Informe negativo: Sigue en crisis el Banco de Corrientes

Una difícil situación atraviesa el Banco de Corrientes al haber acumulado durante tres años un quebranto varias veces millonario y quedar expuesto, prácticamente, a una compra figurada por parte de futuros interesados. El tema es seguido de cerca por las autoridades monetarias que el año pasado ordenaron una investigación judicial por presunto lavado de dinero, aunque aún no se tienen noticias de las conclusiones en los juzgados federales de la Capital Federal.

Un informe del BCRA indica que en febrero pasado contabilizó utilidades acumuladas por $469.000, pero registra un pasivo acumulado de $84 millones pese a que el Central le compensó la pesificación asimétrica y el gobierno de Corrientes se vio obligado a capitalizarlo en $30 millones.

Desde la oposición parten voces críticas contra el gobernador Ricardo Colombi, un radical cuya administración es calificada como una de las más ineficaces del país y a quien se le reprocha no haber cumplido los pactos políticos que lo llevaron al cargo. Colombi, pese a sus esfuerzos, no pudo conseguir la reelección.

El banco correntino tiene más de 500 empleados y sucursales en esa provincia y zona de influencia, pero sobrevive por los depósitos asegurados que le otorga la provincia al girar mensualmente unos $300 millones. Su presidente es un contador de Curuzú Cuatía, Alejandro Otegui, quien fue designado "para salvar al banco".

La entidad depende del ministro de Economía, Enrique Vaz Torres, a quien se le imputa haber fracasado en su programa de reordenamiento financiero de la provincia y no compensar el festival de bonos con que empapeló a Corrientes el ex administrador Ramón Mestre.

De acuerdo con los números del BCRA, en la entidad correntina existe una cuenta denominada Resultados No Asignados calificada por expertos financieros como "un verdadero pozo negro" que sirve para arrojar y dibujar las pérdidas.

Ese "pozo negro" sería de $84,3 millones y, de seguir la tendencia de recuperación actual, se necesitarían 7 años para equilibrar dicha cuenta.

Además, la diferencia entre activos y pasivos sólo es de $36 millones, lo que pone al banco a un precio de regalo para cualquier interesado. Por otro lado, en el último semestre los gastos de administración crecieron en más de 100% de un mes a otro. Mientras en enero se contabilizaron, por ese concepto, pagos por
$2,8 millones, en febrero, el mismo rubro trepó a $6 millones.

Entre las justificaciones del incremento figuran conferencias de especialistas y periodistas de medios nacionales. Sus críticos los consideran como pagos extra para apoyar la frustrada reelección de Colombi.

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