Timerman revela la mala relación entre Lavagna y Stiglitz

¿Por qué Roberto Lavagna no iría a una conferencia de Joseph Stiglitz? La respuesta la brindó Héctor Timerman, en una columna suya del 2 de febrero del año 2003, en la revista 'Noticias' antes de las elecciones, cuando Timerman ni se imaginaba que un día sería embajador en USA. El título original del artículo de Timerman es "El ministro nos engañó"" Evidentemente Stiglitz y Lavagna nunca se han llevado bien. Y Timerman siempre tuvo simpatía por Stiglitz. De pronto, el gobierno de Néstor Kirchner es carcomido por las diferencias entre quienes lo integran.

POR HÉCTOR TIMERMAN

Todos los países se asemejan en algún aspecto. Por ejemplo, Israel y Argentina viven obsesionados por su principal problema, la seguridad en el país levantino y la economía entre nosotros.

Para poder sobrevivir con semejante carga ambas sociedades necesitan constantemente encontrar signos de esperanza. Pensar que no hay salida tornaría una situación delicada en intolerable. La ilusión ni siquiera es lógica ni ideológica porque todo lo probado fracasó. Y sin embargo a derecha e izquierda la gente sigue buscando algo en que creer.

A veces la angustia colectiva creyó ver la solución en gente tan antagónica como José Gelbard o Roberto Alemann y también en Bernardo Grinspun o Domingo Cavallo. Y en Israel los mismos votantes que eligieron al pacifista Itzhak Rabin hace unos días votaron en forma abrumadora por un halcón, Ariel Sharon.

Pero en algo hay que creer y los argentinos han depositado buena parte de sus esperanzas en Roberto Lavagna. Ayudado por los medios que se beneficiaron con algunas de las medidas que aliviaron sus pasivos, la imagen del ministro de Economía ha crecido hasta convertirlo en un posible candidato a vicepresidente en representación del duhaldismo. No es poco para alguien que el Presidente no conocía hasta que lo nombró en su cargo.

Algunos comentaristas hasta llegaron a nombrarlo como el "Che Lavagna" por la supuesta, y falsa, presunción que logró frenar a los gurkas del Fondo.

Aún cuando hoy Lavagna sea tan alabado como algún día lo fue Cavallo por sus acuerdos con el Fondo no estaría de más recordar una reflexión del premio Nobel, Joseph Stiglitz: "Aunque la Argentina haya cumplido con todas las ordenes del Fondo, y no hubiese habido corrupción, hay pocos motivos para pensar que la crisis sería menos profunda. Necesitamos políticas diseñadas para reactivar la economía real, que significa crear mercados para los productos argentinos y proveer de crédito a sus compañías. Un estudio del Banco Mundial demuestra que la recuperación mejicana se debió al comercio financiado por importadores de Estados Unidos y no por el salvataje del Fondo".

Sin embargo, acordar con el Fondo se ha tornado, en la Argentina, una verdad indiscutible, hasta el punto que cualquier acuerdo se celebra como una buena noticia. ¿Alguien recuerda un acuerdo que los medios no hayan ensalzado?

Sin embargo hay algunas de las políticas acordadas con el Fondo que más que firmadas por el "Che Lavagna" parecen ejemplos de quienes creen que la economía no debe tener en cuenta al ser humano.

Por ejemplo, los jubilados más jovencitos, aquellos menores de 80 años, terminarán cobrando sus deudas en el 2008. En el acuerdo no figura ninguna partida para gastos de salud que evite que fallezcan durante la espera.

En cambio los bancos privados recibirán una inmediata compensación por la pesificación asimétrica y las perdidas de capital por los amparos otorgados, vaya insolencia, por los jueces que devolvieron depósitos.

Además de volver a aumentar el IVA a su nivel máximo, el ¿Che? Lavagna accedió a un ajuste de casi $ 3.000 millones y como a los argentinos les sigue sobrando dinero se aceptó la demanda del Fondo de aumentar las tarifas, aun violando las leyes vigentes.

Este acuerdo no parece que logrará los efectos indicados por Stiglitz para una expansión de la economía. Por el contrario, no se diferencia mucho de los acuerdos anteriores que ilusionaron a muchos y desilusionaron a muchos más.

¿Cuáles tendrían que ser los parámetros para decidir el éxito del acuerdo?. Propongo un índice que incluya cuantos jubilados se mueren antes de cobrar sus deudas, el nível de desempleo, el número de ex usuarios de los servicios esenciales, y, por qué no, el monto de los pagos que el "Che" Lavagna se juramentó a no interrumpir bajo ningún concepto.

El mismo Stiglitz recuerda en su ultimo libro que Estados Unidos nunca hace caso a las recomendaciones de los técnicos del Fondo. Y parece que tan mal no les va.

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