Se complicó la Cumbre de las Américas por litigio entre Chile y Perú

Según planteó el canciller peruano, Óscar Maúrtua, no existe tratado de límites marítimos con Chile ratificado por los congresos de ambos países. "Por lo tanto, el Perú no reconoce la línea paralela como límite", afirmó. Un delegado del presidente chileno Ricardo Lagos se reunirá hoy con el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, y el martes con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En la semana de la Cumbre de las Américas, además de las gestiones en Buenos Aires y Brasilia, el gobierno chileno impulsó un lobby parlamentario para impedir la aprobación en Perú de la norma que permitiría a Lima modificar el límite marítimo con Chile y concretó contactos diplomáticos con Ecuador.

Imprevista situación vive la Cumbre de las Américas por las diferencias entre Chile y Perú, en un asunto de límites marítimos. Los presidentes Ricardo Lagos y Alejandro Toledo estarán presentes en la ciudad de Mar del Plata pero, además, el jueves, día de la apertura de la Cumbre, fue citado el Congreso peruano para votar la iniciativa de Toledo de ampliar el espacio marítimo peruano.

El ministro portavoz de Chile, Osvaldo Puccio, insistió en que La Moneda acudirá a todas las instancias multilaterales ante su nuevo foco de fricción con Perú, pero también reiteró en un gesto de buena voluntad que la vecina nación "es un país amigo, necesario, imprescindible en el desarrollo chileno".

Puccio planteó que la frontera terrestre y marítima entre ambos estados se encuentra acordada. Agregó que Santiago espera que el eventual desconocimiento del límite oceánico por parte de Lima no determine "un escalamiento" en el deterioro de las relaciones bilaterales.

En la tarde del sábado, luego de una extensa reunión en Torre Tagle, la Cancillería peruana emitió una declaración en la cual subrayó que según su análisis no hay un acuerdo sobre la demarcación marítima.

Este elemento -contenido en el Nº5 del texto- causó preocupación en el Ejecutivo, debido a que se entendía que Lima podría solicitar cambiar un tratado, pero no que planteara la inexistencia del instrumento jurídico. Esto llevó a La Moneda a advertir ayer que está dispuesta a utilizar todos los medios para defender su tesis.

"Todas las armas de la diplomacia, y sólo las de la diplomacia, están en permanente disposición de todos los gobiernos; por lo tanto, no hay nada que descartar y no hay tampoco nada que afirmar", sostuvo Puccio al ser consultado por la posibilidad de llevar el problema al Tribunal Internacional de La Haya.

Agregó que el Gobierno evalúa la declaración de la administración del Presidente Alejandro Toledo para decidir si será o no necesario enviar una réplica.

"El Gobierno de Chile espera que no haya escalamiento de ningún tipo, que las cosas vuelvan a su estado normal, que tengamos nuevamente una relación fluida, cordial, abierta e integradora", afirmó Puccio, añadiendo que "somos un socio importante para el Perú y tenemos relaciones estrechísimas entre nuestros pueblos".

Agregó que "nuestra preocupación obedece a que ningún acto unilateral irrite esas relaciones".

La semana pasada la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso unicameral peruano aprobó un proyecto enviado por el Gobierno, lo que generó alarma en Chile, cuyas autoridades protestaron mediante una nota despachada por la Cancillería el viernes.

Desde Lima la respuesta llegó a través de un comunicado que rechazó, en la noche del sábado, la nota de protesta, calificándola de "inaceptable" y advirtiendo la no-existencia de tratado limítrofe en el mar: "El Perú reafirma que no tiene tratados de delimitación marítima con Chile".

El documento recordó que el 19 de julio de 2004 Perú propuso a Chile iniciar negociaciones para un convenio, a lo que Santiago se opuso.

Según puntualizó ayer el canciller peruano, Óscar Maúrtua, no existe tratado de límites marítimos con Chile que haya sido ratificado por los congresos de ambos países, como suele ocurrir con todo tratado internacional. "Por lo tanto, el Perú no reconoce la línea paralela como límite", recalcó.

En el comunicado de Torre Tagle se indicó que, como parte de la Convención del Mar, Chile depositó sus cartas y coordenadas a la Secretaría General de Naciones Unidas señalando como límite marítimo el paralelo y que ante esto, el 9 de enero de 2001, Lima expresó a dicho organismo su reserva formal.

Asimismo, Perú reiteró su invitación a Chile a utilizar los mecanismos bilaterales, como la Comisión Mixta Permanente de Límites.

Ayer el ex presidente Alan García calificó como una "insolencia" la declaración chilena. "Yo rechazo con toda la energía posible y en nombre del Apra (su partido político) que le quieran cerrar al Perú y a su Parlamento el derecho de definir cuáles son en nuestro concepto las líneas de demarcación marítima".

La Moneda ha lanzado una campaña regional de información a la OEA, la Argentina y Brasil, así como a Ecuador -país que también sería afectado por la unilateral decisión peruana-, aunque las mayores expectativas se centran en una posible reunión de los presidentes Ricardo Lagos y Alejandro Toledo en Mar del Plata, con motivo de la Cumbre de las Américas, fijada para los días 4 y 5 de noviembre.

