Madrid y el fracaso de los proyectos futbolísticos sudamericanos

A la salida abrupta de Luxemburgo del Real se le suma la reciente destitución de Bianchi del Atlético. La realidad indica que tanto los proyectos, argentinos como brasileños, en Europa son difícil de sustentar con los hechos. ¿Será que el mensaje de los entrenadores en el exterior no les llega de la misma forma a los jugadores locales como puede llegar a ocurrir en nuestros países? ¿O sólo es cuestión de destino?. De algo estoy convencido: Bianchi sólo es profeta en su tierra. POR FABIO TALARICO

Definitivamente el 2006 viene bastante movido. 2ª bomba, si bien se la esperaba, que sacude el ambiente del fútbol argentino y en este caso mundial.

El gran "Virrey" tuvo su 2º intento fallido en un continente que le resulta adverso. Quedó claro que Europa es terreno hostil para los técnicos sudamericanos.

No hace tiempo el primer sacudón lo tuvo el Real Madrid con la salida de Luxemburgo a pesar de parapertarse con varias estrellas brasileñas.

También a Bianchi la realidad le dio vuelta la cara. Madrid no está de parabienes con el fútbol.

Lo de Bianchi en el Atlético fue un paso bastante opaco. La única alegría para el DT argentino fue traerse bajo el brazo aquello de haberle ganado al poderoso Barcelona.

Y de haber seguido estaba a un paso de registrar un record negativo:

Si no le marcaban al Betis por la liga en el próximo partido iba a registrar el cierre de la 1ª vuelta menos goleadora de los últimos 103 años.

¿Pero que es lo que ocurre con técnicos que cuentan con grandes pergaminos y que no pueden imponer su estrategia en el exterior al encontrase con el fracaso deportivo?

Demás esta decir cuales son los éxitos que cargan sobre sus espaldas Luxemburgo y Bianchi a la hora de hablar de currículums.

Pero ocupemos el tiempo con Bianchi que es lo que más nos interesa.

No hay dudas que a Carlos Bianchi la situación le era adversa desde hace tiempo. ¿En que quedó el apoyo de Cerezo que tanto había manifestado públicamente?

La tribuna ya era insostenible. Y contra eso no se puede. Malos resultados, la falta de una idea de juego concreta y el hecho que es considerado foráneo le jugó en contra.

Hay algo que tiene que quedar claro. En el exterior, en un comienzo, hasta que cada involucrado logra "sacar espalda propia", todo se hace muy complicado.

Las victorias son responsabilidad de los locales, y los fracasos son culpa de los extranjeros. Esto es como una ley del fútbol. Muy contrario es lo que ocurre en nuestro país.

La idea de esta reflexión no es para excusar a Bianchi en este caso. Sino sólo es para tenerlo en cuenta.

A los jugadores extranjeros el mensaje de Bianchi, o de Luxemburgo, no les llega del mismo modo como sucede en Argentina o Brasil. Ni hablar del convencimiento para ejecutarlo.

Si en Argentina Bianchi imparte una orden, el convencimiento del jugador para actuar a la postre marca la diferencia. En Europa no ocurre del mismo modo.

Y se me cruza lo que le pasó a Passarella en el Corinthians. El técnico argentino no funcionó, pero si luego el brasileño el que lo sacó campeón.

Los mismos jugadores, los mismo rivales y el mismo contexto. Todo resultó distinto. Corinthians se coronó campeón con un técnico local. El argentino salió por la ventana.

Luego también hay que contemplar lo de la suerte. Y la verdad que en este caso Bianchi no la tuvo.

Basta repasar los resultados positivos que se transformaron en negativos para el DT en este paso por el Atlético. Si bien la fortuna no es determinante, es algo más que importante.

Bianchi la ha tenido y mucha en la Argentina dirigiendo a Vélez y Boca.

Reitero, no pretendo restarle mérito. Pero también cumple un papel preponderante a la hora de evaluar la gestión de una persona.

Esta vez a Banchi la fortuna le jugó en contra cuando muchas, pero muchas veces, le jugó a su favor.

Bianchi sigue con saldo pendiente cuando sale de su país para dirigir un proyecto futbolístico.

El destino parece que lo tiene marcado en este sentido.

Por eso Bianchi, será profeta, pero en su propia tierra.

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