Importante anuncio de Evo sobre cultivos de coca

Por orden de Evo Morales, una extensión de 40x40 metros por cada una de las 23.000 familias es toda la coca que está permitido cultivar en el Chapare, hasta que se concluya el estudio del mercado legal posible que ordenó. Pide que sus bases militantes respeten los acuerdos.

En su primer discurso como Presidente de la República, en el Chapare, la zona que lo vio nacer como dirigente cocalero, Evo Morales, puso en claro las líneas de su política de la coca.

Ratificó "jamás" habrá coca cero, y que "el cato por familia no se negocia", hasta que se realice el estudio de su mercado legal. Pero aseguró que el aporte será la racionalización de la producción de la hoja.

Ante cientos de cocaleros, en un encuentro que se realizó en la población de Shinahota, Morales señaló: "La defensa de la coca nos hizo despertar. El MAS —su partido—, ha sido parido por ella... En nuestro gobierno jamás habrá la llamada coca cero. Tantos engaños de autoridades de gobiernos que pasaron por el Palacio (para lograr el objetivo establecido en la Ley 1.008, que establece que la hoja es ilegal en el Chapare), fracasaron".

Señaló que las fuerzas extranjeras que buscan coca cero también van a fracasar —USA, por ejemplo, condiciona su ayuda económica de más de US$ 90 millones, a las labores de erradicación e interdicción en el trópico de Cochabamba—.

"El estudio demostrará cuánta coca se va a producir en el país. El cato por familia no se negocia", puntualizó.

En el año 2004, el ex presidente Carlos Mesa aceptó que en el Chapare se cultivaran 3.200 hectáreas de coca, mientras se realizaba un estudio para determinar si la demanda lícita de la hoja para fines alimenticios, medicinales y rituales ha superado las 12.000 hectáreas previstas en la legislación.

Pero, informes oficiales mencionan que en Bolivia ya hay sembradas más de 27.000 hectáreas de coca, 10.000 de las cuales están en el Chapare y 17.000 en los Yungas, región donde sólo debían sembrarse las 12.000 legales.

En este punto, Evo Morales aclaró: "queremos aportar racionalizando la producción, luchando contra en narcotraficante y no contra el cocalero".

Además, exhortó a las bases a que el control para evitar la producción excedentaria, estaría regido básicamente por los mismos dirigentes cocaleros.

"Ustedes compañeros son los responsables de respetar y hacer respetar los convenios acordados", expresó al insistir que lo contrario restará credibilidad a las bases cocaleras.

La coca servirá, dijo, para el consumo, y también para la exportación e industrialización.

Como ejemplo, mencionó que en la Argentina el consumo es legal, pero la importación es ilegal, "por eso trabajaremos para conseguir que nuestra coca sea exportada de manera legal".

Nueva autoridad

Y esa tarea estará asignada, afirmó Morales, a un nuevo viceministro, el ex alcalde de Villa Tunari, Felipe Cáceres.

Además, el Presidente decidió cambiar el nombre de esa repartición, que antes era denominaba de Defensa Social, y que ahora se llamará Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral.

Indicó también que la misión del Ministerio de Gobierno, que antes era un ente represor, será iniciar la despenalización de la coca.

"Compañeros, la despenalización no es el libre cultivo. Nosotros vamos a iniciar una campaña para sacar a la coca de la lista de venenos de las Naciones Unidas".

Pidió a los cocaleros que lo convoquen si en algún momento ven que se "está equivocando". Hay un congreso de las 6 federaciones del 11 al 14 de febrero. "Voy a asistir allá , para dar mi informe", señaló.

Cáceres, que rehuyó entrevistas con la prensa luego de su posesión, fue dos veces alcalde del poblado de Villa Tunari, en el Chapare, reducto del poder síndical y político del presidente Morales.

La principal tarea de Cáceres, de 45 años de edad, será combatir el narcotráfico en la región sin destruir las plantaciones de coca del Chapare.

La designación coincidió con una ceremonia militar este sábado en Chimoré, cuartel general de la lucha antidrogas que otrora combatió a las 6 federaciones encabezadas por Morales, a quien ahora rindió honores en su condición de presidente de Bolivia y de capitán general de las Fuerzas Armadas.

Aunque el líder cocalero de izquierda amenazó en la campaña electoral con convertirse en "una piedra en el zapato" de USA, recientemente se avino a "volcar la página" de las tortuosas relaciones con Washington tras un encuentro con el embajador estadounidense David Greenlee.

El vocero del departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack, alentó recientemente que "esa cooperación continúe".

Al asumir, Morales propuso desarrollar una "lucha contra el narcotráfico pero sin ninguna intervención policial ni militar".

Deploró que "bajo políticas de lucha contra el narcotráfico las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional estén subordinadas a las fuerzas externas uniformadas y armadas".

Una lucha antidroga pactada no debe constituirse en un "simple control de los movimientos sociales, a los que nos dicen terroristas (sino), que haya respeto a la libertad soberana de nuestros pueblos", sostuvo.

Morales dijo que "la cocaína, el narcotráfico no es la cultura de quechuas, aymaras, tupiguaraníes", las principales etnias bolivianas.

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