Todos coinciden en que se han estancado las negociaciones entre K y Duhalde

Demasiada tinta dominical al tema para llegar a una conclusión: la negociación está estancada entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde; los interlocutores se han llamado a silencio. ¿Estrategia para poner nervioso al adversario? Nada es improbable en este juego de presiones peronistas. En fin, aqui una sintesis dominical:

Sergio Moreno, en Página/12, bajo el título 'Cansado de la extorsión':

"(...) Esta semana no sólo no hubieron tratativas de importancia, sino que las señales fueron de aprestos para el combate: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, comenzó a armar el jueves y el viernes las listas de candidatos provinciales para la 1ª y la 3ª sección electoral, juntamente con los intendentes de La Matanza, Alberto Balestrini, de Ituzaingó, Alberto Descalzo y, de Florencio Varela, Julio Pereyra y dejó a Felipe Solá el armado de dichas nóminas para el interior provincial.

(...) Mire –dice un principalísimo operador presidencial a Página/12–, la mayoría de los intendentes y dirigentes duhaldistas de importancia quiere que haya paz y no confrontar con Kirchner. Esa posición la tienen los intendentes (de Tres de Febrero y de Berazategui) Hugo Curto y Juan José Mussi, y José María Díaz Bancalari (titular del bloque de diputados nacionales del PJ), por nombrar algunos. Para evitar la confrontación, los tipos que siempre armaron las listas, de un lado y de otro, deberían sentarse y discutir, confeccionarlas y terminar con este asunto. Entonces, deberían sacar a Chiche (Hilda González de Duhalde) del medio. Pero, Duhalde la mantiene como candidata y no da el brazo a torcer. Así es imposible conversar."

(...) "El encierro de Duhalde es increíble", comenta, no sin cierto asombro, un habitante del primer piso de Balcarce 50, como contrastando su testarudez con las declaraciones que el propio ex presidente derramó en los principales diarios nacionales, entre ellos Página/12, el fin de semana pasado. "Es notorio; pensamos que podíamos avanzar, lo notamos con voluntad de negociar. Sin embargo, mandó a decir que primero cerrásemos las listas y después bajaba a Chiche", relató un estrecho colaborador presidencial a este diario.
Esta actitud del caudillo de Lomas ha comenzado a reconcentrar al Presidente en su deseo primigenio: enfrentar al modelo duhaldista en el territorio mismo (...)".

Marisa Álvarez, en el diario El Día, de la ciudad de La Plata, presenta también ese problema:

"(...) "Abajo el acuerdo está cerquísima. En la Primera y la Tercera (las dos secciones electorales que cubren el poderoso Conurbano) prácticamente ya no habría problemas para cerrar en cualquier caso".

Lo decía ayer justamente un general del kirchnerismo puro, integrante destacado de la "liga de intendentes" del Conurbano que se declara no felipista, mientras se quejaba de que "el problema es Chiche", en un involuntario reflejo de que, lo presenten como lo presenten, el acuerdo o la confrontación dependen de las estrategias troncales que están fijando Kirchner y Duhalde.

"Abajo", en ese concepto, refiere a las listas de candidatos a legisladores provinciales que los partidos deben presentar por cada una de las ocho secciones electorales de la Provincia. Y la falta de problemas "en cualquier caso" que el dirigente mencionaba con relación al Conurbano, significa que ya hay pre-listas prácticamente acordadas para la paz (con el duhaldismo) y para la guerra (sólo entre felipismo y "la liga").

En las seis secciones del interior, las negociaciones entre las partes en pugna para definir posibles listas comunes están, en cambio, más demoradas. Es que allí no hay representaciones kirchneristas consistentes y la pulseada es casi exclusivamente entre duhaldistas y felipistas, entre quienes el diálogo no es imposible pero casi.

Por éso, y en rigor porque prefiere la guerra, el sector que responde al gobernador Solá se está concentrando -aunque los teléfonos siempre suenen en ambos campamentos- en cumplir con la orden del Presidente: presentar en la Casa Rosada sus candidatos para el tercio que Kirchner les ha dicho que les corresponderá en cada sección.

Y en ese esquema es precisamente el Gobernador quien con más claridad plantea en público y en privado que es Kirchner y nadie más quien definirá si se acuerda o no y cómo con el duhaldismo en todos los niveles. "El Presidente ha dicho que él garantizará la gobernabilidad en la Provincia, y yo le creo", repite Solá por estos días, corriéndose ostensiblemente de las definiciones. "Gobernabilidad" para Solá -se sabe- es mayoría en la Legislatura, es decir, en las listas de candidatos para ese palacio.

