Adrián Ventura y una lección de Julio Ramos (no dejen de comprar EDICIÓN i esta semana)

POR EDGAR MAINHARD No faltaron quienes me dijeron: "No te metas más en este tema. Dejá que compren la revista EDICIÓN i esta semana y luego escribí". Pero creo que es bueno escribir ahora para provocar el debate en esta profesión que tanto lo necesita y, además, para vender más ejemplares de EDICIÓN i, obviamente. También para rendir un pequeño homenaje a Julio Ramos.

Oliviero Ponte di Pino es el autor de un libro titulado 'El que no lea este libro es un imbécil', y él afirma: "El hombre es un animal racional que se comporta como un imbécil."

Un crítico literario se preguntó, con cierta profundidad: "Pero, ¿se comporta así a pesar de ser racional o justamente porque lo es? Ésta es sólo una de las infinitas paradojas de la estupidez, un indicio más de su oscuro poder, cruelmente gracioso y entrometido."

Por motivos bastante obvios, este recuerdo se me cruzó cuando leí la columna del periodista Adrián Ventura, hoy en el diario La Nación, titulada 'Época de definiciones'.

Ventura afirma: "(...) A Galeano le pesa el fracaso de no haber esclarecido el hecho y, fundamentalmente, le cabe la responsabilidad de haber desviado la pesquisa, alejándola de la búsqueda de la verdad y persiguiendo a gente inocente, como lo puso en evidencia un tribunal oral federal hace diez meses".

Habría que recordale a Ventura que el fallo del Tribunal Oral Federal Nº3 se encuentra apelado ante la Cámara de Casación por 3 entidades judías argentinas: la Daia, la Amia y la Agrupación Familiares.

¿Cómo es que, entonces, cuando no hay una sentencia en firme, Ventura dice que se trataba de gente inocente?

Recuerdo haber sido el 1er. periodista acreditado por la agencia Diarios y Noticias en el Ministerio de Economía, compitiendo sin cuartel con Marcelo Bonelli y Fernando Del Corro, los acreditados de Noticias Argentinas. El vocero de Roberto Teodoro Alemann, Alfredo Durán, llamaba a Horacio Tato, quien era el director de DyN, y se quejaba con cierta amargura. Pero lo que percibí era que la tentación del entendimiento entre periodistas y funcionarios era enorme cuando uno era un acreditado.

Bastantes años después trabajé en 'Ambito Financiero', donde Julio Ramos, su fundador y editor, tiene una idea muy interesante, aunque no siempre pudo hacerla cumplir: es mejor no tener acreditados.

Su idea -luego de haber sido, en sus comienzos, un periodista acreditado en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires- es que los periodistas acreditados tienden a establecer complicidades con quienes los alimentan informativamente. Él prefería -y creo que con una lógica impecable- que los periodistas roten.

Claro que en temas como el Judicial es muy complicado porque por cierto que se trata de una especialización periodística, en cuanto a normas y procedimientos, a léxico y a códigos.

Por todo esto resulta curioso que Ventura afirme que el magistrado llevó a la cárcel a gente inocente, cuando los damnificados (la comunidad judía argentina) opina lo contrario.

Hacia el final de un 'costurita', Ventura afirma lo siguiente: "Resta cubrir el Juzgado Federal N° 1 de San Isidro, con competencia en una amplia jurisdicción que incluye la quinta de Olivos. Es el cargo que quedó libre tras la remoción de Roberto Marquevich. Todo indica que la designación recaerá en Sandra Arroyo Salgado, la candidata que mejores cualidades acreditó ante el Consejo".

Planteado en estos términos, un lector cualquiera -los propios jefes de Ventura como el muy avezado y respetado Héctor D'Amico- podrían considerar que es un dato más, al pasar.

Pero Arroyo Salgado no es una 'Señora de Nadie'. No.

En 1er. lugar, Arroyo Salgado fue una colaboradora importante del senador nacional Jorge Yoma, quien es presidente de la estratégica Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación, además de integrante del Consejo de la Magistratura.

En 2do. lugar, ella es la esposa de un personaje clave en el tema Amia. Ya que Ventura conoce tanto sobre el caso Amia como para desmentir a la colectividad judía argentina y afirmar que Galeano mete presa a gente inocente, ¿conoce o ignora de quién es mujer Arroyo Salgado?

¿No merecía -el personaje y su conexión- extenderse un poco más en esta cuestión? ¿O es que Ventura comprendió que podría revelar un escándalo que preocupa a mucha gente en el Poder Judicial?

Por supuesto que no lo revelaré aqui porque es el tema de una de las notas de tapa de la revista EDICIÓN i -que está online desde ayer y hoy llega a los kioscos-, pero ¿por qué no le pregunta D'Amico a Ventura de quién es la mujer Arroyo Salgado, y cuál es la relación de su esposo con la causa Amia?

Entonces sí, probablemente, uno comprenda quién 'le sopló' a Ventura la nota que firma hoy, y uno entendería que, una vez más, Julio Ramos tiene razón.

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U24, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2005.

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