La rebelión de los caciques bonaerenses

Hace 15 días la revista EDICIÓN i anticipó que había una rebelión de los intendentes municipales, y el resultado del comicio demuestra que el 'duhaldismo' sufrió un abandono -para el 'duhaldismo'- de sus líderes en algunas circuncripciones. Es bueno recordar qué se publicó hace 2 semanas, pero que Néstor Kirchner no se confíe... POR EDGAR MAINHARD

De Pierri a Kirchner

Alberto Balestrini ascendió de colaborador administrativo de Alberto Pierri, en la Cámara de Diputados de la Nación, a intendente municipal del partido bonaerense de La Matanza en 2do. mandato consecutivo y 1er. candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria en la Provincia de Buenos Aires.

Si bien fue Julio Rubén Ledesma, secretario general de la CGT Regional Matanza quien descubrió a Néstor Carlos Kirchner hace varios años, Balestrini también participó de una relación que provocó la ilusión de Kirchner en 2002 con una fórmula Kirchner-Balestrini, si le fallaba la otra que imaginaba, Kirchner-Julio Alak, para una eventual elección interna en el Partido Justicialista.

Balestrini y Alak desafiaron, años atrás y junto a Juan José Álvarez, la hegemonía de Eduardo Duhalde en el PJ bonaerense, buscando su propio espacio político.

Cuando el gobernador Felipe Solá profundizó sus diferencias con Duhalde, tuvo en Balestrini a un aliado firme; y por eso Duhalde prometió no irse de vacaciones en el verano pasado e instalarse en La Matanza. De hecho, organizó un comando electoral especial para La Matanza, que abrió 200 locales partidarios y que intenta disputarle las bases peronistas a Balestrini.

Todos los contendientes conocen que los cómputos en La Matanza influirán en el resultado final de la Provincia. "Tiene significación porque tendrían que reunir a Quilmes, Almirante Brown y Lanús para reunir el mismo padrón de La Matanza. Aspiro a que Cristina saque 250.000 votos", explicó Balestrini.

¿Y cuántos reunirá Hilda de Duhalde en La Matanza?

De acuerdo a los colaboradores de su marido, Eduardo, el abismo no los distancia del Frente para la Victoria en La Matanza: "Ni en Avellaneda ni en La Matanza, Cristina nos lleva 30 puntos de ventaja", afirmó un integrante de ese comando electoral matancero, el intendente municipal de Avellaneda, Baldomero Álvarez de Olivera, alias ‘Cacho’.

La estrategia de Néstor Kirchner es prometer el averno, al menos hasta el domingo 23, a los dirigentes que permanecieron junto a Eduardo Duhalde; pero ahora Balestrini dijo que no hay averno. De acuerdo a Kirchner, porque Balestrini se equivocó y cometió un error gigantesco. De acuerdo a Duhalde, porque Balestrini conoce los números reales de La Matanza e –igual que Julio César Pereyra, intendente municipal de Florencio Varela- "comenzó a preocuparse".

Sin embargo es posible que ocurra algo más entre los ‘caciques’ justicialistas bonaerenses.

"Abundan las consultas entre ellos desde hace varios días. Es obvio que Eduardo Duhalde saldrá de la elección con cierto desgaste respecto del pasado, pero también Néstor Kirchner porque no ocurrirá la ‘paliza’ prometida. Ellos se preguntan por qué son la infantería en un conflicto que no les interesa", explicó un senador provincial bonaerense que conoce a la mayoría de los ‘caciques’ más relevantes.

Varios intendentes municipales especulan con que Duhalde ya no será el líder indiscutido de antaño, todo lo contrario; pero Kirchner no será su sucesor, ¿cuál es el negocio político de involucrarse tanto en una disputa personal entre ellos?

La respuesta a esta pregunta explica porqué, desde hace varios días, ha cambiado el proselitismo en el Gran Buenos Aires. Si bien el desinterés de la mayor parte de la población ocurría desde antes, ahora es acompañado por una menor presión de parte de los ‘punteros’, como si la campaña hubiese llegado a su final, faltando aún una semana de actividad.

El maltrato

Alberto Balestrini se acerca al tope de su carrera política, aunque él aspira a presidir, antes, la Cámara de Diputados de la Nación.

Alberto Pierri lo hizo durante 10 años, ¿por qué él no podría aspirar a hacerlo al menos durante los ejercicios legislativos 2006 y 2007?
Político justicialista convencional, Balestrini sabe que, a menudo, el poder consiste en sumar a propios y extraños. Néstor Kirchner, en cambio, trabaja en el exterminio de los extraños. Resultan metodologías diferentes, con una diferencia: luego de esta coyuntura, Kirchner regresará a la Provincia de Santa Cruz, mientras que Balestrini seguirá residiendo en el Gran Buenos Aires.

