En la República Bonasso, el PRO no asume el liderazgo opositor

En PRO es creciente el descontento por el pobre papel en la sesión legislativa del martes; la ambición de Mauricio Macri no de asumirse de derecha sino de un centro tan difuso como inexistente, parece que está cansando a más de uno y resentirá su proyección futura. Ocurre que frente a la República Bonasso, hay que plantear alternativas y hoy no están llegando desde PRO. POR EDGAR MAINHARD

A Mauricio Macri no le simpatiza Luis Patti. La aceptación de Jorge Sobisch y el rechazo a Patti fueron dos concesiones que Ricardo López Murphy debió hacerle a Macri en el nacimiento de PRO.

López Murphy dice que Macri le explicó que la relación con Macri afectaba la intención de voto de PRO en la Ciudad de Buenos Aires, donde el comisario retirado se encuentra mal visto por los 'progresistas' a quienes intentaba llegar Macri porque son quienes le dieron el triunfo a Aníbal Ibarra en el año 2003.

"Patti me saca votos en la UBA", explicó Macri a López Murphy.

¿Influyó este pensamiento en la decisión de PRO de no acompañar a Patti frente a la impugnación promovida por Miguel Bonasso? En 1er. lugar, Macri no debería ser tan duro porque a la hora de elegir, bien que se ha equivocado en reiteradas ocasiones.

Ya son varios los casos en que Macri confía en una persona que luego de ganar su banca, lo abandona, tal como ocurrió ahora con Eduardo Lorenzo, Borocotó. Por lo tanto son harto controversiales los parámetros utilizados por Macri para calificar lo bueno o lo malo.

Luego, la cuestión de Patti no se trata de los derechos humanos reclamados por Montoneros. Eso es lo que pretende Miguel Bonasso, devenido en 'padre de la patria kirchnerchavista'.

Lo que dice Bonasso no es una verdad revelada. Bonasso se ha equivocado demasiado en su vida, y sus errores le han costado muy caro a mucha gente.

Además muchos argentinos no opinan igual que Bonasso, y eso no los hace menos argentinos ni menos importantes. Ellos no creen que Néstor Kirchner sea un estadista ni que Hugo Chávez resulta un heredero de Simón Bolívar, por ejemplo. Bonasso sí lo cree.

Luego, Bonasso sostuvo que Patti es un torturador y por eso no debe asumir en su banca de diputado nacional, y Macri lo aceptó, como si fuese el nudo del debate. Y no lo es.

Evidentemente Macri no entiende de qué se trata toda esta cuestión y muchos terminan sospechando que a él le queda grande el sayo de líder de la oposición.

La cuestión bajo discusión es qué significa la voluntad popular, y cuán legítima es cuando se expresa.

Bonasso está violando la voluntad popular y la oposición debería embestir con fuerza para reivindicar la voluntad popular. Es la oportunidad de quitarle a los ex montoneros la bandera más importante que enarbolan desde 1971.

Montoneros ha sostenido que representa la encarnación de la voluntad popular; por supuesto que era una mentira y por eso se enfrentaron a Juan Perón cuando éste les planteó, con enojo, que la voluntad popular la representaba él, no los jefes de Bonasso.

La izquierda criolla a menudo insiste en que sus acciones son movilizadas por la representación de la voluntad popular. Nunca como en esta ocasión quedó al desnudo que esto es falso.

Hay un voto popular que eligió a Patti diputado nacional, y Bonasso pretende limitar ese voto popular, condicionarlo, reinterpretarlo, en definitiva menoscabarlo y bastardearlo.

El voto popular es válido cuando resulta como lo espera Bonasso, no cuando opina lo contrario.

Sin embargo, las leyes son para cumplirlas: los candidatos se presentan, hay un período de impugnación y si nadie hace uso del período de impugnación, esa persona está apta para ser ungida por la voluntad popular. Más tarde llega la asunción como diputado nacional que es un acto formal, porque esa persona ya es legislador por el voto popular, no un diploma en el Congreso ni la voluntad de Bonasso.

