Tras la misa, comenzó la vigilia de los familiares (pero Ibarra tiene más fe)

Los padres y familiares de las víctimas de Cromañón iniciaron anoche, tras la misa de Monseñor Jorge Lozano (donde se cuestionó a los "mercenarios de la política"), una vigilia en las inmediaciones de la Legislatura porteña, cuya sala acusadora decidirá esta tarde si somete o no a juicio político a Aníbal Ibarra. Por ello, el centro de la Capital Federal será hoy otra vez objeto de una férrea guardia policial en torno al Palacio. La intención es evitar que los padres de las víctimas y los activistas que pueden entremezclarse en sus filas repitan los incidentes de la madrugada del viernes que obligaron a suspender la votación del juicio político a Ibarra, quien se tiene demasiada fe.

La Sala Acusadora de la Legislatura porteña se reunirá hoy para definir el pedido de juicio político que impulsa la oposición contra el jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, en medio de un clima de tensión por el rechazo de los familiares de las víctimas de Cromañón a las limitaciones impuestas al ingreso al recinto.

Desde las 15.30, 43 de los 45 diputados se sentarán en sus bancas para continuar la sesión que fracasó en la madrugada el viernes, en medio de incidentes protagonizados por los damnificados de la tragedia, que rechazaban una votación que mandaría al archivo las acusaciones contra el Ejecutivo por su actuación frente al incendio que dejó 194 muertos.

Pero al ibarrismo y al kirchnerismo le sobra fe, e insisten en que tienen los 30 votos necesarios para que se apruebe el juicio y la suspensión automática del jefe de gobierno no se lograrían, debido a que el balance de fuerzas no se modificó.

Sin embargo, los familiares aún mantenían esperanzas de que alguno de los cuatro diputados que faltaron en la sesión anterior podría llegar a modificar su decisión, mientras continuaban en la vigilia en la Catedral Metropolitana y ratificaban que irán a la Justicia para presentar un amparo que elimine la limitación del ingreso al recinto a sólo 10 familiares.

En la misa de ayer, sin hacer nombres, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Jorge Lozano, calificaba de "mercenarios" y "corruptos" a algunos legisladores porteños por su actuación.

"Nos duele que frente a temas tan importantes algunos se comporten como mercenarios de la política, privilegiando intereses pesonales o especulaciones acerca de futuros equilibrios de poder", dijo Lozano en la misa que todos los meses ofrece en la Catedral a los familiares de las víctimas.

El obispo se preguntó también si "puede una supuesta disciplina partidaria estar por encima de la conciencia personal y limitar la libertad de cada uno" de los legisladores encargados de votar o no por el juicio político a Ibarra.

En tácita referencia a los legisladores que el jueves estuvieron ausentes, Lozano dijo: "Esconder cobardemente lo que Dios puso en nuestras manos para el bien común merece el reproche de ser llamado perezoso y haragán. Con un lenguaje más actual, le agregaríamos corrupto".

"La democracia, la función pública, la responsabilidad ciudadana son talentos nobles. No dejemos que se corrompan y se pudran. Que el gusano de la impunidad no pudra la convivencia social", advirtió el segundo del cardenal Jorge Bergoglio.

Además de la misa, los familiares de las víctimas participaron de una suelta de globos en la Plaza de Mayo, en recuerdo de cada uno de los 194 muertos en Cromañón. Los globos blancos llevaron consigo al cielo un enorme cartel que llevaba inscripta la palabra "justicia".

Los familiares protestaron por la limitación del acceso a la Legislatura dispuesta para la sesión de hoy, e insistieron con que se les permita hoy a todos ellos el acceso al recinto de la Legislatura.

Fue al leerse un documento dirigido al vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman. "Es una medida arbitraria, una privación inadmisible. Ningún padre es representante de otro", expresaron.

Es que casi dos días antes de que se de inicio a la sesión, la Legislatura porteña fue parcialmente rodeada de vallas, detrás de las cuales fueron apostados unos treinta efectivos de la Policía Federal, y se apostaron carros de asalto y un vehículo del Cuartel Central de Bomberos.

