Antología de grandes orgasmos

La revista colombiana SoHo tuvo la idea de invitar a varias jóvenes actrices de su país a contar cómo son sus orgasmos preferidos. A decir verdad, faltó detallismo en las señoritas. En la cuna del realismo mágico, predominaron los relatos generalistas. Pero algunos testimonios son interesantes. No faltará el machista que diga que las fotografías de las señoritas son más interesantes que sus relatos, pero los que seleccionamos son interesantes.

Mariela Siniesterra

"No tengo una hora ni un lugar preferidos para sentir un orgasmo. Que me coja en cualquier momento y en donde sea, porque no me gusta frenar mis ansias ni acallar mi apetito.

Claro que me parece muy rico al amanecer, con ese juego de luces que se produce. Todo está oscuro, va saliendo el sol, hay sombras que se van retirando mientras uno avanza en el camino hacia el orgasmo y, justo cuando llega ese momento final de felicidad infinita, entra un rayo de luz fuerte directo a los ojos por entre las cortinas.

Cuando estoy con alguien y es de noche, lo hacemos con la luz prendida, con música, con atuendos sexys y con dulces como leche condensada y fresas sobre el cuerpo, pero si estoy sola no hay elección. Solo recorro mi cuerpo con mis manos y dejo que la imaginación se encargue del resto. Me conozco tanto que disfruto sentirme y siempre termino satisfecha.

A veces imagino ser una electricista o una mujer policía que llega a la casa de un extraño a realizar una labor de rutina y termina teniendo una relación íntima con él por casualidad. Nunca he calculado el tiempo que me dura un orgasmo, pero pienso que las cosas buenas simplemente se disfrutan y que el placer no tiene medidas.

Mi orgasmo ideal es uno con expresiones en las que el cuerpo hable por sí solo, sin actuaciones y con toda la frescura del mundo. Sin represiones. Lo represento con una serpiente por todo eso, porque soy amante del riesgo, me excitan las cosas diferentes, me encanta sentir las curvas y formas de mi cuerpo, probar los frutos prohibidos y qué más original que esto para sentir placer".

Adriana Vargas

"El mejor de todos es el que parece ser el primero y el último a la vez. El que sucede de verdad y no se finge. No requiere una cabaña a orillas del mar, ni de una suite en un hotel de cinco estrellas. En muchas ocasiones puede tratarse de un espacio con poco paisaje. Un cuarto blanco, diáfano. pulcro.

Puede ser todo lo contrario también: en un taller de mecánica, en un sórdido rincón con grasa y herramientas incluidas.

La responsabilidad no recae únicamente sobre el fulano. De hecho, me acuerdo de un momento vivido hace muy poco en medio de una tarea periodística: un lugar atestado de cámaras y con toda la adrenalina flotando en el ambiente entre miles de reporteros llegados de todas partes del mundo. Cada quien sentía un extraño erotismo en medio de tanto afán.

La mirada estaba puesta en la lente; la mirada siempre es clave, siempre fija para no perder todo gesto posible. El sonido era una combinación entre murmullos y algo de música de fondo, aunque primaba el silencio interior.

Concentración. El tictac del reloj no existía. El calor poco a poco empezaba a sentirlo en la cara. Entre ensayos y movimientos previos, el minuto exacto antes de ir al aire empecé a sentir corrientazos que poco a poco me quitaban la respiración.

Una mezcla entre pasión, gusto y mucho miedo. De repente, como quien va sintiendo el punto de ebullición, la luz de la cámara que se prende y un largo, larguísimo respiro: "Habla". Y entonces, la creación, la explosión, un lamparazo, un respiro, un instante, la perfección".

Zharmel Altamirano

"¿Cuánto dura un orgasmo? Puede ser siglos, porque se pierde la noción del tiempo. Es algo simple en realidad, pero demasiado espeluznante al mismo tiempo. Es como si uno se elevara con la piel completamente erizada hasta llegar a un nivel complicado de describir.

Un buen orgasmo excede al idioma, es uno de los mejores estados. Si los ánimos están que arden, uno puede no pensar en las consecuencias de nada y el lugar sería lo de menos. Pero ya con algo de cordura, nada mejor que la propia cama, ojalá doble, con su mejor juego de cama y una iluminación especial. Pero no tenue.

Cuando hay luz es más excitante, porque se puede ver que la pareja también disfruta. De noche y con lluvia. No es mala idea ese escenario. Y aunque la hora no es importante es mejor la noche, cuando el día ya ha quedado atrás y se puede tener la cabeza donde se necesita, porque alcanzar el placer no es una tarea exclusivamente física. Y nada de objetos. Un buen hombre es lo único que se necesita. Si no está él, ya veremos qué se hace".

