TENSIÓN EN MEDIO ORIENTE

Mientras Asad felicita al Ejército, se convoca a reunión por Siria

La represión y la reivindicación de la represión en Siria, provocan no solo un aislamiento creciente del presidente Bashar Asad sino críticas desde todos los países.

El presidente sirio Bashar Asad ha felicitado al ejército "patriótico" sirio, símbolo del "orgullo" nacional, en el 66º aniversario de su creación, 1 día después de la represión militar de las protestas de Hama en la que murieron, al menos, 100 personas, según informa la agencia oficial Sana.
 
El objetivo, al parecer, era acabar con los disturbios antes del comienzo del mes sagrado de Ramadán.
 
En la felicitación, publicada en la revista del Ejército, Asad considera que desde su creación, las fuerzas armadas han sido "un modelo de compromiso con las causas de la nación y defensores de sus derechos".

"Saludo a cada soldado y felicito la ocasión de este 66º aniversario de la creación del ejército sirio, que defiende los derechos ante los planes agresivos que sufrimos a día de hoy y sufriremos mañana", ha afirmado Asad en su discurso.
 
"Ustedes representan el orgullo y la ferocidad", sostuvo el líder sirio. "Estoy seguro de que somos capaces, junto con la clarividencia de nuestro pueblo y nuestra unidad nacional, de derrotar este nuevo episodio de un bien urdido complot, encaminado a resquebrajar Siria", ha sentenciado.
 
"Estamos más determinados que nunca a perseverar en nuestra política", ha afirmado Asad.
 
"A este ataque perverso no le irá mejor que los previos. Todas las personas honradas de Siria confían en que saldremos de esta crisis más poderosos, más presentes y más efectivos regional e internacionalmente", agrega.
 
Asad destacó que el ejército ha demostrado "lealtad a su pueblo, a su país y a su credo", y que sus "esfuerzos y sacrificios serán admirados".
 
Para el gobernante sirio, su país continuará la presión para alcanzar una paz "justa y global basada en las legítimas resoluciones internacionales que estipulan que Israel se retire de las tierras árabes ocupadas a las fronteras anteriores al 4 de junio de 1967".
 
Asad finalizó reiterando que "las dificultades nos harán más resistentes y las conspiraciones, más fuertes".
 
Pero la represión de Bashar Asad ha provocado la indignación de los países e instituciones internacionales
 
Alemania, que presidía hasta el domingo 31/07 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) ha sido uno de los más críticos con la campaña de represión, y ha solicitado una reunión de urgencia de dicho Consejo para tratar la situación en Siria, pese a que China y Rusia ya demostraron sus reticencias a tomar cualquier decisión.
 
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, ha insistido en que la intervención internacional tiene que venir no sólo de las naciones occidentales sino también de los países árabes, como ya se ha hecho en Libia.
 
Sin embargo, Hague ha descartado por ahora que se pueda realizar una acción militar contra el Gobierno de Damasco, calificándola de "posibilidad remota. Queremos medidas adicionales. Queremos una presión mundial más fuerte", ha adelantado.
 
Alexander Eberl, portavoz germano, ha asegurado que espera que el encuentro se produzca este mismo lunes 01/08.
 
"Lo que estamos viendo en Siria me indigna profundamente. El régimen del presidente Asad continúa disparando contra su propio pueblo, por lo que también este fin de semana hay que lamentar muchos muertos", señaló el titular de Asuntos Exteriores germano, Guido Westerwelle, en un comunicado.
 
Por ello, "el Gobierno Federal exige al presidente Asad el fin inmediato de la violencia contra los manifestantes pacíficos", ya que "sólo la inmediata marcha atrás y un diálogo serio con voluntad de cambio pueden evitar un derramamiento de sangre aún mayor", agregó.
 
"Si el presidente Asad continúa sin estar dispuesto a un cambio de rumbo, aplicaremos sanciones adicionales con nuestros socios de la Unión Europea", advirtió.
 
En este sentido, señaló que continúan los esfuerzos con Estados Unidos y los socios en la región, sobre todo Turquía, por empujar al régimen sirio a reconsiderar sus acciones.
 
"Seguimos profundamente convencidos de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe responder a la violencia. No cejaremos en nuestro empeño por conseguir para ello el apoyo de los estados con una postura reservada", añadió.
 
La Red Árabe para la Información de Derechos Humanos (RAIDH) ha sido una de las organizaciones más críticas al denunciar que el "silencio" de los países árabes y de la comunidad internacional "mata a los ciudadanos desarmados que reclaman democracia".

"La situación de los derechos humanos está en continuo declive en Siria, desde el comienzo en marzo de las protestas y manifestaciones que piden la salida de (el presidente sirio) Bachar Asad y su régimen", señaló en una nota.
 
El Parlamento Europeo, a través de su presidente, Jerzy Buzek, también quiso condenar "en los términos más firmes posibles" el ataque militar en la ciudad de Hama y en otros puntos del país. "La masacre debe detenerse y el régimen debe iniciar la transición de poder", enfatizó.
 
El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, expresó en un comunicado su deseo de que "Siria pueda llegar a una solución de la crisis a través de la realización de reformas por parte del Gobierno e inicie un diálogo con la oposición".
 
Desde el Gobierno ruso también se llama a "poner fin a la represión" en Siria y se pide al régimen y a la oposición que renuncien a la violencia, tras la intervención en Hama.

"Pedimos al Gobierno y a la oposición siria que renuncie a las provocaciones y a la represión", indicó este lunes un miembro del cuerpo diplomático ruso.

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