Por su parte, el kirchnerismo porteño, alentado por el gobierno nacional, ratificó su voluntad de oponerse a la remoción de Ibarra, y anunció que difundirá hoy una solicitada en la que hará pública su oposición al proceso y lanzará duras críticas al macrismo y al resto de la oposición.

El Frente Compromiso para el Cambio, el ARI, el Interbloque de Izquierda y Confluencia continuaban con su objetivo de avanzar sobre el jefe de gobierno, pese a que reconocían que no lograban superar los mismos 29 votos que tenían el jueves último, cuando se inició la accidentada sesión de la Sala Acusadora.

Fuentes parlamentarias reconocían que la 'independiente' Mirta Onega, el radical Roberto Vázquez, y 'Chango' Farías Gómez -cuya presencia en la banca todavía no se podía confirmar- rechazarán el juicio, mientras que el socialista Roy Cortina -que anunció públicamente su aval a Ibarra- no asistirá por continuar en San Sebastián, España, en un seminario.

A estos legisladores apelaron durante todo el fin de semana los familiares para que concurran al recinto y apoyen la suspensión del mandatario comunal, por lo que el pedido de juicio tendría por destino el archivo.

Fuentes del Ministerio del Interior y de la Legislatura ratificaron que se desplegará un operativo de seguridad igual al del jueves, con más de 200 efectivos policiales afuera del recinto y un vallado que mantendrá aislado el edificio de Perú al 100.

De acuerdo con lo dispuesto en la reunión de Labor Parlamentaria del viernes pasado, cada diputado tendrá la posibilidad de volver a hablar por lo menos cinco minutos más, pero no había acuerdo entre la oposición y el oficialismo sobre la duración del proceso.

La votación se llevará a cabo en medio de denuncias cruzadas entre Ibarra y los familiares, debido a que el Ejecutivo porteño asegura haber recibido 'amenazas de muerte' contra sus hijos y los damnificados lo responsabilizan por el origen de la tragedia de Once y por su actuación en las horas y días posteriores al incendio.

La crisis de Cromañón golpeó al gobierno nacional, debido a que los familiares y la oposición cuestionan su decisión de sostener al mandatario, mediante el voto del bloque Frente para la Victoria y la captura de legisladores de otros sectores, como Farías Gómez y Eduardo Lorenzo Borocotó, quien saltó desde el macrismo al kirchnerismo antes de asumir su banca de diputado nacional ganada por integrar la boleta de Mauricio Macri, tras una reunión en Casa Rosada con el presidente Néstor Kirchner.

* Intentan evitar incidentes

El megaoperativo policial desplegado obedece a dos semanas negras para el gobierno nacional en términos de seguridad pública (desbordes en Haedo, Mar del Plata y Capital Federal por la visita de George W. Bush) y a la anunciada presencia de grupos piqueteros duros de la CCC, el MST y el Polo Obrero que irán hoy a apoyar a los familiares.

"Nosotros tenemos la verdad pero los políticos tienen la caja fuerte. Algunos padres vamos a realizar la vigilia. Pero nosotros no somos sólo los padres de Cromañón.Yo tengo un trabajo, tengo otros hijos que atender, nietos. Mi vida no es esto. Uno no puede dejar el laburo en aras de una Justicia que va a tardar por lo menos un año y medio en resolver algo", explicaba ayer Noemí Lartigue, con una mezcla de bronca y resignación.

Monseñor Jorge Lozano también alertó ayer sobre el peligro de nuevos estallidos de violencia si no se escuchan los reclamos populares.

"En la medida en que no tomemos conciencia de la desocupación, la pobreza creciente y la necesidad de redistribuir el ingreso, que genera dolor y sufrimiento, corremos el riesgo de caer en la violencia", advirtió Lozano a los periodistas en la puerta de la Catedral Metropolitana.

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