Fabuloso negocio de Grupo Clarín con Felipe Solá

JorgeAsisDigital explica porqué Grupo Clarín no apoyó a los Duhalde durante los recientes comicios: ahora será el proveedor oficial de todos los alumnos y colegios públicos bonaerenses. Tinta Fresca es el sello editorial de Grupo Clarín que imita el caso de Santillana en España. No mire el monto del negocio, sino que considere que vamos rumbo a una generación de niños educados por Héctor Magnetto. Será la Generación Clarín.

POR JORGE ASÍS

Preocupa, al empresariado editorial, el destino final de una licitación a la carta.

Trátase, sostienen, de un dibujo enmarcado en el ámbito educativo del Gorro Frigio de la provincia de Buenos Aires.

En el esplendor hegemónico del silencio, y aunque sostengan haber publicado la convocatoria por Internet, y en un inhallable diario nacional, la licitación habría sido armada, a medida, para el Grupo Clarín.

Sin identificarse, los editores quejosos se encuentran en estado de asamblea. En pose oculta de combate. Temerosamente concientes que, ante el menor deslizamiento en contrario del negocio, puedan arriesgarse a las amarguras de la venganza.

Prosa ministerial

Trátase de la producción de miserables 3.600.000 volúmenes. En letras, tres millones seiscientos mil libros. Un negocio irrelevante de siete millones de dólares.

Libros de texto de prosa ministerial ya confeccionada, para ser gratuitamente distribuidos entre los jóvenes del séptimo al noveno año de la EGB.

Con su tradicional entrega al servicialismo comunitario, el Grupo Clarín pugna ventajosamente por aportarlos. A través del engendro editorialmente educativo, intitulado Tinta Fresca.

Un prócer, Saturnino Herrero Mitjans es el máximo responsable del artefacto de Tinta Fresca.

La directora intelectual de contenidos es la licenciada Beatriz Tornadú.
Y quien traspira la camiseta, entre las tensiones de las Cámaras, es el infatigable señor Santagatti.

Herrero Mitjans se las ingenió para evolucionar, en el Grupo, merced a la prodigiosa habilidad para manejar los cubiertos. Un cuadro para "lobbiar" con énfasis. Es el gerente corporativo, aunque ligeramente superado por la escrupulosidad generacional del señor Rendo.

Sensibilidad selectiva

Herrero Mitjans sabe brindarse su tiempo para la saludable ociosidad de la escritura.

En su inveterada identidad de teórico, Herrero Mitjans viene de producir un ensayo aburridísimo sobre Comunicación. Es un opus editado por Temas, no por Tinta Fresca.

La coautora del opus es Marcela Noble Herrera.

Trátase de la hija, en delicado litigio humanitario, de la señora directora de Clarín.

La señora Ernestina Herrera, alias la Pity Herrera.

A la Pity que no debe confundirse, de ningún modo, con la esposa legítimamente escrachable de cualquier teniente coronel.

Lo sabe, de sobra, Mama Hebe. Lo saben de memoria en la organización HIJOS.

Contra Clarín no se debe manifestar.

Abundan las irregularidades violentamente condenables. Y otras, como en este caso, no.

Porque es necesario garantizar la cobertura del Grupo en las manifestaciones contra los otros desdichados que pueden ser lícitamente condenables y carezcan de licencias.

Asumen institucionalmente, las organizaciones, la sensibilidad selectiva en materia de reivindicaciones humanitarias.

En cambio, el juez Marquevich, alias Tito, creyó que La Pity debía ser sólo otra madre irregularmente adoptadora.

Tito terminó, por La Pity, como corresponde, afuera de la justicia.
Abandonado, Tito, y sólo.

Porque para la justicia del Gorro Frigio también es selectiva la sensibilidad.

Pur Melt

"Papel obra o similar de 75/80 gramos/m2".

Papel que, según los editores que protestan, maneja, en el país, en estas cantidades, y sin que se conozca previamente la licitación, una sola empresa.

