Gran repercusión negativa en el exterior provoca el retiro de Suez

Gran repercusión ha tenido en el mundo la noticia sobre la rescisión del contrato del Grupo Suez, el operador francés de Aguas Argentinas. Mientras las condolencias llegan del exterior ante el derrumbe de inversiones extranjeras, sumada a la inflación, el gobierno, se siente orgulloso de haber mantenido su postura de no haber reacomodado las tarifas desde 2002.

Finalmente, y luego de haber declarado su ultimátum en julio pasado el Grupo Suez confirmó que propondrá en una reunión de directorio el 19 de septiembre la rescisión del contrato tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno argentino.

El diario Les Echoes, de Francia publicó "las autoridades argentinas deseaban para ellos el derecho de continuar observando las futuras inversiones" y concluye enumerando las exigencias del gobierno argentino.

Liberation, de Francia, confirma la noticia de la retirada de Suez de la Argentina y se refiere a la decisión del gobierno de haber congelado las tarifas. El diario La Bourse, también hizo hincapié en esta actitud.

Sin estar involucrada por una cuestión de nacionalidad, Bloomberg informó al mundo sobre este hecho y alarma a las autoridades locales sobre el derrumbe de las inversiones.

"Este es un signo que la Argentina no recibirá inversiones en áreas de servicios", declaró para la agencia Rafael de la Fuente, economista de BNP Paribas en New York. "La economía se ha recuperado pero el gobierno nunca se ha molestado en ajustar las tarifas y los servicios y lo necesita hacer rápido", agregó de la Fuente.

Alfredo Scoccimarro, vocero del Ministerio de Planificación, no quiso refutar ni explayarse al respecto sobre la anterior opinión, acusó Bloomberg.

Quien había salido a criticar a Suez, y quien no logró solucionar el conflicto con su homólogo francés en dos oportunidades fue Kirchner, sin embargo, Lavagna debe también pagar los platos rotos de esta retirada. La nota de Bloomberg recuerda que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, había declarado el mes pasado que justamente lo que el país necesita son inversiones para asegurarse que la Argentina mantenga los altos índices de crecimiento. Y el error de Lavagna es más grande aún si se considera que él fue el embajador argentino ante la UE en Bruselas y es un hombre que tiene diálogo con los franceses.

Sin embargo, quien se encargó de efectuar las negociaciones fue la mano derecha de Kirchner, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien minutos antes de que el grupo presentase el comunicado confiaba el viernes en un posible acuerdo entre ambas partes.

Pero mientras las inversiones se retiran, y Lavagna anota otro tanto en la lista de sus errores, el grupo Suez, sin ánimos de retrotraerse, se expande. El grupo galo ha presentado una oferta por la compra del 50% de la belga Electrabel. "Este hecho ha sido interpretada por los analistas como un nuevo paso en la reordenación del sector eléctrico en Europa", publica Cinco Días, de España.

Y mientras contrata el camión de mudanzas, el Grupo Suez anunció orgulloso su crecimiento de entre el 4% y el 5% para 2005.

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