Viña Machado

"Largo y prolongado es mi orgasmo soñado. No importa el lugar, siempre y cuando sea con el hombre a quien yo quiero. Para ello es vital que la luz sea tenue, nada de grandes iluminaciones. El exceso de luz podría matarlo todo, así como que instantes ante de llegar sonara el teléfono.

El momento del día no importa y la situación, menos. Solo es cuestión de dejarse llevar y ya. Nunca hay problemas para alcanzar el placer con un buen hombre que sepa guiar.

La clave de todo está en la imaginación, la creatividad y la pasión. Y cuando hablo de imaginación no me refiero a tener fantasías mientras se está con la persona, eso arruinaría el momento. Hay que vivir la realidad para disfrutar al máximo. La imaginación se debe usar para propiciar el entorno ideal para llegar al orgasmo.

Para estos casos nada mejor que un hombre tierno y rudo, seguro, confidente, que despierte en mí todo el deseo que llevo por dentro, a quien le dé placer dar placer; que me mire y me disfrute en todos los sentidos. Él, solo él, podría causarme un orgasmo que me estremezca, me lleve a un lugar muy lejos y me devuelva a la Tierra."

Aura Cristina Geithner

"Mi orgasmo ideal es el que me lleva a sentir el placer más pleno, más completo y cercano a la verdadera libertad y felicidad, donde no existe el tiempo ni el contratiempo. Me encantan los lugares tranquilos en donde pueda crear mis propias fantasías, adornarlos y recrearlos con música, velas, palabras y silencios.

Amo la naturaleza, el aire libre... el mar. Me fascina que me sorprendan en lugares públicos, pues despierta en mí el morbo y la imaginación. Cada sitio tiene ese algo especial siempre y cuando exista química, entrega y amor. Adoro hacerlo durante el atardecer o la noche, porque hay lugar al encuentro, al misterio, a la seducción, a esconderse, disfrazarse y jugar a lo desconocido.

A veces disfruto la prisa pero otras, la calma. Me da la oportunidad de ir mas allá del placer mismo y de encontrar sensaciones inimaginables. Todo me gusta a media luz, donde pueda despertar cada sentido, mirando y tocando, pues me excita mirar y que me miren. La atmósfera romántica y tranquila me relaja y me lleva hacia el verdadero encuentro. Soy una mujer con mente abierta y sin miedos.

Por eso digo que me encantan los hombres, jugar conmigo misma, descubrirme y utilizar cualquier elemento que pueda motivar mi imaginación. Para llegar al placer infinito es clave la creatividad, la conexión con el otro, hablar, callar, abrirme de manera total y con confianza para lograr la máxima satisfacción y felicidad.

Amo las palabras, la seducción, el olor a flores, las frutas, el contacto, la música y los silencios. Sentirme acosada, perversa y juguetona. Realizar y crear en mi mente todas las fantasías posibles desde lo más infantil e ingenuo hasta lo más atrevido y arriesgado. Por eso estas fotos en las que soy yo misma con la naturaleza, sin nada, como Dios me trajo al mundo. Unida al todo. Libre en cuerpo y espíritu".

Ana Lucía Domíguez

"No hay orgasmo sin amor y fantasía. La imaginación puede llevarte a miles de sitios que nunca pisarías en la realidad. Y es ese poder de la mente el que debe ponerse a servicio del placer. No hay pierde si se cuenta con buena música, las palabras correctas, caricias en el lugar indicado y el amor de tu pareja. Esa mezcla hace que todo sea perfecto.

Todo se facilita si es en la noche y con luz tenue. También está el preámbulo. El preámbulo debe ser lento, sin afanes. ¿Para qué correr? De armar bien ese momento depende que al final todo salga bien. Y claro, se necesita una pareja. Todo quedaría a la mitad si ese otro no existiera. Una de las cosas más lindas de amar a una persona es precisamente poder realizar todas las fantasías juntos.

Solo una cosa me impediría llegar al orgasmo: soy dormilona al extremo, y el gran problema es que en la cama se concilian ambas cosas, el placer y el sueño. En la habilidad de mi hombre está la respuesta para llegar a lo primero antes que a lo segundo.

Acabo de describir con palabras mi orgasmo ideal. No sé si sea más fácil hacerlo con imágenes, pero pienso que en estas fotos se refleja ternura, placer, tranquilidad y seguridad, que es lo que se necesita para sentirlo".

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