Muchos interrogantes y pocas respuestas

A raíz de la existencia de una empresa que ofrece seguridad privada, utilizando gendarmes pagados por el Estado, Gendarmería contrató a una consultora de prensa como para limpiar su imagen. Esta consultora es la misma que maneja Alejandra Rafuls, contratada por Ibarra y, cuyo supuesto dueño sería Daniel Hadad. Al respecto, U24 reprodujo una nota publicada en www.informereservado.info

Dentro de un marco de constantes interrogantes sobre las actividades de los centinelas, sigue latente la sospecha sobre los "negociados" de la Gendarmería Nacional, obviamente a costa de los fondos del Estado.

¡Ojo!, no decimos que toda la fuerza esté involucrada en este tipo de cosas, pero hay algunos exponentes de la institución cuyo perfil se asemeja más al de un próspero e inescrupuloso empresario que al de un verdadero gendarme.

En este sentido, supimos que en los primeros días del mes de abril (aproximadamente el 7 de abril), el Comandante Víctor Jungmerker (uno de los principales referentes del "costado comercial" que parece esconder la Gendarmería), en una reunión reservada, habría comentado entre sus íntimos la preocupación que tendría el Director Nacional de la fuerza, Comandante General Pedro Pasteris, por la continuidad del "negocio" de la Gendarmería con la firma de servicios de seguridad DATUM & WAYS.

Según habría señalado el mencionado Jungmerker, el punto central de las inquietudes se centraría esencialmente en que la totalidad de los contratos que tienen Datum & Ways se desarrollaron sobre la base de "vender" precisamente a la Gendarmería como su "socia".

Es decir que, cuando Datum brinda su servicio (que por cierto es bastante más caro que el de sus competidores), lo hace prestando un "plus" que ninguna otra empresa del ramo puede ofrecer, ya que dispondría de unos 18.000 gendarmes entrenados, equipados, y, por supuesto, pagados por el Estado, los cuales son puestos a trabajar para los intereses de esa firma por orden de la superioridad. Un negocio redondo de donde se lo mire.

En esta reunión secreta, Jungmerker habría hecho saber que de seguir trascendiendo que Datum opera desde adentro del edificio de Gendarmería, y que gracias a esto obtiene jugosos contratos, como por ejemplo con Petrobrás y Repsol, todo terminará estallando en escándalo imposible de frenar que, naturalmente, los perjudicaría.

En esta necesidad de detener la publicación de cualquier hecho escandaloso que involucre a la fuerza, Jungmerker indicó que habría logrado un acuerdo con la Consultora AR y Asociados, una empresa cuya propiedad se le atribuye al periodista-empresario Daniel Hadad y en la cual trabajaría un Comandante General de apellido Puccio, con el propósito de desarrollar campañas de prensa que mejoren la imagen institucional de la Gendarmería, como así también "rastrear" el origen de la información que refiere críticamente a los gendarmes, por cuanto según el Comandante General Pasteris, provendrían desde adentro mismo de la institución.

Con respecto a la firma AR y Asociados, pudimos averiguar que quien estaría al frente de su manejo sería una mujer llamada Alejandra Rafuls, quien estaría casada con el militante radical Jorge Gándara, cercano al "Coti" Nosiglia y ex funcionario de la gestión de Raúl Alfonsín. Esta empresa habría prestado servicios (si que aún no lo sigue haciendo) a Jorge Sobisch en el armado de su campaña política.

Esta mujer... Rafuls, habría también trabajado para el PAMI en la época de Víctor Alderete en tanto que, durante la administración aliancista, junto al periodista Carlos Lucido y con apoyo de Fernando De Santibáñes, habría montado una oficina de prensa paralela a las estructuras oficiales para dar apoyo comunicacional a los funcionarios que lo necesitaran.

Actualmente, estaría brindando asesoramiento a los ex fiscales Eamon Mullen, José Carlos Barbaccia y al juez Federal Guillermo Montenegro.

Continuando con los dichos de Jungmerker, este habría expresado incluso que Allan Bogado (titular de Datum) estaría buscando parar un pedido de informes que un Diputado Nacional habría hecho y tendría pensado hacer sobre el asunto. Según comentarios circulantes entre los propios gendarmes, el sustento de este pedido serían algunas denuncias de empresas competidoras de Datum, entre las que encontrarían American Tracer y Controlsat. De acuerdo a lo que se dice entre los allegados a Jungmerker, su temor a que la cosa se complique sería mayúscula ya que si su nombre vuelve a aparecer en medios periodísticos, Pasteris no tendría otra opción que pasarlo a retiro. Lo sentimos Jungmerker.

Por otro lado, aunque siempre dentro del clima altamente sensible que se estaría viviendo en la cúpula de la Gendarmería a la luz de los "negocios" que se le adjudican a la fuerza, ha trascendido también que el Comandante Mayor José María Viero habría vuelto a visitar el edificio Centinela, ocupando incluso por momentos su vieja oficina del cuarto piso pese a encontrarse en situación de disponibilidad. Según se habla en el círculo de personas cercanas a Viero, éste estaría convencido de que "no habrá cambios", aludiendo seguramente a la continuidad de los "negocios" de la Gendarmería.

Al mejor estilo Peralta Ramos, con su Noticia Reservada, en nuestra próxima entrega le completamos los puntos más sobresalientes de este informe pero nos surge a esta altura un interrogante ¿quién protege políticamente a estas personas? El producido de todos estos "negociados" ¿tiene en Pasteris el eslabón final de esta cadena de irregularidades? ¿A qué motivos se deben las tan tajantes afirmaciones de Viero, quien le dio garantías para aseverar que no habrá cambios y que los negocios continuarán? Como de costumbre, muchos interrogantes y pocas respuestas.

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