Entonces Balestrini visitó a Eduardo Camaño, el ex intendente municipal de Quilmes, desde 2001 presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, y almorzaron juntos. Cuando Néstor Kirchner se enteró, consumiendo noticias sin que nadie se lo anticipara, explotó. Cuando el Presidente explota, vocifera, humilla, maltrata. En parte, esto le ha impedido ganarse lealtades indestructibles en la política.

Cuando llama de madrugada aún, por teléfono, a Alberto Fernández, para quejarse de esto o aquello, no habla con el jefe del Gabinete de Ministros; es ‘el patrón’ reprendiendo a un capataz desleal.

Al menos un intendente bonaerense reflexionó: "¿Cuál es el negocio de ser socios de él si nos maltrata como si no lo fuéramos? Al menos los que están en la contra se ahorran el desgaste personal..."

Balestrini explicó su decisión: "En el Poder Legislativo, el Frente para la Victoria tendrá 85 ó 90 legisladores. Para hacer un Parlamento ágil vamos a tener que consensuar con otros partidos.

Tendremos que sentarnos a dialogar con todo aquel que se siente en una banca".

No es lo que hicieron, durante su breve interinato, los cuatro legisladores que designó Néstor Kirchner al frente del bloque de diputados nacionales justicialistas. El dato, para Balestrini, es que los cuatro –y Kirchner- perdieron, fueron desautorizados, y ahora deberán hacerse cargo del nacimiento del sub-bloque ‘duhaldista’.

Balestrini teme el futuro. Para Balestrini carece de sentido abandonar la intendencia municipal de La Matanza, un partido bonaerense estratégico en la geografía peronista, para culminar como un diputado nacional entre tantos otros; él necesita la presidencia de la Cámara para justificar su inversión política en Kirchner.

Entonces, él necesita priorizar la búsqueda de consensos. La Casa Rosada afirma que no puede privilegiar sus necesidades personales por sobre las necesidades personales del Presidente, que hoy pasan por intentar, una vez más, ‘arrasar’ al Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires.

"Nadie va a arrasar a nadie. Será un triunfo aceptable, en algunos distritos más ajustado que en otros. ¿Qué sentido tiene continuar con esta pelea?", es la frase que atribuyen al intendente Pereyra, y habría rematado: "Si somos todos peronistas".

¿‘Somos todos peronistas’? Una afirmación semejante podría provocar la ira de Kirchner, pero es evidente que los intendentes justicialistas bonaerenses no lo acompañarán mucho más lejos en el enfrentamiento, en parte porque muchos de ellos temen perder sus propias intendencias municipales en la purga.

Los ‘caciques’ están discutiendo ‘el día después’, y Kirchner aún no lo entendió. Ellos están poniendo un límite a la batalla política, ante las versiones de que, luego, el intento de exterminio no cesará.

"Durante muchos años fuimos compañeros de ruta. Muchos de nosotros seguimos siendo amigos por más que estemos en listas distintas", dijo Balestrini, anticipando ‘el dia después’, y la batahola que provocó en la Casa Rosada resulta de que, probablemente, no es ‘el día después’ que imaginó Kirchner, pero en cualquier caso, lo condicionó.

Gustavo Béliz

Quienes batallan con Duhalde lo hacen para forzar a Kirchner una negociación poselectoral. Tienen razón Ricardo López Murphy, Elisa Carrió o Martha Maffei y los otros: el peronismo va unido a las urnas pero luego negociará.

Los intendentes municipales justicialistas bonaerenses encuentran enormes dificultades para esta elección en:

> explicarle a sus ‘punteros’ y votantes porqué no llevan la boleta del PJ; y

> explicarles cuál es la diferencia si, en definitiva, nada ha cambiado en la operatoria cotidiana.

En cambio Kirchner sí imagina otro escenario, que esbozó forzando la intervención al Consejo Nacional Justicialista porque luego desea avanzar sobre el Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, los intendentes más ‘duhaldistas’, y más tarde los más impresentables de su propia tropa.

El mensaje de Balestrini es que no lo acompañarán los propios, no porque Balestrini quiera proteger a algún intendente en particular, sino porque carece de sentido amenazar cuando los números no permitirán ese matadero.

En esto coinciden desde el ‘kirchnerista’ Balestrini hasta el ‘duhaldista’ Curto, desde el Julio Alak a Mario Ishi, aún cuando ambos sean diferentes versiones del oficialismo en territorio bonaerense.

Ocurre algo mucho más delicado aún: el Presidente afirma que su esposa arrasa en el Gran Buenos Aires, pero si esto fuese cierto el impacto debería favorecer a Rafael Bielsa en la Ciudad de Buenos Aires. La integración electoral entre el 1er. cordón electoral bonaerense y la metrópolis porteña es absoluta. Lo sabe Elisa Carrió cuando realiza su campaña pensando en sumarle sufragios, desde la Ciudad Autónoma, a Martha Maffei y el ARI bonaerense.