¿Bonasso qué está diciendo? "Hay mucha gente equivocada y voy a enmendar su error anulando su voluntad". Esto no solamente es reinterpretar en qué consiste la democracia representativa sino también es ubicarse por encima de la Justicia Electoral, que homologó la candidatura de Pattti.

No es un tema baladí porque si la oposición acepta esta limitación institucional que impone Bonasso, deberá prepararse para aceptar otras limitaciones más en el futuro próximo.

Es verdad que el Congreso de la Nación ejecuta frecuentes acciones detestables. Es el Congreso quien aprobó la intangibilidad de los depósitos y luego votó la apropiación de ellos. Es el Congreso quien votó el incumplimiento del pago de la deuda. Es el Congreso el que cedió los poderes extraordinarios a Fernando De la Rúa para que se los entregara a Domingo Cavallo. Es el Congreso el que aprobó la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, y luego las anuló.

O sea que muchos legisladores argentinos tienen modas. Actúan según tendencias. Hoy es bueno ser progresista y mañana será mejor ser conservador. Es gente que va a los tumbos por la vida. Prostitutas que buscan el mejor postor, que siempre es el habitante de la Casa Rosada que tiene dinero, capacidad para hacer favores y otros beneficios.

Por eso es que la Argentina está como hoy: en el fondo del tacho, cada vez con más pobres y desempleados, sin reconocimiento internacional, aislada, sin inversiones privadas de peso, e ingresando en una peligrosa meseta en el nivel de actividad con inflación creciente. ¿Cuánto falta para que Kirchner y Bonasso sean mala palabra? Entonces habrá quienes corran a buscar a Patti para que jure. Evidentemente, no es una sociedad madura.

¿Qué debería hacer la oposición en estas circunstancias? Tiene una gran responsabilidad y un enorme privilegio: representar a la coherencia; y en este caso podría quitarle oxígeno a la República Bonasso planteando la verdad de la situación: el voto popular es sagrado, y las cuestiones de los derechos humanos competen a los jueces.

Pero no es lo que hizo Macri, absorbido por sus problemas personales y por su necesidad de no comprometerse, de preservarse, de seguir siendo 'el caballo blanco' que le aconsejó Jaime Durán Barba, quien es un buen teórico pero que en esta ocasión no puede darle consejo alguno porque mucha gente se va a encargar de decirle a Macri que se ponga los pantalones o modere sus ambiciones.

La República Bonasso es tétrica porque está rebosante de arbitrariedades. Bonasso condena y Bonasso redime, y lo peor es que un tipo bastante ignorante, muy mediocre, incapacitado para comprender por dónde va el mundo, que por cierto no va por Venezuela ni por Cuba. Pero hay demasiados legisladores similares, que solamente quieren conocer si en esta temporada la Casa Rosada pasará el 'mensalao' o remesa mensual, o no, y cuánto es.

¿Por qué no hay reforma política en la Argentina? Porque los enemigos de la democracia se encargaron de frustrarla para asegurarse su fracaso. Y nadie se ha dado cuenta de ello.

Es evidente que la sensación de hartazgo camina por las calles, mucha gente se siente defraudada con este sistema que podría ser muy diferente si la reforma política necesaria hubiese prosperado. Pero no ocurrió, y así está condenada porque no puede dar respuestas satisfactorias a los problemas reales.

La no-reforma permite que se siente en una banca gente incompetente, voraz, inescrupulosa, mendaz, y goce de beneficios y derechos especiales. Hasta ahí, todo conocido y reprochable pero... en fin.. así es la vida.. Lo complicado es que, además, ahora quieren bloquear la poca voluntad popular que se puede expresar en estos días. Ya es como una exageración. ¿Dónde estaba Macri para decirlo? En ninguna parte. Así no se construyen los liderazgos.

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U24, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2005.

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