Muy complicada situación financiera de Felipe Solá

En el diario El Día, de la capital bonaerense, La Plata, la columnista Marisa Álvarez brinda precisiones acerca de qué está ocurriendo en la Provincia de Buenos Aires y en su relación con la Casa Rosada:

El Gobernador y parte de su gabinete se tomaron vacaciones en esta primera semana del año. Y por supuesto también comenzó el año cerca del mar y lejos de los problemas la mayoría de los dirigentes de los gremios estatales bonaerenses.

Pero el receso no alcanzó a evitar que dos ministros -Jorge Varela, de Desarrollo Humano, y Eduardo Sícaro, de Obras y Servicios Públicos-, y sindicalistas de algunas áreas (el Astillero y el Hipódromo) se demoraran en el calor insoportable de La Plata para adelantar inquietudes que refieren a insuficiencias, presupuestarias unas, salariales las otras.

Fueron pequeños presagios de un año que los funcionarios realistas del gobierno provincial definen como muy difícil, a partir de una dura realidad que se resume en tres palabras: escasez de recursos.

Es muy probable que la única alegría que le dé al gobierno de Felipe Solá el Presupuesto de la Provincia 2006 ya haya sucedido: que, después de una experiencia tan traumática como la del 2005, la Legislatura lo haya votado sin cambios en el original.

Ya se ha dicho aquí; ese cálculo tiene un cuello de botella: los $ 2.500 millones de vencimientos de deudas con la Nación que la Provincia no podrá pagar y que exigirá por lo tanto un nuevo préstamo del gobierno de Kirchner. (...) Y la conversación del asunto a nivel político -Kirchner/Solá- sigue pendiente.

(...) Las verdaderas penurias financieras que le esperan a la Provincia están encerradas en los $ 22.300 millones de gastos y recursos que el Presupuesto prevé para este año; un cálculo que, de mantenerse las tendencias inflacionarias y de presión salarial hasta ahora abiertas, aparece como destinado a estallar.

Es que las cuotas de recursos asignadas a los organismos bonaerenses no prevén aumentos salariales ni la inevitable gravitación inflacionaria sobre sus costos de funcionamiento.

Y si los pronósticos más moderados hablan de una inflación del orden del 10%, los indicios en materia salarial son resueltamente preocupantes. Los gremios docentes y de la Administración Central (más de 400.000 empleados en conjunto) despidieron el 2005 con un reclamo de urgente recomposición de sueldos, mientras que un capítulo especial lo constituye en ese esquema la Justicia.

La Suprema Corte -la administradora de los recursos que le asigna el Ejecutivo-, escribió en su último plenario del 2005 una acordada que firmaron todos sus miembros. Allí planteó que los recursos otorgados para este año resultan insuficientes para atender el funcionamiento de estructuras cuya creación fue impulsada por el propio Ejecutivo y para crear otras de manera de cumplir con tareas también definidas por la Gobernación. Y de paso se despachó con un reclamo de aumentos de sueldos para jueces y empleados.

(...) ¿Podría esperarse una recaudación superior a los $ 22.300 millones previstos para atender semejantes presiones sobre el gasto? El cálculo de los recursos que llegarán vía coparticipación federal de impuestos es conservador y podría producirse allí una moderada diferencia en favor de las necesidades bonaerenses. Pero la previsión de los recursos propios de la Provincia volcada en el Presupuesto es fuertemente ambiciosa. Está basada, por ejemplo, en un aumento del gravamen a los Ingresos Brutos del 33%, meta que los entendidos reconocen como difícil de alcanzar.

El tema, en el capítulo de recursos, es que en el Presupuesto ya están previstos los eventuales resultados de la ofensiva sobre los contribuyentes que redoblará Santiago Montoya, a partir de los superpoderes que se le otorgaron por ley. Y aún así el cálculo fue un "tanto forzado", para cerrar las cuentas sin déficit con un nivel de gasto al que no se podía establecer en menos, sin inflación ni aumento salarial como ya está.

(...)

Ante este panorama, algunos observadores se preguntan si era necesario que el Gobierno abriera el año avanzando con un proyecto de ley que terminó de irritar a los gremios, el que apunta a fijar límites obligatorios a las medidas de fuerza en la administración pública provincial, y concretamente a prohibir los paros en algunos rubros, empezando por el docente.

En el Gobierno contestan que (...) será ése el único modo de no dar aumentos de sueldos y evitar la paralización del aparato estatal. Pero hay quienes sostienen que la experiencia dice que no existe ley capaz de frenar las huelgas cuando los conflictos salariales se desatan y que el proyecto, por ende, sólo aportaría más tensiones.

(...) Una obsesión crece y se extiende en ese marco en la dirigencia oficialista bonaerense: tener línea personal directa con la Presidencia, en lo posible con el mismísimo Néstor Kirchner. El objetivo abarca a intendentes, legisladores y habitantes de despachos del Ejecutivo provincial y avanza ya sobre concejales y cuadros medios de la interminable estructura del PJ provincial.

La Casa Rosada incentiva ese proceso (...) y para convencer a no peronistas del más diverso perfil, prepara a paso fuerte la organización de Compromiso K, cuyo nombre no deja espacio para las dudas. El lanzamiento formal sería el 24 de febrero, en una movida que presidiría Néstor Kirchner como para que a nadie se le ocurra pensar que es "una línea más" dentro del espectro oficialista.

Pero en el ámbito bonaerense no sólo gravita la fuerza con que la Rosada desarrolla su estrategia. Pesa también la propia y particular forma de relacionarse dada entre el gobernador Solá y la dirigencia (...) Y pesan también los objetivos personales que un incontable número de dirigentes se ha propuesto alcanzar en los comicios del 2007; una búsqueda en la que funciona especialmente la obsesión por la conexión directa con la Presidencia, mientras algunas primeras señales obligan a temer que los proyectos personales puedan influir más que las prioridades de gestión en ámbitos gubernamentales.

(...) En los laboratorios de estrategias de la Casa Rosada se estudia la posibilidad de que, como los cuatro años del mandato de Néstor Kirchner se cumplirán en mayo del 2007, los comicios presidenciales se realicen a fines de marzo o comienzos de abril; un "adelanto" que arrastraría a las elecciones de gobernadores, intendentes y legisladores, aunque los mandatos de todos ellos venzan recién en diciembre del año que viene.

Con los plazos que imponen la ley de elecciones internas en los partidos y las normas electorales generales, de disponerse aquel cronograma, las candidaturas bonaerenses deberían estar definidas en torno de octubre de este año. Y éso, para la concepción política, es "ayer".

(...) Con esa alternativa bajo la lupa no debería extrañar, entonces, que desde el núcleo duro del kirchnerismo, a través del diputado nacional Dante Dovena, hayan estrenado el 2006 planteando la posibilidad de la candidatura de Cristina Kirchner a la Gobernación.

(...) Quizás por éso también un tercer miembro del gabinete de Solá -ya están informalmente anotados el ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, y eventualmente León Arslanián- decidió no esperar más para desarrollar el trabajo político que lo ponga en la "conversación" por la candidatura a gobernador. (...).

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