La reiteración de esa admisión, además de desnudar hasta dónde maneja Kirchner todos los hilos, tiene que ver con las versiones que dicen que un acuerdo con el duhaldismo pasaría por la cesión a ese sector de un espacio superior al tercio pregonado (según un diseñado que establece tres partes: kirchnerismo puro, felipismo y duhaldismo). Por éso, la reiteración de la promesa presidencial que explaya Solá parece haber adquirido cierto tono de "recordatorio". (...)"

Joaquín Morales Solá le dedica abundante espacio a lamentar la caida de Antonio Boggiano de la Corte Suprema de Justicia (Eduardo van der Kooy en Clarín también), y hasta cuestiona a Cristina de Kirchner, ya que su firma en el proyecto de suspensión selló la suerte de Boggiano, y para el hombre del Opus Dei, esto es una traición. En cuanto al conflicto bonaerense, Morales Solá escribió en La Nación:

"(...) Kirchner y Duhalde tienen, de todos modos, cosas más importantes entre manos que la suerte del juez. En estas horas están resolviendo si irán juntos o separados en la provincia de Buenos Aires. Decisión clave para despejar la elección de octubre.

Dicen que el Presidente se manifestó especialmente pacífico y sereno en las horas más recientes. Ordenó que no hubiera ninguna agresión al duhaldismo. Ha entendido, al fin y al cabo, que aun las deserciones que sufrió Duhalde podrían ser sólo temporarios traslados, inducidos también por la necesidad y el temor.

Duhalde aspira a resolver las listas de candidatos a la Legislatura provincial antes de suplicarle a su esposa una renuncia a la candidatura. El Gobierno quisiera un proceso al revés: primero la renuncia de la señora de Duhalde y después el arreglo por las candidaturas locales. Juegan con los códigos de los niños. El plazo se vence el jueves próximo. Un juez electoral acaba de ordenar que el plazo para la inscripción de las candidaturas nacionales y provinciales bonaerenses se unifique en un mismo día: el jueves 30 de junio.

¿Pronóstico? Los amagos han concluido y las negociaciones se acercan a un punto de acuerdo. La lógica política indicaría que caminan hacia un pacto, pero a la política le gusta, a veces, desafiar la lógica y despreciar la evidencia".

Eduardo van der Kooy escribió acerca del conflicto Kirchner-Duhale en Clarín:

El Presidente troca de un día para el otro su espíritu componedor por otro indomable: cuando colma su paciencia cree en la necesidad de desenmascarar al duhaldismo ante los ojos de la sociedad.

Supone que varios sectores del peronismo bonaerense hacen lo que hacen para desestabilizar a Felipe Solá y condicionar a su propio gobierno en el tramo grueso que todavía le resta. De ese propósito lo excluye a Duhalde. Agita, de paso, la amenaza de exhumar el recuerdo de los días que precedieron a la renuncia de Fernando de la Rúa, que nunca resulta grato al duhaldismo.

El caudillo repite que Buenos Aires se encolumnará detrás del Presidente. Está en diálogo franco con Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, y con José María Díaz Bancalari, a cargo de los diputados del PJ. Pero de su boca no ha salido todavía el aval para la candidatura de Cristina Fernández.

¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que falta? Falta, sobre todo, que Chiche decline su postulación. Ese eslabón permitiría encadenar el acuerdo general, en el orden nacional y provincial. Habría una repartija por tercios y a Felipe Solá le correspondería su tajada. El 66% restante podrían convenirlo Kirchner con Duhalde.

(...) El kirchnerismo denuncia que el caudillo promueve la demora para impacientar al Presidente y forzarlo a una transa incómoda de última hora. Otros mejor pensados dicen que está en una paciente tarea de persuasión para que Chiche resigne su lugar. Y que necesita tiempo.

Pero el tiempo no es lo que sobra. El jueves vence el plazo para el cierre de las listas nacionales y provinciales. No podría acordarse nada si no hubiera garantía de que el duhaldismo respaldará a Cristina. Así piensa Kirchner. ¿Así piensa Duhalde? Quizás el ex presidente desee primero resolver el conflicto en Buenos Aires, donde Solá lo desvela. Recién después entraría Chiche en escena.

La incertidumbre empaña el horizonte del Gobierno. Los vientos electorales parecen soplar a favor de Kirchner. Pero se levantan tres macizos que obligan a moderar el optimismo. Aquella incógnita en Buenos Aires; la partición de votos que habrá, al margen del resultado, en Capital, y el enorme enigma abierto en Santa Fe (...)".

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