Vido, y podría haber tenido origen en cercanía de los despachos de Roberto Lavagna.

Por otra parte, la vinculación de Roberto Lavagna con desmanejos de la Cuota Hilton y posibles influencias y pagos ilegales a funcionarios del área económica habría surgido de esferas cercanas a De Vido, con el fin de empañar el éxito del canje.

Frente a la difusión del hecho, el gobierno reaccionó con la presentación de un proyecto de ley para regular la Cuota Hilton mediante una normativa estricta, sin espacios para la discrecionalidad.

Por otra parte, de Vido se encargó ayer de renovar la disputa por los Planes Sociales que involucran a Lavagna y a la hermana del presidente, Alicia Kirchner, quien permanecía furiosa luego de que el ministro de Economía osara alterar la carta número uno de la funcionaria, y con la cual, el gobierno "reina en el mundillo de piqueteros y punteros políticos bonaerense".

Además, la denuncia se conoció luego de que el propio Néstor Kirchner anunciara hace unos días algunos cambios en su Gabinete.

Las discrepancias entre el presidente y Lavagna ya no son noticia, pero parece que Kirchner aún no encuentra quién lo reemplace en el Ministerio.

En estos momentos Néstor K encara su retorno a la Argentina, luego de que se suspenda el encuentro cara a cara que mantendría con el mandatario brasileño Lula da Silva. Con ello, se esfumaron las expectativas de un diálogo entre ambos funcionarios luego de los entredichos que mantuvieron a causa del comercio bilateral y del liderazgo regional de Lula.

Pero en un par de horas, cuando el mandatario arribe a la Argentina, se encontrará con un panorama tan poco alentador como el que dejó en Brasil: Una batalla de misiles de corrupción entre dos de sus más importantes ministros.

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