El camino de un obstinado empresario en busca de un lugar en la política

Los esfuerzos de Francisco de Narváez ingresando a América (Canal de la Ciudad de La Plata), comprando pertenencias de Evita y financiando el mausoleo de San Vicente adonde irán los restos del matrimonio Perón le sirvieron para que Duhalde le de el visto bueno y lo incorpore en la lista de octubre. Este es el último desafío del empresario nacido en Bogotá hace 50 años y nacionalizado argentino, millonario, con la palabra "crisis" tatuada en su cuello en chino y sobre todo emprendedor y audaz, quien ha logrado transitar los pasillos de los más diversos bunker presentando sus proyectos, ofreciendo su subsidio pero con un claro objetivo: Jugar en la liga alta de la política.

¿Qué tienen en común Macri, Carrió, Kirchner, Menem, Duhalde? Además de su perfil político algo que necesariamente esta ligado a ello: Su ambición de poder. Esto es también lo que los vinculó en diferentes momentos a otro personaje que tiene el poder económico pero busca poder político: Francisco De Narváez.

De Narváez, empresario nacido en Bogotá hace 50 años y nacionalizado argentino, millonario, con la palabra "crisis" tatuada en su cuello en chino y sobre todo emprendedor y audaz, ha logrado transitar los pasillos de los más diversos bunker presentando sus proyectos, ofreciendo su subsidio pero con un claro objetivo: Jugar en la liga alta de la política.

Repasemos un poco su historia de la mano de diversos políticos para entender el lugar que ahora ocupa cerca del duhaldismo.

En un reportaje concedido al diario La Nación en septiembre de 2002, Francisco De Narváez, por entonces abocado a su fundación "Creer y Crecer", se sentía desilusionado por la decisión de Mauricio Macri de no ser presidente y afirmaba que ponía su programa "al servicio del próximo presidente, sin importar su partido".

En ese entonces trabajaba con unos 300 técnicos y su fortuna era cercana alos US$ 175 millones. Aunque aseguraba no estar convencido por ningún candidato confesaba sentirse atraído por Carlos Reutemann. Una nueva desilusión.

"Si me pregunta si quiero que se presente Reutemann, yo le diría que sí", dijo en el reportaje donde se refirió a su plan nacional que fue originalmente concebido para Macri quien optó por la candidatura a jefe de gobierno porteño.

De Narváez votó a Carlos Menem, a Fernando De la Rúa y a Luis Zamora. Se define como "emprendedor" y con "vocación de poder para poder transformar la sociedad".

"Entiendo la política como el vehículo para aportar soluciones. Estoy dispuesto a poner el esfuerzo atrás de lo que digo. Si hay que ir a la gestión publica, será desde donde sea. Hay que dar la pelea", dijo el empresario en aquel momento dejando en claro que su compromiso con la política no contemplaba límites.

# Un nuevo traspié

Reutemann no sería de la partida pero De Narváez no se quedaría de brazos cruzados. Antes de decidirse en acompañar la campaña de Carlos Menem, el empresario tuvo un acercamiento con el equipo económico de la líder del Ari, .

Precisamente se reunió con el candidato a vice de Carrió, el mendocino Gustavo Gutiérrez, quien calificó el encuentro como uno de los más "constructivos". Sin embargo, ningún plan prosperó.

Resultó que los intereses de Francisco De Narváez lo impulsaron a apostar fuerte a la campaña del ex presidente Carlos Menem en el año 2003.

"Con el sufrimiento y con el hambre de los argentinos no se debe hacer política", afirmaba en plena campaña cuando se había confirmado que, de triunfar Menem, él ocuparía el ministerio de Desarrollo Social.

Sabemos como terminó todo. Menem se bajó de la segunda vuelta, De Narváez quedó dando vueltas y Kirchner se acomodó en el sillón de Rivadavia casi sin darse cuenta. Era hora de apuntar hacia la "vieja nueva ola".

# Coqueteo oficialista

El capítulo político en la vida de Francisco De Narváez no caducó con el fracaso de Menem y rápidamente se rearmó para seguir con su proyecto.

Fue así que el gabinete de Nestor Kirchner tampoco pudo dejar de tentarse con las mieles de De Narváez quien, no sólo fue recibido en Casa de Gobierno en el mes de marzo, sino que formó parte de la comitiva de viaje durante la última gira a Alemania.

¿Quién hubiera dicho que el ex financista de Menem pondría un pie en la Casa de Gobierno durante el Gobierno de K?

"La lectura que hacen algunos hombres del gobierno para admitir este sondeo (de visitas a la Casa de Gobierno) se apoya en la necesidad urgente que tienen de quemar todas la naves en la elecciones legislativas de octubre", informaba el diario Río Negro al dar la noticia de la visita de De Narváez.

Fue en abril cuando el presidente Néstor Kirchner encabezó una visita oficial a Alemania, donde además de estar acompañado por varios funcionarios nacionales, fueron de la partida los empresarios Matías Kleinhempel, de Siemens, Francisco de Narváez y Victor Klima, de Volkswagen.

# Ahora, con Duhalde

La última inversión del ex dueño de Casa Tía, fue la compra de la biblioteca de 1.150 volúmenes de Perón por €120 mil (US$148 mil) y por otros €75 mil (US$93.000) hizo bajar el martillo por el uniforme de gala que vestía el general cuando asumió el poder en su tercera presidencia.

Al parecer sus esfuerzos al ingresar a América (Canal de la Ciudad de La Plata), comprar las pertenencias de Evita y financiar el mausoleo de San Vicente adonde irán los restos del matrimonio Perón habrían servido para que Eduardo Duhalde le de el visto bueno y lo incorpore en la lista de octubre.

Esta es la última intromisión en política de Francisco De Narváez que, como yo lo demostró en varias oportunidades, no se quedará quieto en su afán de ser una figura política de poder.

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