A 15 años de la muerte -ya en el olvido-, María Soledad no descansa en paz

La Catamarca de las Marchas del Silencio ya casi no recuerda el caso como solía hacerlo. "Es muy difícil que se haga justicia, porque la balanza se inclinó hacia los poderosos", afirma Ada Morales, la madre de María Soledad, la chica de 17 años que fue drogada, violada y brutalmente asesinada hace quince años. Mientras quedan muchas preguntas sin respuestas, Ada cuenta que Soledad fue "entregada la noche del 7 de septiembre a Luque y sus amigos para una fiesta sexual", en la que encontró la muerte.

"Es muy difícil que se haga justicia, porque la balanza se inclinó hacia los poderosos", dijo Ada Morales, la madre de María Soledad, la chica de 17 años que fue drogada, violada y brutalmente asesinada hace casi quince años.

"Esta es la Justicia que tenemos. El juicio duró mucho tiempo, el gasto fue tremendo y los dos detenidos ahora están caminando por las calles de Catamarca", agregó. El crimen generó 83 marchas del silencio y representó la caída del gobierno de Ramón Saadi.

La Catamarca de las Marchas del Silencio ya casi no recuerde el caso como solía hacerlo.

A Guillermo Luque (39) le impusieron 21 años de prisión por la violación seguida de muerte de María Soledad. Pero sólo cuatro fueron los que pasó de verdad en la cárcel, ya que en abril de 2002 le concedieron el traslado al Anexo Granja La Viñita y luego le otorgaron las salidas laborales, cuyas (laxas) condiciones ahora son otra prueba del olvido.

Lo curioso es que todos en Catamarca parecen haber vuelto a vivir, como si aquellas horas oscuras no formaran parte de su historia. Todos menos Ada Morales, quien desde entonces no ha vuelto a vestirse sino de negro, porque perdió a su hija.

El juez de Ejecución, Luis Guillamondegui, autorizó a Luque a salir para trabajar, de lunes a sábado, en el estudio jurídico de Oscar "Chorizo" Romero, ex marido de su hermana Alejandra.

Luque tiene permiso para trabajar de 8 a 13 y de 17 a 20. En el medio, "a fines de fortalecer vínculos familiares", puede ir a almorzar y a dormir la siesta a casa de su hermana o a Puerta de Hierro, residencia de su padre.

Pero quedaron muchas preguntas sin respuestas. "La Sole", como Ada llama a su hija mayor, cumpliría ahora 33 años. Eso si no fuera porque Luis Tula, el hombre del que estaba enamorada, la entregó aquella noche del 7 de septiembre a Luque y sus amigos para una "fiesta sexual".

Ada les explica a sus dos nietos mayores, quienes ya empezaron a preguntar por la tía de las fotos que "el poder político encubrió el crimen".

Tula (44) recibió 9 años y estuvo sólo cuatro. Desde que obtuvo su libertad condicional, en abril de 2003, vive en pleno centro de Catamarca.

Fijó su domicilio en la mismísima casa de Ruth Zalazar, la mujer con la que noviaba cuando ocurrió el crimen, con la que se casó poco después, y de la que se divorció justo antes de que lo juzgaran. Ahora le faltan unos pocos meses para que su condena quede cumplida, en abril de 2006.

"Ellos siempre decían que nosotros queríamos lucrar con la sangre de nuestra hija. El encubrimiento fue tan grande como el crimen. Todo quedó en la nada. Son varios los responsables y hubo muchos encubridores", sentenció Ada Morales en declaraciones radiales.

La monja Marta Pelloni, quien encabezó junto a los Morales las Marchas del Silencio durante tantos años, afirmó, según informa El Liberal, que también viajará a Catamarca para unirse a la familia de María Soledad en este triste aniversario.

"Necesitamos justicia. Hay mucha impunidad. El poder político trabajó en el encubrimiento", afirmó.

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