Se agudiza la crisis en Brasil: Renunció el titular de Diputados para evitar el juicio político

El titular de la Cámara Baja de Brasil, Severino Cavalcanti, renunció a su cargo el miércoles por serias denuncias de corrupción y extorsión en el marco del debate de la posibilidad de llevarlo a juicio político. Cavalcanti está al frente de Diputados desde hace siete meses cuando comenzó la crisis política. Mientras tanto, se interpela al banquero Daniel Dantas, acusado de haber sido favorecido por el Gobierno.

El titular de la Cámara Baja de Brasil, Severino Cavalcanti, líder ultraconservador, aliado al partido del presidente Luiz Inacio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores (PT), renunció a su cargo que ocupa desde hace siete meses.

Cavalcanti temía el juicio política en un clima donde se lo acusa de extorsión al dueño del restaurante del Parlamento, fundadas en pruebas que ya han sido entregadas a la justicia.

El PT lamenta esta pérdida pues es necesario tener a un oficialista en aquel puesto para discutir con urgencia una reforma tributaria y la reforma política.

La oposición ya habla sobre la posibilidad de comenzar el juicio político contra Lula, tras las desprolijidades y favores a partidos aliados en 2002 para alzarse con la elección tras dos intentos fallidos.

Para que la reforma política esté en vigor para las próximas elecciones presidenciales de octubre de 2006, la misma se debe aprobar antes del próximo 30 de septiembre, por lo que será clave el impulso que reciba del titular de la Cámara Baja en los próximos 10 días.

Las denuncias contra Cavalcanti por hechos de extorsión fueron publicadas hace dos semanas. El ahora ex diputado repasó su pobre infancia y adolescencia en el noreste de Brasil, y habló de los "prejuicios" que hay en su contra.

"Vacíen mis cuentas, mi vida, y llegarán a la misma conclusión inevitable de que he empobrecido con la política"', expresó el ex diputado en su defensa.

Cavalcanti eligió la renuncia no porque sea culpable, sino porque "había sido condenado de antemano por la prensa" y partidos de la oposición, que tildó como "los poderosos de siempre".

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