De lectura obligada: Sepa todo sobre franquicias chinas

Tener una franquicia en China sería hoy -para un argentino- tocar el cielo con las manos si se proyectan los 1.300 millones de potenciales consumidores que habitan en ese país. Pero poner en práctica semejante proyecto supone pisar tierra firme. Es que para hablar de franquicias en China primero se deben realizar años de testeos y estudio de mercado. Por lo menos así lo hicieron marcas del tamaño de KFCS (hoy tiene más de 1.000 locales), McDonald’s (600), Pizza Huts (110) y Starbucks (60). La cadena más grande de venta al público de ese país con 9.200 licencias de franquicia en 700 ciudades pertenece a Kodak. Ahora bien, ¿Cuál es su situación real en materia de franquicias en China?, ¿Qué expectativas plantea este mercado? Y, sobre todo, ¿Cuáles son las claves para operar en él?. Cheung Ngan Wu, un ejecutivo chino experto en mercadeo de paso por Buenos Aires e invitado por la Unión de Franquicias Argentina de Franquicias, habló con U24 de este tema.

China dio un salto enorme en el sistema de franquicias con tan solamente 9 años de experiencia. De tener 410 redes en 2000, el año pasado cerró con la apertura de 900.000. Además, un 37 % de las empresas franquiciadas se han consolidado en apenas el primer año de su apertura, y es este crecimiento de las franquicias en China, una de las causas más evidentes del fenómeno que representa el gigante asiático para el mundo.

El franchising es un moderno sistema de distribución de productos o servicios, según el cual una empresa que ha logrado un éxito comercial en un área específica de negocios, transmite a otro empresario independiente todos sus conocimientos específicos y experiencia sobre el negocio original, a cambio de un derecho inicial más un porcentaje de regalías mensuales, permitiéndole duplicarlo en su totalidad, incluyendo el uso de sus marcas comerciales y símbolos distintivos. De esta manera se reducen drásticamente las posibilidades de fracaso para el adquiriente de la franquicia.

A pesar del crecimiento, el sistema de franquicias en China no cuenta con mucha experiencia y además presenta ciertas trabas que el empresario local debe tener en cuenta.

En el país asiático, los contratos tienen (en su mayoría) una vigencia de entre uno y dos años, cuando en promedio se sitúa entre los nueve y los 10 años.

Otro factor es que los chinos manejan conceptos o rubros masivos o estandarizados. De hecho, 43.4% de sus franquicias cae en el sector alimentos, entre las que destacan restaurantes de comida tradicional, como pato laqueado y carnes con salsa de cacahuate; rápida, como sushi; e internacional, como hamburguesas y pizzas.

Todo esta situación contrasta con las escasas facilidades que hasta ahora han proporcionado las autoridades chinas, tanto minoristas extranjeros como mayoristas son conscientes de que la apertura comercial de China no les ha dado las suficientes oportunidades ni todas las facilidades que cabía esperar hasta ahora.

De ahí la nueva regulación específica que promueve la entrada de capital extranjero y facilita las gestiones a aquellas empresas que quieran entrar en el gigante asiático. Esta regulación "permite a empresas de propiedad totalmente extranjera establecer operaciones al por mayor y de venta al público en todas partes del país, lo que promete cambiar radicalmente el paisaje comercial de China".

Concretamente, con la reciente entrada en vigor de esta reglamentación, este país aprueba la creación de empresas mixtas comerciales de capital extranjero y las empresas de propiedad 100% extranjera. Asimismo se eliminan las barreras geográficas para las empresas mayoristas desde junio de 2004 y las empresas minoristas tienen acceso a todas las ciudades a partir de diciembre de 2004.

Aún con todo, la captación de franquiciados chinos para conceptos occidentales no siempre es fácil, a pesar de sus objetivos mutuos, las mayores facilidades dadas por la administración china y la nueva regulación.

Por ejemplo, el gobierno chino posee toda la tierra y casi todos los edificios, y agencias de gobierno determinan quién puede alquilar el local. Dificultades que se acrecentan por el gigantismo del aparato burocrático y los aranceles.

* Requisitos a tener en cuenta

Primero deben obtener el certificado de aprobación como empresa de inversión extranjera y posteriormente pasar las formalidades de registro de la empresa y revisión en las Administraciones Estatales de Comercio e Industria (SAIC).

Además de esto, deberá proporcionar cada mes de enero el contrato de franquicia firmado el año anterior. Este deberá ser proporcionado a las autoridades de aprobación originales y a las autoridades comerciales locales donde están localizados los franquiciados.

Por último, obliga a facilitar a los franquiciados orientación en la gestión de sus negocios así como formación y un sistema de suministro estable, se precisa que el franquiciador tenga al menos dos puntos de venta directos establecidos por sí mismo o mediante una subsidiaria u holding con una historia de más de un año en territorio chino.

* Un mercado con poca experiencia

El sistema de franquicias comenzó en China a finales de los años 1980, pero su entrada en la Organización Mundial del Comercio en 2001, la organización de las próximas Olimpiadas de 2008 y un crecimiento del PBI del 9 % anual ha conducido a un aumento espectacular del sistema de franquicias.

"La situación es cada vez mejor pero estamos a medio camino de que se trate de un mercado normalizado. La franquicia ya es conocida para la autoridades chinas que se han puesto manos a la obra para seguir desarrollando legislación en esta materia", explica Wu.

China es "un destino amable y rentable para las cadenas de franquicias en general, que pueden beneficiarse de un mercado mayor que el de USA".

Según la China Chainstore and Franchise Association (CCFA), este país cuenta actualmente 1.900 cadenas de franquicia y aproximadamente unos 120.000 centros.

En este momento se calcula que la franquicia apenas supone el 3% de la facturación total del comercio minorista. Esta cifra produce un fuerte contraste con USA, un país en el que operan aproximadamente el mismo número de franquicias y en el que esa cifra alcanza el 30 %.

Además si se tiene en cuenta que China está creando una clase media que debería llegar a 200 millones de personas hacia 2009. y la renta per cápita en China superó los US$ 1.000 el año pasado, y se calcula que para el 2010 el 56% de los habitantes estén por encima de los US$ 2.700 , las cifran suponen que China va a camino a un boom consumista del que los empresarios –sobre todo extranjeros- querrán tener su tajada.

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