"Terminación sistema Pur Melt".

Tipo de encuadernación "pegada y especial". Los editores dicen que sólo es utilizado por la empresa que se debe pronunciar secretamente.

Exageran, los editores, en el exceso febril de sus operaciones.

Son tres las empresas en condiciones de cumplir con los requerimientos.

Una directamente no se presentó. Quebecor quedó fuera de concurso. La tercera es de Clarín.

Con el silencio asegurado del negocio, Santagatti puede sentirse feliz.
Melenzane llegó a la final, apenas, para ser goleado por Clarín.

Gorro Frigio

Ocurre que Tinta Fresca arrancó tarde para el festín de la distribución de los negocios nacionales.

Quedó afuera del reparto de los 40 millones de pesos que el ministerio de Educación invirtió en compra de libros.

Pero el ministro Filmus es un salomónico psicobolche, fascinado por la resignación de la democracia.

Diseminó entonces el negocio entre más de veinte editoriales, de las que suelen venderle los productos más caros al Gorro Frigio del Estado.
El Gorro Frigio del Estado a veces tarda, pero siempre paga.

Mojó entonces Santillana, mojó Kapelusz, mojó Estrada. Las mayoritarias editoriales especializadas mojaron. Con semejante salpicadura del Gorro Frigio pudieron salvar el año.

Sin embargo Tinta Fresca, de Clarín, se quedó seca.

Los responsables de Tinta Fresca se encontraban severamente adormilados.

Consecuencia del consumo de Melatol.

Apoliyo agravado por la obligatoria lectura del suplemento Ñ.

Ciudad.com.ar

Entonces Tinta Fresca debió abalanzarse, con la prepotencia del poderío, sobre la oferta promocional que se abría a su medida, casi clandestinamente, en la provincia de Buenos Aires.

Ruckauf no podía costarle, a Clarín, menos trabajo que Solá.

Desde Clarín, oportunamente a Ruckauf supieron encajarle, para el Gorro Frigio del Banco Provincia, el clavel de un portal irrisorio.
Por apenas 75 millones de dólares.

Si el Grupo pudo con el Gorro Frigio de Duhalde y de Ruckauf, iban más fácilmente poder con el Gorro Frigio de Felipe Solá.

Podía, también, a Felipe, el Grupo, empomarlo.

Desde aquel negocio inexplicable del Portal, Magnetto debe enviar cotidianos mensajes eternos de agradecimiento al siguiente correo:
[email protected]

Infidencia de los mitristas

La Cámara Argentina de Publicaciones, que agrupa a los editores empomados, emitió un sensibilizado documento de disconformidad. Pero dirigido a Solá. Nunca a Clarín.

Los gobernadores del Gorro Frigio pasan. Clarín queda.

Para algarabía de Santagatti, Clarín podrá mojar la medialuna.
A pesar del sigilo preparatorio de la licitación a la carta, el negocio pudo, en un momento, haberse evaporado.

Se habría presentado la Quebecor, empresa canadiense que no debía tener el derecho de enterarse.

¿Se trató, acaso, de una ingrata infidencia de los mitristas?

Ahora resiste sólo, para legitimar el triunfo de Clarín -que cotizó siete millones de dólares-, el inventariado Melenzane, que cotizó seis.

Nada le hace un millón de dólares al Gorro Frigio.

Oporto, el Director General de Escuelas al que se llama ministro, ya está en otra.

Pero antes de partir como diputado, Oporto tendrá que abrochar, en nombre del Gorro Frigio, la licitación a la carta.

Seguramente a favor del Grupo que hace, del Gorro Frigio del estado, un restaurante de tenedor libre.

Habrá que abrochar la licitación antes que asuma, para reemplazarlo a Oporto, la señora Adriana Puigrós.

Ocurre que, por la sombra inmemorial de aquel Rodolfo Puigrós, podría tambalearse, al fin y al cabo, la concreción del negocio.

Para Santagatti sería fatal.

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