"¿Cómo es que Cristina arrasa en el GBA y Bielsa va 3ro. en la Ciudad?", se preguntó aún el propio intendente municipal Ricardo Ivoskus, del partido bonaerense de San Martín, un UCR devenido en ARI, que se ha ilusionado con el desempeño de Maffei. Ojo con San Martín: es el 2do. partido más importante del GBA, luego de La Matanza.

En personajes como Ivoskus pensó Balestrini cuando afirmó que, a partir del lunes 24 de octubre, es necesario para el ‘kirchnerismo’ tomar la decisión de "sentarse a conversar" con el ‘duhaldismo’, aunque también corresponderá convocar "al radicalismo, el socialismo y otras fuerzas".

Cuando la Casa Rosada hizo conocer su enojo, Balestrini condicionó el diálogo "a todos aquellos decididos a encolumnarse detrás del presidente Kirchner y crean en este proyecto de sacar al país adelante".

En verdad, Balestrini no sospechó que sus declaraciones provocarían tanto enojo en la Casa Rosada, donde un irascible colaborador de Néstor Kirchner llegó a vociferar: "¡Traición, traición...!"

Para Balestrini, el encono de Kirchner contra el ‘duhaldismo’ era impostado, o al menos reconocería lo obvio: que si Duhalde obtiene lo que parece que obtendrá, Kirchner no podrá obviarlo.

Nadie quiere pronunciar la palabra más peligrosa, la que provoca "dolor de huevos", según Alberto Descal zo, intendente de Ituzaingo, ‘kirchnerista’. La palabra es "ingobernabilidad".

"Yo viví aquello y no quiero volver a vivirlo. Fue horrible. De ninguna manera lo aceptaría", agregó Juan José Álvarez, jefe de campaña del ‘duhaldismo’.

Entonces, Balestrini no es un ingenuo. Él reivindicó al justicialismo como "el eje central, porque es la única fuerza capaz de revertir lo que está pasando en Argentina", y concluyó: "Me interesa que vuelvan algunos compañeros, aunque no todos".

¿Por qué Balestrini provocó tanto malestar en la Casa Rosada?
> porque Kirchner no tolera que le indiquen cuál es la agenda futura; luego,

> porque resultan expresiones contrarias al discurso triunfal que instaló el Presidente; y

> porque Balestrini exhibió independencia de criterio, lo que terminó incomodando tanto a la Casa Rosada: "¿No será otro Gustavo Béliz, no?", fue una pregunta atribuida a un colaborador del Presidente (que ya había utilizado el recuerdo de Gustavo Béliz para trazar el futuro de Rafael Bielsa).

Felipe Solá

Alberto Fernández, jefe del Gabinete de Ministros y Nº1 del PJ porteño, dijo acerca de las opiniones de Balestrini, luego de recibir el griterío presidencial cuando aún no había amanecido: "No creo que la gente esté pidiendo que nos amontonemos otra vez. Lamento profundamente que, en su momento, no todos hayan entendido que la gente está pidiendo hacer cosas distintas; por lo tanto, después del 23 lo único que hay que esperar es ver cuál es el escenario político que queda delineado por decisión popular y actuar en consecuencia".

Una abogada que trabaja con Balestrini dijo: "Pero eso es darle la razón a Alberto... el escenario que quedará no es el que esperan algunos en la Casa Rosada, ¿o qué números tienen ellos?"
La pregunta entonces es: ¿por qué Hilda Beatriz González de Duhalde le reclamó a Balestrini no confundir al electorado? Si ella conoce qué opina su propio esposo: herir y no matar al ‘kirchnerismo’.

Unos opinan que no siempre coinciden los Duhalde. Sus divergencias acerca de Carlos Menem fueron famosas, especialmente cuando había posibilidad de un entendimiento que ella se encargó de bloquear anticipando que no se concretaría.

"Chiche tiene razón. Si habrá una negociación será con los números sobre la mesa. Antes, nada. ¿Por qué llegamos a esto? Porque Kirchner dijo que teníamos 10% de intención de voto, y pretendía una participación en las listas equivalente al 10% de los sufragios. Nosotros sabíamos que teníamos más y ahora queremos un reconocimiento de esta nueva situación, de lo contrario no hay nada más que hablar. Cuando se hizo la primera encuesta sobre imagen de Chiche, tenía 12% pero hoy aspiramos a más del 25%, y Cristina no tiene 30 puntos de ventaja", avaló, en privado, Eduardo Duhalde.

¿Kirchner y Duhalde han superado la raya y ya no hay retorno? Por supuesto que preocupa, y mucho, a todos los protagonistas del escándalo preelectoral.

