Juan Carlos Romero pidió que se designe a Néstor Kirchner presidente del PJ

Genuflexo, Juan Carlos Romero, gobernador salteño y ex candidato a vicepresidente de la Nación en la fórmula que encabezó Carlos Menem, hoy un firme aliado de Néstor Kirchner (el banquero Jorge Brito es un nexo importante), sostuvo que Kirchner está capacitado para asumir la presidencia del PJ nacional y si Kirchner no quiere presidir el PJ, debe haber internas.

El gobernador salteño, Juan Carlos Romero, le envió una carta al nuevo interventor del justicialismo nacional, Ramón Ruiz, pidéndole que el presidente Néstor Kirchner se habilitado para asumir la conducción del PJ.

La jueza federal María Servini de Cubría intervino el PJ al considerar que se encontraba "acéfalo" y que podría desencadenar la fractura definitiva del peronismo.

Entonces Romero le envió una carta a Ruiz, manifestando su impresión de que debería ser el presidente Kirchner quien comande "naturalmente" al partido.

"Néstor Kirchner está legitimado desde el poder para asumir la conducción del PJ. Ejerce la Presidencia de la Nación y este hecho lo convierte en el mayor referente inter pares en el concierto peronista", escribió Romero.

Agregó: "Del mismo modo, expreso que si la decisión pers onal del com pañero Kirchner es la no participación en la conducción del PJ, él debe contribuir y alentar, en forma perentoria, al pronunciamiento democrático de nuestros afiliados en elecciones internas".

En verdad, el texto es parte de la propuesta pública de reorganización
partidaria que Romero dio a conocer en diciembre del año pasado, denominada 'Carta Abierta al Peronismo', y enviada al propio presidente Kirchner, a los gobernadores ju ticialistas y a los presidentes de distrito.

"Resulta cuanto menos incom prensible que el partido político de mayor influencia desde el advenimiento de la democracia en la Argentina hoy dependa de las decisiones de un Juzgado Electora l", afirmó ahora Romero en su carta a Ruiz.

Tras recordar el significado renovador del peronismo en los últimos 60 años, considera que "semejante historia merece otro presente. Todos fuimos responsables, en menor o mayor medida, de la diáspora que vivimos. Echarse la culpa entre compañeros ya no convence a nadie, y jugar de esclarecido es subestimar al afiliado".

Agregó: "Debemos respetar a todos los sectores del justicialismo. Aquí no hu bo internas, razón por la cual debemos propiciar el debate interno. No debemos temer a las diferencias con ceptuales. Reorganizar el partido no es uniformar el pensamiento".

Romero consigna asimismo que "plantear la reorganización partidaria con el solo objeto de mantener o ampliar la su premacía política que hoy expresa cualquier análisis de la realidad nacional, sería encolumnarnos en un objetivo menor. Conseguir la organización del Justicialismo para exponer una propuesta superadora es retomar la mejor tradición peronista de integración nacional ".

Más adelante, Romero puntualiza que "en un clima de alta confrontación y fragmentación política y social, desde mi punto de vista el justicialismo debe procurar la reconciliación de los argentinos y la elaboración de un Proyecto de Unidad Nacional, con el compromiso y la participación de los principales actores políticos, sociales y económicos".

También: "A la mayoría del pueblo argentino hoy le importa muy poco la confrontación mediática de la política. Demanda temas centrales como la inclusión social, la salud, la educación y la seguridad, entre otros. Sobre estos temas debemos cimentar el pacto de un proyecto de unidad. Que el peronismo haya perdido iniciativa política es un mal menor. Lo peor es su impotencia en la formulación de un proyecto de fondo en la Argentina".

Otro párrafo: "La coyuntura internacional - advierte- no dura 100 años, y este país difícilmente resista más exclusión social. No compartir la visión del país, entre compañeros, no es grave; grave es no tener ninguna visión. Establecer por vía democrática quiénes son nuestros representantes es un acto de responsabilidad institucional y es un gesto de respeto al sistema político argentin o".

"La inexistencia formal del justicialismo no ayuda al Gobierno, y
profundizará la crisis de representatividad política de los argentinos. El peronismo no morirá por acefalía; ya otros intentaron hacerlo, y el fracaso fue la moneda con que pagó la realidad a la utopía", aseguró Romero.

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