El gobierno le Kontesta al FMI

El gobierno nacional envió una durísima nota al FMI acusándolo de querer "contentar a los acreedores a costa del crecimiento y las necesidades sociales de la población", ante el reclamo que formuló ese organismo para que el país sostenga en el tiempo un superávit fiscal del 4,5% del PBI. La nota lleva la firma de Roberto Lavagna, y Martín Redrado; y fue entregada a las autoridades del Fondo por el representante argentino ante ese organismo, Héctor Torres. A través de ese documento, el equipo económico contrarrestó la visión que tiene el FMI sobre la situación macroeconómica de la Argentina. Continúa la pelea de K mientras se habla de un posible acuerdo de tres años.

Después de que el Fondo Monetario Internacional cuestionó la forma de hacer política de Néstor Kirchner, y que este le respondió diciendo que "era atacado directamente", la gestión K se jugó otra "carta" en las negociaciones con el organismo internacional.

Si bien se está viendo lograr la realización de un acuerdo de tres años de plazo para renegociar la deuda, según sostuvo ayer el representante argentino ante ese organismo, HéctorTorres, con esta medida K continua su pelea con el organismo.

A partir de una nota firmada por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y del presidente del Banco Central, Martín Redrado, el gobierno salió a defenderse de las críticas del Fondo.

La misma consta de 31 puntos y 13 carillas y contiene una durísima réplica a las palabras del organismo, además de acusarlo de querer "contentar a los acreedores a costa del crecimiento y las necesidades sociales de la población".

A través de ese documento, entregado por Torres, el equipo económico contrarrestó la visión que tiene el FMI sobre la situación macroeconómica de la Argentina, según publicó hoy Ambito Financiero.

Entre los puntos tratados, el gobierno señala:

- En relación a la recuperación económica: "Asegurar que la recuperación fue asistida por la ayuda financiera internacional es un serio error. Es cierto que el default con acreedores privados le dio a la Argentina una ayuda, pero la historia con los organismos multilaterales es totalmente distinta".

- Con respecto a la actitud en la negociación de la deuda: "la línea dura del Gobierno lejos de ser una apuesta para ganar popularidad, fue la única forma de avanzar cuando quedó solo, sin ayuda del FMI".

- En cuanto al superávit fiscal: ante el reclamo que formuló el FMI para que el país sostenga en el tiempo un superávit del 4,5% del PBI, se lo acusó de "contentar a los acreedores a costa del crecimiento y las necesidades" y se indicó que, el organismo "argumenta que debe ser considerablemente más alto no solo este año, sino también en el largo plazo".

- En referencia a las empresas privatizadas: se señaló que la actitud también "dura" de la gestión no debe ser vista "como una actitud contraria al capital extranjero, sino como una reacción ante abusos percibidos de algunas compañías, en connivencia con el gobierno de los 90 y en contra de la gente".

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