Bush acosa a otra periodista quien no revela sus fuentes

Mientras aún la justicia investiga el "Plame Gate", hecho por el cual una periodista de The New York Times, Judith Miller, no quiso revelar su fuente debió pasar casi tres meses en prisión, ahora el gobierno tiene en la mira a otra periodista. Se trata de Dana Priest del Washington Post, autora de un artículo sobre cárceles secretas de la CIA en Europa del Este.

Dana Priest, del Washington Post publicó el pasado 2 de noviembre un artículo donde informaba sobre la existencia de una red de prisiones clandestinas de la CIA en Europa del Este y otros países, sin especificar cuáles.

En estas prisiones, según Dana Priest, se interroga a sospechosos de actos terroristas. A la periodista se le ha exigido que revele su fuente, pero ella no ha querido violar el secreto profesional. La filtración es objeto de debate en el Senado estadounidense.

La CIA le ha pedido al Departamento de Justicia que abra una investigación criminal sobre la filtración.

El vocero de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist, han solicitado a los comités de inteligencia de ambos organismos que investiguen el caso.

Tanto Priest como el director del Washington Post, Leonard Downie, se negaron a pronunciarse sobre la posible pesquisa legal, aunque ambos coincidieron en señalar que el público tenía el derecho a conocer información importante sobre la guerra contra el terrorismo.

"Mi objetivo es describir cómo el Gobierno está combatiendo la guerra contra el terrorismo y eso conduce justo a la CIA", dijo Priest esta semana en declaraciones publicadas en su diario y consideró que la gente puede decidir por sí misma si las tácticas de los servicios secretos son "buenas o malas".

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