Evo quiere una nueva Bolivia ideológica (made in China)

El presidente electo boliviano, Evo Morales, acaba de finalizar su paso por China con una reunión con el jefe de Estado, Hu Jintao, a quien le pidió que ayude a Bolivia a "luchar por la justicia" y considere al país suramericano "un aliado ideológico".

Según cables de agencias internacionales, Evo Morales fue recibido en el Gran Palacio del Pueblo por el presidente Hu Jintao, poco antes de que el líder boliviano se reuniera con el ministro chino de Comercio, Bo Xilai, para estudiar posibles inversiones de empresas chinas en Bolivia.

Dato: durante su travesía china, Morales lució el mismo jersey o pullover que lució en España y en Francia, toda una demostración de sencillez y escasos recursos.

El líder cocalero, que ganó las elecciones de diciembre pasado con su partido Movimiento Al Socialismo (MAS) señaló -según datan las agencias internacionales de noticias- que "nunca había imaginado que un día sería recibido con honores de jefe de Estado en el Gran Palacio del Pueblo".

Aunque el eje central del viaje fue intentar captar inversiones de empresas chinas para Bolivia, Morales le dio sobre todo un claro tinte ideológico a la visita, manifestando su admiración por el régimen comunista, pese a que la China que admiraba de joven se parece poco a la actual.

Según consigna un cable de la agencia Efe, Morales salió del protocolo en reiteradas ocasiones: en sus intervenciones con los líderes chinos se alejó del típico discurso laudatorio y se atrevió a rendir homenaje incluso a figuras y épocas controvertidas para los políticos chinos actuales, como Mao Zedong o la Revolución Cultural (1966-1976).

En una de sus escasas intervenciones a la prensa, el máximo líder boliviano dijo que está convencido de que la visita servirá para profundizar la amistad entre ambas naciones, que iniciaron relaciones diplomáticas hace 21 años.

Morales no pudo concretar ningún acuerdo, dado que todavía no es todavía presidente de manera oficial, pero sí hubo uno de cooperación ideológica a nivel de partidos entre el MAS y el Partido Comunista de China, en el poder desde 1949.

Dicho acuerdo fue firmado ayer, domingo, en la reunión entre Morales y el jefe del Departamento Internacional del PCCh, Wang Jiarui.

Morales tampoco pudo recibir, al no estar todavía investido como mandatario, una ceremonia de bienvenida oficial (con soldados de las guardias de elite de Infantería, Marina y Aviación), ni tampoco hubo banderas bolivianas ondeando estos días en la céntrica Plaza de Tiananmen.

Evo Morales llegó a China ayer, domingo, tras un periplo que lo ha llevado también a Cuba, Venezuela, España, Bélgica, Holanda y Francia, y su extensa agenda, siempre sujeta a cambios de hora, incluye también India, Irán, Sudáfrica y Brasil, antes de su regreso a Bolivia, cuando asuma como presidente el 22 de enero próximo.

El viaje a Irán, uno de los países que el presidente de USA, George Walker Bush, incluyó en el llamado "eje del mal", está pendiente de la obtención de permisos de aterrizaje, algo que se ha complicado por el hecho de que los aviones del presidente tienen matrícula estadounidense.

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