PERIODISMO & POLÍTICA

Cristina vs. Clarín: Días decisivos

La relación entre Grupo Clarín y los Kirchner mutó de sociedad político-comercial a un enfrentamiento abierto y, para algunos, irreconciliable. Luego de las elecciones primarias del 14/08 y considerándolas una tendencia hacia el 23/10, caben algunas preguntas.

 
Urgente24 considera que es un enigma importante en la coyuntura argentina pero que las respuestas no se encuentran en qué hará Clarín sino qué hará Cristina Fernández con Clarín.
 
Es cierto que el choque resulta un dato insoslayable de la política argentina (Grupo Clarín es más que un medio de comunicación) pero desde hace tiempo el conflicto depende más de Cristina Fernández que de Héctor Horacio Magnetto.
 
El recorte de DiarioSobreDiarios comienza así:
 
"El abultado guarismo obtenido por la presidenta Cristina Fernández impactó fuerte en el diario Clarín.
             
A tal punto que uno de sus principales editores –en plena edición del diario del lunes (noche del domingo 14/08)- se negaba a darle crédito a los cómputos oficiales y pedía una y otra vez “chequear” si el resultado era el que difundía la junta electoral.

“En la noche del domingo, la redacción parecía un velorio”, comentó un editor del matutino a DsD.
            
Otro señaló, siempre en off, que “se esperaba un 40-42 para el kirchnerismo y un 20 para el segundo. El 50 a 12 fue un mazazo”.
 
La pregunta que cundía ayer en el ambiente periodístico era: “¿Qué hará Clarín?”, en referencia a su estrategia de confrontación informativa permanente con la Casa Rosada. (...)".
 
Ahí existe un considerable error de parte de DiariosSobreDiarios: la estrategia de confrontación no le pertenece a Clarín porque es un conflicto que ocurre a pesar de Clarín.
 
Tal como explicó Vicente Massot en La Mirada de Roberto García, el lunes 15/08, por Canal 26 (de Alberto Pierri, el amigo de Juan Gabriel Mariotto decidido a convertir a su Telecentro en el sucesor de Cablevisión), para el Frente para la Victoria, Clarín es "el enemigo".
 
La confrontación del FpV con Organización Techint fue consecuencia, básicamente, de que Techint era aliado de Clarín, y socio (en Impripost), una situación similar a S.A. La Nación (en la agencia Diarios y Noticias y la fábrica Papel Prensa).
 
Pero, en días recientes, Techint terminó aceptando las exigencias de Cristina Fernández, y salió de escena. Obtuvo un beneficio: su rendición fue aceptada. El problema es que en el Frente para la Victoria hoy se dice que en la guerra con Clarín "no habrá prisioneros", verborragia que apunta a que no es el mismo caso que Techint, y que el desguace del holding sería el objetivo.
 
Si estuviese en la posibilidad de Héctor Horacio Magnetto, luego de la muerte de Néstor Kirchner sin duda Grupo Clarín hubiese eliminado lo que el contenido de DiarioSobreDiarios llama "estrategia de confrontación".
 
De hecho, Clarín lo intentó vía Aníbal Fernández, y le solicitó a su amigo/socio/acreedor en Cablevisión, el mexicano David Martínez, que lo hablara con Julio De Vido.
 
Cuando los ministros consultaron con Cristina Fernández, no recibieron respuestas satisfactorias.
 
Por lo tanto, más que una "estrategia de confrontación" lo que lleva adelante Grupo Clarín es una lucha por la supervivencia.
 
Segun Massot, considerando que los magistrados acostumbran tener enfoques políticos de las cuestiones judiciales, el Ejecutivo Nacional volvería a intentar que cesen las medidas cautelares que benefician a Grupo Clarín acerca de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
 
En ese contexto, resulta imprescindible para Clarín encontrar un espacio de diálogo político-mercantil con Cristina Fernández, tal como Ernestina Herrera de Noble lo consiguió con María Estela Martínez de Perón cuando se disputaba la herencia de Roberto Noble.
 
