Discrepan Kirchner y Lavagna sobre los 'hold-out'

No hay acuerdo posible con el FMI (por más que Roberto Lavagna pida conversar con Rodrigo de Rato) si la Argentina no resuelve el problema de los bonistas con quienes sigue en 'default'. De acuerdo a las múltiples versiones que existen en el Gobierno nacional, mientras Lavagna es partidario de ofrecer una solución al universo de 'hold-out', el Presidente se encuentra empecinado en negar esta posibilidad. Por lo tanto, el FMI no tiene mucho para hablar con la Argentina.

"No de qué hablar con ellos", dijo un funcionario del FMI acerca de la súbita declaración del ministro Roberto Lavagna acerca de su interés en conversar, sin precondiciones, con Rodrigo de Rato, director gerente del organismo multilateral.

Ocurre que el FMI ya sabe que Néstor Kirchner se opone, aún cuando Lavagna aconsejó hacerlo, acerca de brindarle una solución a los bonistas que no ingresaron al canje, todos en juicio contra la Argentina.

Anna Gelpern, del Instituto de Economía Internacional con sede en Washington DC, reconoció hoy que la situación de los acreedores que no aceptaron la oferta de reestructuración que presentó la Argentina en marzo pasado es uno de los aspectos más incómodos de las conversaciones futuras con el FMI.

"Ninguna otra reestructuración soberana dejó afuera una cifra siquiera cercana a US$ 25.000 millones en tenedores de bonos. Argentina no puede pagar todo lo que debe a todos, y no va a hacerlo", señaló en un documento.

‘Si el FMI renueva su programa sin atender la cuestión (de los acreedores que no entraron al canje), estaría ratificando públicamente el resultado, lo que implicaría que también avala el proceso que usó Argentina para obtenerlo‘, dijo.

Gelpern argumenta que aún cuando incluso el FMI intentó mantener la distancia con la reestructuración, ha ‘encontrado igualmente difícil de evitar la sensación de aparente complicidad con el resultado‘.

Según las reglas del FMI, no puede prestarle a países que hayan dejado de pagar a sus acreedores privados.

La Argentina suspendió el último acuerdo que tenía con el FMI en agosto del año pasado.

La Argentina -el tercer deudor del FMI tras Brasil y Turquía-- deberá pagar US$ 1.900 millones en el 2006, incluyendo cargos e intereses, según el sitio de la Internet del Fondo.

En el 2007 la suma se duplica a US$ 4.300 millones y en el 2008 cae a US$ 3.500 millones.

Pero el FMI dijo que la base para un nuevo acuerdo es un documento redactado por sus técnicos que cuestiona algunas políticas que, en opinión del gobierno, son la base del modelo económico.

El ministro de Economía Roberto Lavagna dijo que pretender tomar ese documento como base para la negociación es ‘inaceptable‘.

Kirchner, en una reciente reunión con George W. Bush, le planteó la situación con el Fondo, y hasta amenazó con desafiliar a la Argentina.

Bush no comprometió su apoyo, dijo que no podía opinar al respecto pero que si la Argentina había tenido éxito en su plan económico, no necesitaba de USA para hablar con el FMI.

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