Psicosis: El sospechoso asesinado por Scotland Yard era un inocente

Scotland Yard ha informado de que el hombre que fue abatido ayer a tiros por la policía británica en el metro de Stockwell no está relacionado con los atentados de Londres. Se trataba de Joao Alves Menezes, de 27 años, electricista brasileño. La policía ha calificado los hechos de "trágico error". Es un ejemplo de la psicosis que hay en el Reino Unido, que resulta el gran logro de los terroristas. Así pierde la libertad y la justicia.

Scotland Yard ha informado de que el hombre que fue abatido ayer a tiros por la policía británica en el metro de Stockwell no está relacionado con los atentados de Londres. La policía ha calificado los hechos de "trágico error". Es un ejemplo de la psicosis que hay en el Reino Unido, que resulta el gran logro de los terroristas.

En un comunicado, la Policía Metropolitana sostuo: "Creemos que sabemos la identidad del hombre tiroteado, aunque aún estamos pendientes de la identificación formal".

"Ahora estamos seguros de que no está conectado con los incidentes del jueves 21 de julio", confirmó.

"Perder la vida en tales circunstancias es una tragedia, que la policía lamenta", agregó. "El hombre salió de una bloque de pisos en el área de Stockwell que estaba bajo vigilancia policial, como parte de la investigación de los incidentes del 21 de julio", dijo Scotland Yard.

"Oficiales le siguieron hasta el metro. Su ropa y su comportamiento aumentaron sus sospechas", explica la policía, que concluyó afirmando que las circunstancias de la muerte están siendo investigadas, y serán transferidas a Asuntos Internos.

El hombre abatido a tiros era un joven de 27 años de nacionalidad brasileña, Joao Alves Menezes, que recibió 5 tiros en la cabeza poco después de entrar en un vagón del metro en la estación de Stockwell siendo perseguido por la policía.

Él trabajaba como electricista y vivía cerca de la estación de metro donde fue tiroteado. Llevaba viviendo en Londres 3 años con los papeles en regla, y era procedente de la provincia de Gonzaga, en el interior del estado brasileño de Minas Gerais.

Según informa Sky News, un primo del fallecido, también de nacionalidad brasileña, se habría acercado hasta las dependencias de la policía londinense para identificar los efectos personales de la víctima.

Minutos después de tener confirmación de la identidad del fallecido, el ministro brasileño de exteriores ha solicitado una reunión urgente con su homólogo inglés, para pedirle explicaciones del incidente.

El incidente ocurrió en la estación de Stockwell, cerca de la de Oval, en el sur de Londres, donde un supuesto terrorista dejó una mochila con un artefacto explosivo que el jueves no llegó a estallar.

El sospechoso, de aspecto paquistaní, fue visto saltando una barrera y entraba en un vagón de un tren estacionado en esa estación de línea Northern Line.

Uno de los pasajeros, Mark Whitby, declaró a la BBC que vio a "un hombre correr hacia el tren perseguido por 3 agentes de policía vestidos de paisano".

Según precisó: "uno de ellos corría con una pistola negra en la mano -parecía una automática-, le empujaron contra el suelo, le golpearon en la cabeza y le dispararon 5 veces casi a quemarropa".

Según este testigo, al hombre se le veía "fuera de lugar", porque llevaba un abrigo de invierno en pleno verano.

La directriz: "Disparar a matar"

La operación antiterrorista británica corre peligro de convertirse en una "caza del hombre" tras la muerte a tiros de este hombre ajeno a los atentados y las instrucciones recibidas por la Policía de "tirar a matar".

La recomendación de disparar directamente a la cabeza en lugar de al pecho o los miembros, obedece, según los mandos policiales, a que es la única forma de evitar que el sospechoso accione los explosivos que pudiera llevar encima, lo que permitiría salvar otras vidas.

Antes de la confirmación del error de Scotland Yard, el diario 'The Daily Telegraph' informaba de que las primeras pruebas forenses efectuadas sobre el cadáver indicaban que no llevaba ninguna bomba ni cinturón con explosivos.

El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, explicó a la prensa, para justificar ese tipo de acciones, que sus fuerzas se enfrentan al "mayor desafío al que han tenido que hacer frente nunca", se refirió a "amenazas desconocidas hasta ahora" y pidió "comprensión" por parte de todas las comunidades del Reino Unido.

La asociación de musulmanes de Gran Bretaña (MAB) -la más radical de las asentadas en Reino Unido- ha mostrado su indignación por la muerte.

"Es espantoso, la gente va a tener miedo de caminar por la calle", ha declarado a la BBC Azzam Tamimi, portavoz de la asociación. "No puedo llegar a entender cómo alguien inmovilizado en el suelo puede representar un peligro", ha añadido.

Previamente, la Comisión Islámica de Derechos Humanos ha reclamado ya una investigación pública sobre las circunstancias que llevaron a la policía a matar al sospechoso. La Comisión califica lo ocurrido de "asesinato extrajudicial por policías entrenados para disparar y matar".

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