" La Habana está provocando un recrudecimiento de las posturas políticas en su contra"

A continuación, la opinión de un usuario sobre la decisión de Fidel Castro de expulsar de Cuba a políticos de distintos países europeos.

Señor Director:

Comentando el hecho político gravísimo que significa la reciente actitud de Fidel Castro, expulsando de Cuba a políticos de distintos países europeos, en una medida dictatorial sin precedentes en los últimos tiempos, nos dice La Vanguardia de Madrid, España, que "La expulsión por el régimen de Castro de ciudadanos, periodistas y políticos de diversas nacionalidades europeas que querían asistir a la conferencia de la oposición cubana en La Habana está provocando un recrudecimiento de las posturas políticas contra La Habana.

Cuando la UE debata la cuestión del restablecimiento de la política de
sanciones diplomáticas contra Cuba el mes próximo, Polonia. Alemania,
República Checa e Italia, todos ellos con detenciones y expulsiones de
diputados y periodistas de sus nacionalidades. Probablemente harán
insostenible la postura inicial del Gobierno español -que protestó por las
expulsiones- favorable a levantar las sanciones y primar una política de
diálogo". El señor Rodríguez Zapatero trata al dictador caribeño como lo
hace nuestro Gobierno. Es decir, señala con el dedo acusador las presuntas violaciones a los derechos humanos, concretadas por gobiernos de países que no gozan del título de "amigos" pero disimulan muy hábilmente cuando las mismas violaciones son llevadas a cabo por compañeros de ruta.

Es difícil justificar la expulsión de ciudadanos de Europa, que viajaron a Cuba a fin de asistir a una conferencia en la que la oposición política iba dar a conocer sus puntos de vista sobre la política del tirano Fidel Castro. Los mismos que en nuestro país, so pretexto de ejercer el derecho a peticionar libremente a las autoridades, se reúnen en forma no pacífica, con pasamontañas ocultando sus rostros y con rudimentarias armas de fuego o impropias, no dejan oír su voz cuando el amigo de ellos, Fidel Castro, impide por la fuerza que en su isla otros ciudadanos se reúnan pacíficamente y sin toda la parafernalia, con el objeto legítimo de peticionar a las autoridades. Parecería que en la Argentina vale todo y en Cuba Fidel dispone, a su antojo, que derecho tiene cada uno.

Procopio.

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