Por presión de la Rosada, Lavagna debe viajar al Tedeum en Santiago

Insistentes llamados recibió el ministro desde la Casa Rosada para que cambie de parecer y viaje al acto que el kirchnerismo montará el 25 de Mayo, en Santiago. Lavagna ya está fastidiado con la ´omnipresencia´ de Alberto Fernández en todos los temas que debe tratar con Kirchner, la relación con el presidente va cada día peor, y parece cansado de ´operaciones´ políticas en su contra. Pero, la sangre aún no llegó al río. Y Lavagna pretende, y también le conviene políticamente, una salida elegante con felicitaciones por la labor cumplida. Tal vez por eso decidió, esta vez, dar marcha atrás en su decisión, guardar su enojo y participar del Tedeum del 25 de mayo, en Santiago.

Por presión de la Casa Rosada, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, participará del Tedeum del 25 de mayo en la provincia de Santiago del Estero, según informa la agencia ABA.

El ministro había comunicado a los suyos que no iba a viajar. En realidad, quería dar una señal de distanciamiento con Néstor K luego de una semana de trifulcas, en público y en privado.

Pero, según informó la agencia, cambió de decisión, luego de recibir llamados desde la Rosada, y finalmente estará presente en el acto, el primer Tedeum en dos siglos que se hará fuera de la Catedral metropolitana.

La sangre, por ahora, no llegará al río. Pero sólo por ahora, según aseguran algunas fuentes en Economía.

La relación entre Roberto Lavagna y Néstor Kichner va de mal en peor. A pesar de que voceros de ambos informen que la tormenta política terminó, sobre todo después de una charla que mantuvieron el martes 16 en la Casa Rosada, ya no habrá paz entre las dos principales figuras del Gobierno.

Según fuentes inobjetables del entorno del ministro, Lavagna está demasiado molesto con el Presidente y considera que no se quedará mucho tiempo más al mando de Economía.

El ministro se siente acosado por "operaciones" políticas, que asegura que nacen en lo más íntimo del sector presidencial. Acusa al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de impulsar una campaña en su contra: "Y Fernández no hace nada sin el consentimiento del Presidente".

El ministro enfureció cuando comenzaron a circular versiones sobre supuestos actos de corrupción que involucrarían a la consultora Ecolatina, que él fundó hace años y que hoy está bajo el mando de su hijo Marco.

"Es el colmo, se metieron con mi familia", le escucharon decir sus colaboradores más cercanos, que recuerdan que K y Lavagna ya riñeron en varias oportunidades, pero nunca con el nivel de alta irritación de la semana pasada.

Los asesores del ministro aseguran que dejó de dirigirle la palabra a Fernández y que cuando se reúne con el Presidente pide hacerlo "a solas", para evitar la presencia del jefe de Gabinete, que suele secundar al Presidente en todas sus reuniones en la Rosada.

Además, Lavagna se molesta más con las supuestas actitudes hostiles de Fernández que con los roces permanentes que tiene con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con el que a pesar de todo mantiene un trato cordial.

Pero además de quejarse por las supuestas operaciones que lanzan en su contra, Lavagna también está molesto con ciertos manejos e ideas políticas del Presidente.

Lo acusa de generar demasiadas expectativas en la sociedad con medidas que luego no podrá cumplir, como un posible aumento a los privados, cosa que Kirchner deja latente cada vez que se reúne con el líder de la CGT, Hugo Moyano.

El ministro no quiere saber nada con subir el gasto público y por eso choca seguido con Kirchner.

Ambos, Kirchner y Lavagna, desmentirán en público una y mil veces que están enfrentados. Pero en su más estricta intimidad, el ministro sabe -y Kirchner es consciente de eso- que más temprano que tarde terminará renunciando.

Pero de algo está seguro Lavagna: tratará de evitar un portazo feroz en medio de una pelea pública. Prefiere, y también le conviene políticamente que sea así, una salida elegante con felicitaciones por la labor cumplida. Tal vez por eso decidió, esta vez, dar marcha atrás en su decisión y participar del Tedeum del 25 de mayo.

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