Chile: Hoy Bachelet ganaría en 1ra. vuelta

Las versiones oficialistas en Chile son múltiples: euforia por la candidata propia y expectativa por la crisis de los rivales; avanzando sobre la posibilidad de que Joaquín Lavín se retire de la contienda.

En Chile, si se restaran los votos nulos y blancos, como debe hacerse en la elección, la candidata oficialista Michelle Bachelet, registra un 48,4% de respaldo, alcanzaría el 55% y se impondría en 1ra. vuelta, de acuerdo a una encuesta de 800 casos en la Región Metropolitana (el Gran Santiago) que informa el diario La Tercera.

Michelle Bachelet superaría, además, por casi 30 puntos a Joaquín Lavín en una eventual 2da. vuelta, distancia que disminuye a 20 puntos ante Sebastián Piñera.

A casi 3 meses de la irrupción del empresario Piñera, de RN, en la carrera presidencial, Lavín conserva el 2do. puesto -aunque hay un avance notable de Piñera entre los independientes- y los votos de ambos candidatos, sumados, alcanzan apenas un 35,8%.

Mientras, en el escenario supuesto de que llegara un candidato único de la Alianza a diciembre, Bachelet obtendría ante ambos más del 50%, aunque su ventaja respecto de Piñera sería de 16,9% versus un 25,4% de distancia sobre el ex alcalde.

Bachelet gana en primera vuelta

La candidata oficialista tiene, en los estratos sociales medios, una votación neta superior al 50%, y su respaldo más bajo está en el ABC1 (43,2%). Sorprende que su apoyo sea idéntico en hombres (48,5%) y mujeres (48,3%).

Luego de 3 meses de que fuese proclamado por RN y lanzara su candidatura, Sebastián Piñera aún no logra superar a Joaquín Lavín, que le gana por 4%.

El mayor apoyo al ex alcalde proviene de las mujeres, entre las que alcanza un 23,2%, versus un 16% con los hombres. La situación es inversa con el empresario: 13,7% en mujeres, y 18,5% en hombres.

Asimismo, Lavín logra una mayor ventaja en los sectores medios y bajos, y en los mayores de 50%. Piñera, en cambio, crece en el ABC1 y entre los menores de 30 años.

La suma de Piñera y Lavín alcanza sólo al 35,8% y no logran forzar la 2da. vuelta. Esto desmentiría 'la tesis del socio', como bautizó el ex alcalde de Santiago, Lavín, la idea de que dos candidatos opositores, apelando a electores distintos, sumarían más votos.

Otra tesis que pierde asidero es justamante la contraria. Es decir, que con un candidato único hay más posibilidades de ganarle a Bachelet.

Al simular escenarios electorales eliminando primero a Lavín y luego a Piñera, la candidata oficialista obtiene en ambos casos más del 50%. La diferencia es que frente a Piñera ella lograría sólo un 51,5%, mientras que ante Lavín registraría un 56,6%.

En el caso hipotético de que hubiera una segunda ronda electoral, Piñera obtendría un mejor resultado que Lavín. Bachelet ganaría frente a él por un margen de unos 20 puntos. Si en cambio su rival en esta instancia fuera el ex alcalde, su ventaja sería de casi 30 puntos. Como sea, la distancia es más que expresiva.

Un 57,7% afirma que "con seguridad no votaría" por Lavín en diciembre. En el caso de Piñera, esta cifra alcanza al 32%.

Ante la pregunta "por cuál candidato no votaría por ningún motivo", Lavín marca un 45,5%, contra un 7,4% de Piñera. Este bajo rechazo del empresario se explica en parte porque el voto concertacionista tiende a castigar más al ex alcalde.

Al consultar respecto de quién cree que será elegido en diciembre próximo, Bachelet alcanza un altísimo 74,1%. Esta fuerte expectativa de triunfo no sólo explica la confianza del comando de la ex ministra, sino también el creciente desánimo en la derecha.

La pregunta "¿Cuál de los candidatos opositores piensa usted que competirá con Michelle Bachelet en segunda vuelta?" contrasta con los cuatro puntos que marca Lavín sobre Piñera en intención de voto. Casi un 60% de los encuestados cree que será el empresario quien pasaría a un eventual desempate con la candidata oficialista.

Sumando a quienes votarían nulo o blanco, con aquellos que no manifiestan opinión, hay un 12,3% de indecisos. Esta baja cifra está repartida de manera homogénea entre hombres y mujeres y los grupos socioeconómicos, con la excepción del ABC1, en que es muy baja.

¿Y ahora, qué?

"No tenemos ninguna posibilidad de llegar al Gobierno", sentenció el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, uno de los asesores más cercanos a Lavín.

