Como en el tercer mundo: Hospitales colapsados y grave riesgo de epidemias en Luisiana y Mississippi

El huracán Katrina dejó muerte a su paso. Pero lo que más preocupa a las autoridades son los brotes de enfermedades en Luisiana y Mississippi. Médicos estiman que la falta de electricidad impida el funcionamiento de las máquinas de los hospitales y que serias enfermedades empiecen a estallar.

A medida que avanzan las tareas de rescate, los temores de las autoridades de los estados devastados por el huracán Katrina se confirman. Los muertos no solamente pueden ser cientos, sino que los brotes de enfermedades empiezan a ser una amenaza concreta.

"Tenemos cuerpos muertos flotando en el agua que, en algún momento, van a empezar a crear un serio problema sanitario. Necesitamos toda la ayuda posible", explicó ante la prensa el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, sin precisar datos sobre el número de víctimas mortales en esa ciudad del Estado de Luisiana.

Las cifras siguen siendo confusas, pero todos coinciden en que los muertos que el ciclón dejó a su paso por los estados de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, que ya suman al menos 166, se contarán por cientos.

Un periodista local declaró a la cadena de televisión CNN que los equipos que tratan de rescatar gente en la pequeña localidad de St. Louis, en Mississippi, iban marcando con cruces rojas numerosas viviendas en las que encontraban cadáveres que no podían recuperar todavía por no contar con medios adecuados para transportarlos.

* Problemas de abastecimiento

En algunos lugares comienzan a escasear los alimentos, no hay agua potable ni electricidad y los servicios higiénicos dejan mucho que desear, hasta el punto de que algunos ciudadanos declararon en emisoras de radio locales que la gente se había visto obligada a hacer sus necesidades en bolsas de plástico.

La mayor preocupación en estos momentos es que se desaten epidemias debido a la putrefacción que pueden alcanzar en breve los cadáveres que flotan en varias áreas de la ciudad.

Además, portavoces de la Oficina de Preparación para Emergencias (OEP) advirtieron ayer que "centenares, miles de pacientes" en los hospitales de Luisiana (USA) corren peligro ante la falta de combustible para generar electricidad.

Un portavoz del sistema sanitario del Estado dijo que la situación está poniendo en compromiso "centenares, miles de nuestros pacientes. Quizás podamos funcionar un día más", pero expresó su temor a que las máquinas que mantienen con vida a centenares de pacientes empiecen a dejar de funcionar en las próximas horas.

La costa del Golfo se enfrenta al colapso de su sistema sanitario y varios hospitales de Nueva Orleans, una ciudad donde viven medio millón de personas, han tenido que cerrar a consecuencia de las inundaciones.

Al menos 10 hospitales requieren de la ayuda de generadores eléctricos para que los aparatos médicos sigan funcionando.

De acuerdo a informaciones del Diario El Mundo, sin luz los respiradores no funcionan, lo que significa que el personal sanitario tiene por ejemplo que ventilar manualmente a los pacientes que lo precisen. No hay aparatos de rayos, ni escáneres, ni aire acondicionado. Los laboratorios no funcionan, por lo que los médicos deben de determinar cómo de grave está el enfermo empleando sus cinco sentidos.

"En muchos aspectos, estamos funcionando como si estuviéramos en un país en vías de desarrollo en este momento", ha declarado al diario 'The New York Times' el doctor Kiersta Kurtz-Burke, un médico del Charity Hospital en Nueva Orleans.

* Sin medicamentos ni material

Las farmacias también se han visto afectadas por Katrina y las autoridades federales temen que el desabastecimiento de medicinas pueda durar meses, demasiado tiempo para miles de pacientes crónicos que necesitan seguir con sus tratamientos, como es el caso de los diabéticos y la insulina o los pacientes con problemas de corazón.

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