Pero faltan los interlocutores posibles. En aquella oportunidad fue la Iglesia Católica argentina, herramienta que no es aceptable hoy día para Cristina Fernández. ¿Quién puede jugar ese rol?
 
DiarioSobreDiarios afirma:
 
"(...) Entre los editores, prima la “línea dialoguista”, cuya principal intención es “suavizar” o “distender” el conflicto con el Gobierno nacional, básicamente en la edición de tapas negativas a repetición. (...)".
 
Suponer que los editores definen la línea editorial de un multimedios resulta un enfoque algo ingenuo de parte de DsD. 
 
La semana pasada Grupo Clarín informó a las bolsas de Buenos Aires y de Londres, donde cotizan sus acciones, que en el 2do. trimestre la organización tuvo una ganancia neta de $ 315,38 millones, lo que significa una mejora sustancial comparada con el balance del 1er. trimestre cuando obtuvo $ 151,6 millones.
 
Grupo Clarín es una estructura económico-financiera que va más allá de los editores de un matutino, y que ha seguido creciendo pese a los elevados costos del enfrentamiento que debe mantener.
 
Pero ya en 1995 Carlos Menem ganó su reelección a Clarín, que apoyaba a José Octavio Bordón-Carlos Alberto Álvarez.
 
Y Menem dijo, en la noche de su victoria, que le había ganado a los medios de comunicación, por no hacer foco en Clarín.
 
Por lo tanto, la idea de que una sucesión de portadas modifican la realidad es una visión parcialmente refutable desde hace tiempo. Pero es una de las herramientas a la que un medio de comunicación no puede renunciar.
 
Es cierto que Eduardo Duhalde creyó en esa infabilidad en 2002, y a Clarín le sirvió para obtener cambios en la Ley de Quiebras, etapa previa a la declaración del patrimonio cultural.
 
Y también lo creyó Néstor Kirchner porque llegó al gobierno con una visión provinciana del devenir informativo. Más adelante, modificó su enfoque y comenzaron esporádicos encontronazos que pudieron superarse por la acción de Alberto Fernández como interlocutor válido.
 
¿Fue la disputa por la Resolución 125 o la puja por el control de Telecom Argentina lo que detonó la relación? Sin duda fue una cuestión comercial antes que periodística.
     
De todos modos es interesante el relato de los sucesos en la Redacción que describe DsD: 
 
“(...) Desde ya que nadie propone hacer oficialismo, pero a los periodistas les alcanzaría con que dejen de forzar los títulos principales ”, comentó preocupado un editor a DsD.

Según fuentes de la redacción, cierta disconformidad con la edición del matutino ya está siendo expresada “en voz alta”.
            
Por ejemplo, se escuchó en Tacuarí: “No podemos seguir diciendo que este gobierno es lo peor de lo peor mientras nuestros lectores lo votan”, en referencia al triunfo del kirchnerismo en el área metropolitana de Buenos Aires, la zona de mayor venta del matutino. (...)".
 
Tampoco es la primera vez que ocurren esas tensiones. Ocurrió con el estudio genético de Marcela y Felipe Noble Herrera, lo que provocó que se realizaran explicaciones pormenorizadas a algunos referentes de la Redacción.
 
Sin embargo, tal como se demostró científicamente, la especulación de Cristina Fernández, Estela de Carlotto y otros era falsa.
 
¿Podrá repetir ese éxito Grupo Clarín? La cuestión no pasa por la Redacción y solo parcialmente por los accionistas. Hoy día se encuentra en otros ámbitos. Y Cristina mantiene su visión crítica del multimedios.
 
En cualquier caso, el asunto deberá resolverse antes del 23/10. Luego ya no habrá tiempo, cualquiera sea el resultado, todo indica que entonces sí la situación será irreconciliable.

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