ETANOL

Centroamérica preocupada por los biocombustibles de Brasil, USA y Monsanto

Países del Caribe y América Central buscan aliarse para ejercer presión en USA para que el país del norte no elimine los aranceles al etanol brasilero. Centroamericanos y caribeños compran etanol brasilero, lo refinan y lo revenden a USA, por lo que una alianza entre Brasil y USA en biocombustibles representaría el cierre de diferentes plantas por todo el Caribe.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Los países del Caribe esperan asociarse con los de América Central para ejercer presión en Washington contra la prevista eliminación de aranceles a la importación de etanol brasileño, y de ese modo proteger sus propias plantas de biocombustibles, dijeron funcionarios este martes.

El secretario general de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irwin La Rocque, dijo que para el 18 y 19 de agosto está prevista una cumbre de la Caricom y el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) en El Salvador.

Con la esperanza de que USA mantenga el arancel de 54 centavos por galón (3,78 litros) de etanol brasileño, La Rocque afirmó que la Caricom quiere que Washington vaya más allá de las garantías dadas este año por la secretaria de Estado Hillary Clinton.

"Recibimos algunas garantías, sin compromisos específicos, de que el tema será tratado de modo que podamos seguir vendiendo etanol en USA", declaró La Rocque a periodistas.

Un alto funcionario de comercio de la Caricom, que se mantuvo en el anonimato, dijo a la AFP que la región teme que si USA suprime el arancel a las importaciones brasileñas de etanol, deberán cerrar dos plantas en Trinidad y Tobago y una en Jamaica.

El funcionario dijo que la Caricom espera que el SICA se una a ella para cabildear, porque una planta de Costa Rica y dos de El Salvador también pueden verse obligadas a cerrar. Todas esas plantas compran etanol brasileño, lo procesan y lo venden a USA.

Los beneficios de las plantas de etanol del Caribe pasaron de US$ 15 millones en 2002 a 160 millones en 2008.

USA pretende trabajar conjuntamente con Brasil para atender la demanda mundial del mercado del etanol, que ambos países lideran en términos de producción y exportación, afirmó en Sao Paulo el subsecretario estadounidense de Energía, Daniel Poneman.

“Tenemos que trabajar juntos para crear condiciones para atender la demanda global”, señaló Poneman en una rueda de prensa después de participar en la apertura del XII Encuentro Internacional de Energía y II Seminario Internacional de Interconexiones.

Según Poneman, el trabajo en conjunto pretende que “las generaciones futuras de consumidores puedan tener acceso al biocombustible con precios bajos” y ambos países puedan “competir en el mercado con las fuentes de energía fósiles”, además de intervenir en la reducción de emisiones de gas carbónico.

Poneman, sin embargo, evitó profundizar sobre la discusión de ambos países por los subsidios aplicados por USA a su producción y a las barreras impuestas a la importación del alcohol carburante brasileño y comentó que ese era un asunto para ser tratado “en el Congreso estadounidense”.

La aproximación en el tema de los biocombustibles será abordada el miércoles por Poneman durante el encuentro que tendrá en la capital Brasilia con las autoridades brasileñas y los representantes del sector privado de energía.

Brasil, con una matriz de caña de azúcar, y USA, que utiliza el maíz como materia prima, son los mayores productores de etanol en el mundo.

De acuerdo con Poneman, el mercado de biocombustibles puede “tener una gran oportunidad”, en términos de promoción del anhídrido, con la realización en Brasil de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y el Mundial de Fútbol de 2014.

No obstante, el funcionario estadounidense indicó que en la cita de esta semana no se firmarán acuerdos específicos, pero “será el inicio de un importante diálogo que ya tienen en el tema nuestros presidentes”, en referencia a los mandatarios Dilma Rousseff, de Brasil, y Barack Obama, de USA.

“Ahora no estamos pensando en cerrar acuerdos, pero sí en abrir las discusiones futuras entre ambos países, de más compromiso a nivel gubernamental y de compañía para compañía para construir un nuevo futuro de energía limpia”, apuntó.

Las “lecciones” en temas de seguridad con energía nuclear aprendidas en el desastre de Fukushima y la mayor participación estadounidense en la explotación y prestación de servicios en el gigantesco horizonte de reservas de hidrocarburos en aguas brasileñas conocido como presal están en la pauta de la reunión.

En su paso por Sao Paulo, Poneman participó de la primera jornada del encuentro internacional de energía promovido por la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), en la que uno de los temas de discusión es el “potencial energético” de África, como una de las soluciones a la pobreza en ese continente.

Durante el encuentro el Banco Africano de Desarrollo (AfDB) presentará el libro Mercados Energéticos en África, al tiempo que Brasil anunciará el aumento de sus inversiones en energía eólica.

El desafío de Brasil, subrayó Poneman, es el mismo de otros países grandes, que es el de la integración de “forma inteligente” de energías limpias, como la solar y la eólica, con los sistemas de energía tradicionales, debido a que las fuentes como el sol y los vientos “son variables”.

¿Caribe contra Monsanto?

El etanol se obtiene fácilmente del azúcar o del almidón en cosechas de maíz y caña de azúcar, entre otros.

Y la Caña de Azúcar, especialmente, es el cultivo estrella entre los agro-combustibles, porque es el más avanzado en la transición a los llamados “biocombustibles de segunda generación”, el etanol celulósico.

Todos estos cultivos han sido transformados en transgenicos por la corporación Monsanto, y como es habitual, se fumigan con RounDUp Ready, el letal producto de la compañía: Los actuales métodos de producción de bio-etanol utilizan una cantidad significativa de energía en comparación con la energía obtenida del combustible producido. Sin embargo, y aunque por el momento no sustituya enteramente el consumo actual de combustibles fósiles, es un buen negocio.

Los cultivos de Caña de Azúcar siguen creciendo y ocupando las mejores tierras. La producción es una agro-industria basada en grandes haciendas, siempre integradas a los grupos económicos más poderosos.

La prensa induce a la opinión publica a pensar, que cada país debe ser puntero en la exportación. Se están creando cárteles, regiones de control de cada empresa o fondo de inversión ligado a un grupo de plantas industriales, cada una con áreas de cientos de miles de hectáreas. Esto funciona a escala mundial, y es cada vez más masivo para atender la demanda creada por los mismos banqueros en el mercado externo mediante la utilización de los mismos medios de comunicación.

La multinacional estadounidense Monsanto controla la Caña de Azúcar desde el año 2008, cuando la incorporó a su línea de negocios principales; señalando que: “junto con la soja, el sorgo y el algodón, la caña de azúcar es ahora una commodity global; hoy la demanda por etanol de caña ha sobrepasado la producción".

Este anuncio de Monsanto tuvo lugar hace 3 años, luego de la compra, por US$ 290 millones, de dos compañías de biotecnología hasta entonces brasileñas: CanaVialis, SA, de tecnología de semillas de caña de azúcar, que era la mayor empresa privada mundial en esa área, con contratos con 46 ingenios de Brasil que producen en un área de 1,1 millones de hectáreas, cerca de 20% del total del área nacional de caña, y Alellyx, SA, una compañía de genética aplicada que se dedica al desarrollo de variedades de caña de azúcar y de eucalipto transgénico.

Las dos empresas tenían contrato con Monsanto desde 2007 para desarrollar caña transgénica RR, tolerante al herbicida Round up Ready de Monsanto. La empresa afirmó que utilizaría la tecnología desarrollada por las empresas brasileñas, que se sumarían a sus conocimientos en el área, para colocar en el mercado mundial semillas de caña de azúcar de mayor productividad en el año 2016.

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