El viernes, el Gobierno comunicó la situación al embajador de Gran Bretaña, Howard Drake -ya que Londres ocupa la presidencia de la Unión Europea-, y al embajador de USA, Craig Nelly. Washington es garante del Tratado de 1929 que fijó los límites terrestres entre Perú y Chile.

Misión diplomática

El gobierno chileno dispondrá de "todas las armas de la diplomacia, y nada más que las de la diplomacia", dijo el ministro secretario general de Gobierno, Osvaldo Puccio, antes de iniciar la misión que le encomendó el presidente Ricardo Lagos de enviarlo ante la Argentina y Brasil el rechazo de La Moneda ante lo que califica como un "desconocimiento unilateral" por parte de Perú del tratado de límites marítimos.

En el marco de la ofensiva regional para enfrentar la arremetida del gobierno de Alejandro Toledo -que promueve un proyecto de ley que pone más de 39 mil kilómetros cuadrados de soberanía marítima chilena en manos peruanas-, Puccio se reunirá hoy en Buenos Aires con el jefe de gabinete de ministros, Alberto Fernández. Ambos se conocieron un mes antes de que Puccio asumiera como ministro.

Además, Puccio llegará el martes a Brasilia, donde se reuniría con el Presidente Lula da Silva, con quien afianzó una relación durante el período en que estuvo a cargo de la embajada, entre junio de 2003 y mayo de 2005.

Según fuentes de Cancillería, las gestiones de Puccio con autoridades políticas complementarán las que se realizan a nivel diplomático, en una estrategia similar a la utilizada por Chile durante la crisis del gas con Buenos Aires.

La decisión de enviar un emisario para conseguir el apoyo de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Lula da Silva fue tomada entre el jueves y viernes pasado por el Presidente Lagos, luego de que el lunes la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano aprobó por unanimidad el proyecto de "ley de líneas de base".

Aunque el proyecto debería ser aprobado el próximo jueves por el Congreso pleno, requeriría de una segunda votación. En esa línea, y con el objetivo de evitar la promulgación de la norma, La Moneda impulsó un lobby parlamentario (ver recuadro) y pretende aunar el apoyo de los países de la región, a cinco días de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, en la que coincidirían los presidentes Ricardo Lagos y Alejandro Toledo.

En ese contexto, en las próximas horas llegará a Ecuador otro emisario chileno, luego de que el embajador en ese país, Nelson Hadad, se reuniera durante el fin de semana con el canciller ecuatoriano, Francisco Carrión. Fuentes diplomáticas indicaron que Ecuador -país que firmó junto a Chile y Perú el tratado de 1954, que fija los límites marítimos entre ellos- mantendrá su postura de respeto a los acuerdos vigentes.

Según fuentes de gobierno, la rápida ofensiva de La Moneda se explica por el complejo escenario que se produciría en caso de que entre en vigencia la ley peruana: naves con bandera de ese país podrían ingresar a territorio marítimo chileno, lo que gatillaría la reacción de la Armada.

Bajar el tono

A la par de la ofensiva diplomática, La Moneda optó ayer por suavizar su discurso público, luego de que Lima rechazara las acusaciones chilenas de violar los tratados, expresiones que calificó como "inaceptables".

El ministro Puccio sostuvo que "Perú es un país amigo, necesario, imprescindible en el desarrollo chileno" e hizo un llamado a evitar un "escalamiento" del impasse diplomático.

A su turno, el embajador de Perú en Chile, José Antonio Meier, sostuvo que "en ningún caso peligra la paz entre ambos países".

Si bien el diseño de Palacio apunta a evitar un intercambio de declaraciones, Puccio reafirmó la postura chilena de que existen tratados vigentes. La estrategia chilena apunta, en caso de que Lima apruebe el proyecto de ley, a llevar el tema a la OEA (gestión que fue pedida la semana pasada al embajador en dicho organismo, Esteban Tomic) y, en última instancia, recurrir con argumentos jurídicos que ya están siendo preparados al tribunal internacional de La Haya.

En esa línea, tras su llegada desde China, y mientras se espera la respuesta de Lima a la nota de protesta enviada el viernes pasado, el canciller Ignacio Walker -quien ayer analizó el tema en la sede ministerial y que hoy se reúne con el Presidente Lagos- sostuvo que si bien es atendible que Perú delimite su territorio marítimo, "lo que no es aceptable es que la proyección de esas líneas de base afecten o pretendan afectar" una zona chilena.

¿Cómo llega este proyecto al Congreso peruano?

Viene del Ejecutivo y no hace otra cosa que medir las 200 millas. Según Perú, este proyecto es imperativo, es bueno y ratifica lo que dice la justicia internacional. Perú intentará conseguir la adhesión a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. El proyecto será aprobado el jueves, día que comienza la Cumbre de las Américas.

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