Balestrini dijo en voz alta lo que opinan casi todos los ‘kirchneristas’: "El Gobierno deberá recurrir a alianzas impensadas, y hasta a la seducción de la tropa duhaldista del Congreso".

Al respecto, se produjo un choque de opiniones:

> "La invitación a conversar con el PJ era una frase para el 24 de octubre, no para ahora", opinó Alberto Fernández.

> "La invitación es ahora porque ya se está integrando el sub bloque en Diputados y hasta lo eligieron a José Díaz Bancalari como titular, ¿es que no se dan cuenta?", retrucó Balestrini cuando habló con los suyos.

Lo interesante es que, en el pasado reciente, Balestrini fue uno de los primeros intendentes municipales bonaerenses en sumarse a la confrontación de Kirchner contra Duhalde.

En días más cercanos aún, Duhalde ha dicho en su intimidad que con Kirchner no hay retorno. Kirchner también lo afirmó, y los intendentes municipales decidieron plantar su propia agenda.

¿Cambiará Kirchner su candidato a presidente de la Cámara de Diputados de la Nación? La especulación resultaría terrible para las intenciones electorales de Cristina de Kirchner, porque si Balestrini reacciona con pesimismo y se cae el oficialismo en La Matanza, se le complica el resultado electoral al Frente para la Victoria.

Además, Balestrini es un ferviente defensor de la idea de que Kirchner tiene que asumir la conducción del PJ a nivel nacional: "Si el resultado electoral favorece al Frente para la Victoria a nivel nacional, es el Presidente quien debe conducir los destinos del PJ", afirmó Balestrini.

Sin embargo, es un hombre contradictorio porque en el archivo periodístico se encontró la siguiente frase suya, también pronunciada en el mes de octubre: "Lo que debemos dejar en claro es que el Frente para la Victoria no es un acto coyuntural de una elección individual. Es una construcción política que vino para quedarse".

¿Balestrini está pensando en el Frente para la Victoria como una línea interna del Justicialismo bonaerense?

Otro que se sumó al cuestionamiento a Balestrini fue el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá: "Balestrini es mi amigo del alma pero no estoy de acuerdo con sus declaraciones porque, en ese caso, no iríamos separados a elecciones. Tenemos proyectos completamente diferentes, estilos diferentes y visiones del futuro y del pasado completamente distintos".

Fue Cristina de Kirchner quien comenzó, meses atrás, con la idea de los proyectos diferentes, y sus seguidores nucleados en el llamado ‘Cristinismo’ profundizaron esas ambiciones, pero los ‘caciques’ del Gran Buenos Aires no lo comparten.

Tampoco Felipe Solá es popular entre ellos. Más bien Balestrini y Alak, aunque menos, son los únicos respaldos visibles que acumuló el gobernador.

Pero tanto Balestrini como Alak saben que Felipe Solá es otro enorme derrotado luego del día 23 porque aún un triunfo de Cristina no le devolverá la vida política al gobernador, que no puede ser reelegido, que no será integrante de la fórmula presidencial del oficialismo en 2007, y que tiene enormes complicaciones financieras en la administración bonaerense futura.

El gasto primario bonaerense (sin pagos de deudas ni erogaciones financieras de ningún tipo) concluirá el año 2005 en $ 18.000 millones de pesos, por lo menos. Esto ubica ‘el piso’ del gasto público 2006 en $ 20.000 millones, sin aumentos reales en obras públicas, educación, salud, asistencia social, ni nuevas mejoras salariales.

Cualquier intendente municipal puede explicarlo: "La Provincia adhiere a la Ley de Responsabilidad Fiscal, que la obliga al superávit primario y un gasto primario no superior al del porcentaje que surja de la suma del aumento del PBI y la inflación. Roberto Lavagna fijó un crecimiento para 2006 de 4% del PBI y una inflación de 8,6% anual, y esto impone el tope de $ 20.000 millones. ¿Incumplimos la Responsabilidad Fiscal?"

Ocurre que los $ 20.000 no incluyen el gasto financiero (pago de deudas e intereses), que rondará los $ 3.300 millones y que la Provincia no podría afrontar con recursos propios.

"Estamos en manos de Kirchner y Lavagna", dicen algunos, y recuerdan que esto ya ocurrió en otros períodos históricos y terminó mal

Felipe Solá necesitaría que la administración de Kirchner le otorgue nuevos préstamos para cubrir esos vencimientos. Pero hay algo más: los préstamos que otorgó la Nación a las provincias desde 2002, y los bonos emitidos para el canje de las cuasimonedas como el patacón, prevén su actualización por el CER y esto ya es un gran problema para la Provincia de Buenos Aires.

Para los 'caciques' esta realidad impone la agenda poselectoral, más allá de las necesidades personales de Kirchner.

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