¿Se está preparando el terreno para que Lavín baje su candidatura y la oposición llegue con una sola carta a los comicios de diciembre? ¿Le toca ahora al ex edil capitalino deponer sus aspiraciones presidenciales, tal como lo hizo Sebastián Piñera en 1999?

En la UDI niegan públicamente esta probabilidad, aunque en privado las voces se escuchan discordantes.

En Renovación Nacional hay un festival de encuestas respecto de quién lidera la competencia en la oposición: según la consultora Ipsos, Lavín está en el 3er. lugar en la intención de voto, con un escaso 16% de las preferencias, mientras que según la consultora Gemines lo devuelve al 2do. puesto, con un 23,7%, aunque en los dos casos la distancia que lo separa de Michelle Bachelet -quien no baja del 45% en la intención de voto- es definitiva.

La encuesta CEP de julio de 2003 indicaba que el 48% de la población creía que Lavín iba a ser Presidente; esta percepción ha bajado hoy al 14%.

El periodista Ascanio Cavallo apuntó que el conflicto entre los partidos de la oposición por la existencia de 2 presidenciables tiene consecuencias directas en los aportes económicos a las candidaturas.

Los empresarios que históricamente financiaron a Lavín tendrían ya las cosas claras. También ellos temen que no se llegue a una 2da. vuelta.

El cientista político Patricio Navia lo plantea así: "Es un círculo vicioso: como van muy atrás respecto del puntero, les llegan menos recursos para desplegar su propaganda. Con pocos fondos, decae el interés entre sus seguidores de trabajar por ellos. Con escasa gente en las calles, no se pueden captar más votos y el designio de fracaso se concreta".

En este sentido, los gritos de auxilio de Lavín de esta semana ("déjense de opinar y trabajen por mi campaña") marcaron el tono, para muchos patético, de su plegaria.

De acuerdo al diario 'La Nación', de Santiago, Sebastián Piñera está ya recurriendo a su bolsillo para financiar su campaña. De hecho, no necesita de la ayuda de nadie para levantar US$ 25 millones en una semana. Le bastaría con vender el 2% de sus activos en la Bolsa de Valores, pero ¿lo haría?

Las inesperadas declaraciones de De la Maza, que encendieron las especulaciones sobre la bajada de Lavín, fueron precedidas por dos hechos -igualmente insólitos- protagonizados por el dirigente de la derecha Pablo Longueira.

Primero, su autoproclamación como candidato presidencial para el año 2009 desconcertó a la derecha entera, puesto que implícitamente reconocía que en esta vuelta es mejor pasar.

Luego él realizó conciliadoras del diputado UDI el martes antepasado respecto del escándalo de presunta corrupción MOP-Gescam, el eje de la campaña de la derecha, y luego se reunió con el presidente Ricardo Lagos. Si para la Concertación la salida de Longueira fue una dulce sorpresa, para la propia UDI fue un verdadero balde de agua fría. Longueira le quitaba el piso a toda la aguerrida bancada de su partido.

Los golpes de timón de Longueira serían entonces, más que nada, intentos de reperfilar al partido en la derecha. Al mostrarse como hombre de Estado y de futuro, desplaza la imagen agotada y perdedora de Lavín, que ha terminado por empantanar a su partido, opacado por el dinamismo de un Piñera que no tiene que excusarse de nada, si de Pinochet se trata.

La bajada inminente de Lavín ha sido el comidillo de pasillos en los círculos políticos y de poder del país. Los rumores, interesados o no, en estos días han viajado a la velocidad de la luz. Se han escuchado diversas versiones sobre la gran movida que se estaría fraguando en la derecha. Unas dicen que ya le habrían ofrecido a Lavín la candidatura única de la Alianza por Santiago Oriente, donde se vería la suerte con Soledad Alvear, el consuelo de los "bajados". Longueira, en ese caso, iría por la Décima Norte, cuya plantilla aún está abierta. El futuro de Lily Pérez -las encuestas la muestran arriba de Longueira- queda en incógnita.

Versiones de prensa sostienen que la oferta al ex alcalde sería sustituir a Jovino Novoa en Santiago Poniente, donde la Alianza corre el riesgo de ser doblada por la dupla Zaldivar-Girardi. Militantes de la misma UDI han dicho a LND que Longueira tomaría el puesto de Lavín en la presidencial, como un saludo a la bandera, para salvar la mística del partido y arruinarle la fiesta a Sebastián Piñera.

El propio Lavín estaría, según diversas fuentes, pasando por una profunda crisis personal. Más de una vez ha amenazado a sus camaradas con dejarlo todo y partir por un largo período a USA, donde ya le han ofrecido trabajo como profesor universitario.

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