Muchachos, aflojen con la Messimanía

¿A dónde queremos llegar con esto? Podemos destruir a un talento con una comparación muy discutible, innecesaria e injusta. POR FABIO TALARICO

Hablar de Lionel Messi es ocuparse de un proyecto a futuro de un jugador interesantísimo. Porque es guapo, hábil, tiene gol y mucho panorama para jugar este deporte tan competitivo en estos tiempos. Es distinto por donde se lo mire.

Lo ha demostrado y con creces en el mundial de su categoría jugado hace poco en Holanda tras conseguir el título, y elegido, con justicia, el mejor futbolista del certámen.

Es la joyita ascendente del poderoso Barcelona, y acaba de ser convocado por el entrenador del seleccionado mayor argentino para disputar el amistoso del 17 ante los húngaros.

Juega de 10, salió campeón del mundo juvenil, y la primera cita grande con la selección mayor es con Hungría.

Muchas similitudes con Diego Maradona. Pero, ¿no nos estaremos equivocando? ¿No estaremos imitando a los simpatizantes de Argentinos Juniors que obligaron a Claudio Borghi a parecerse a Maradona, y terminó sepultado cuando era un talentoso inventor de 'rabonas' imposibles?

Aquí veo que surge el problema. No por él, sino por nosotros.

Esta 'pelota imparable' que se viene con la comparación del jugador más grande de la historia para el fútbol argentino, y de muchas otras latitudes, puede ser perjudicial.

Influye nuestra idiosincrasia de pretender un icono contemporáneo, un heredero para ese trono vacante. Por supuesto que futbolísticamente todo era más sencillo con Maradona luciendo la 10 celeste y blanca, se entraba más seguro al terreno de juego confiando en que él ya iba a inventar algo.

Pero, ¿qué tiene que ver eso con Messi?

Él es un adolescente, palabra que viene de 'adolecer', según la etimología lingüistica.

Primero, es una persona que, como todas, puede enfrentar situaciones difíciles e inevitables porque nadie tiene el resultado asegurado en este circo.

Luego, tiene mucho por recorrer y aprender. Se lo dijo el propio Maradona, consultado en Holanda por la prensa; y Maradona decidió aliviarle tensiones: "Antes de la selección tiene que acumular minutos en la 1ra. División del Barcelona". Ese es el camino.

Las confusiones que le puede generar este medio a Messi pueden jugarle a futuro en su contra. Y esa no es la idea.

Además, la comparación es impropia por varios motivos. No es igual Argentinos Juniors que Barcelona, y Villa Fiorito no es un barrio de la populosa capital de Catalunya.

Dejemos que trabaje la cantera del Barcelona, donde pulen a Messi; y disfrutemos con lo que tenga para darnos, sin presionar.

Esa necesidad de ser los mejores en todo (cuando es una mentira, no lo somos), se puede convertir en una presión imparable.

La selección mayor tiene gran exposición y presión, y no hay persona en el mundo que escape a eso. Lo que cambia es cómo se la sobrelleva, y para eso se precisan dotes futbolísticas y equilibrios que son extrafutbolísticos.

Los errores que se cometen a menudo, y son destructivos, es comparar al ídolo glorioso con quien nace como estrella.

Pero es difícil parar la pelota, porque somos como somos y por la necesidad que tienen los medios de fabricar ilusiones, que es su negocio.

Pero, porque el proyecto lo requiere, seamos una sociedad constructora. No la sociedad destructora de siempre con esos temas futboleros.

Messi tiene todo el futuro por delante, además del crédito abierto. Ayudemos a que su proyecto se pueda llevar a cabo.

Ya tendrá bastantes problemas por sortear cuando tenga la pelota en los pies y los rivales traten de impedir toda la magia que lleva dentro.

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