TV digital: Televisa consolida su hegemonía

Un dato interesante de la Cumbre de Empresarios Latinoamericanos realizada en la Ciudad de Buenos Aires, donde el empresario mexicano Carlos Slim, el dominicano José Pepe Fanjul y el venezolano Gustavo Cisneros, realizaron varias conclusiones en favor del capital humano y social, para combatir la pobreza, la fortaleza fiscal y la inversión privada. Pero esto es diferente:

Recién aprobada una controvertida legislación sobre medios de comunicación en México, estuvo en la Ciudad de Buenos Aires, Emilio Azcárraga Jean, considerado el gran beneficiario del cambio legislativo, aprobado en una madrugada de marzo.
Los senadores defensores del dictamen aprobaron en general la nueva Ley de Radio y Televisión por 81 votos a favor, 40 en contra y 4 abstenciones, y no permitieron que fueran discutidos los artículos reservados del dictamen. En diciembre le habían dado media sanción los diputados.
La Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, A. C., asociación que agrupa a 49 Sistemas de Radio y Televisión de servicio público, denunció que uno de los más evidentes despropósitos es que consagra el uso privado e inequitativo del espacio radioeléctrico liberado por la conversión tecnológica del sistema analógico al digital.
Una comparación con países que recientemente practicaron tal conversión muestra que en USA, Reino Unido y Australia (países no sospechosos de padecer la influencia de Venezuela), el gobierno recuperó la señal liberada, la puso a subasta pública, facilitó la entrada de nuevos concesionarios y con ello obtuvo ingresos de hasta US$ 28.000 millones, en el caso estadounidense.
Pero en México, los concesionarios actuales gozarán los beneficios del espacio libre, y se convertirán en competidores de los prestadores de servicios de telefonía e internet, apostando a mantener el monopolio tradicional de Televisa, que realizó una ruda campaña de convencimiento que incluyó un falso comunicado de que la Sociedad Interamericana de Prensa apoyaba el proyecto, lo que luego debió desmentir la SIP desmintió.
Hoy será dictaminada la minuta llegada al Senado en diciembre, desde San Lázaro, que reforma las leyes de telecomunicaciones y de radio y televisión. Contra toda suerte de argumentos, hasta ahora no refutados, la mayoría de los senadores, pertenecientes a las bancadas del PRI, el PAN y el Verde, aprobarán pasado mañana ese dictamen. Es necesario que ese documento sea difundido y analizado, porque pudiera ocurrir que contenga razones convincentes que obliguen a eliminar la noción ahora prevaleciente de que se ha entregado el Poder Legislativo a los grandes consorcios de la televisión, que lo utilizan en su provecho y el de algunos otros beneficiarios menores.
En noviembre pasado, sorpresivamente, se presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa de reformas a las leyes sobre medios, que fue dictaminada y aprobada con celeridad. En sólo 7 minutos, sin oradores en pro ni en contra, ni tampoco votos diferentes de los 327 que lo favorecieron, el dictamen fue aprobado el 1º de diciembre y remitido al Senado. Muchos diputados aceptaron que no conocían la iniciativa ni el dictamen y votaron en aplicación de un pervertido mecanismo por el cual los legisladores fían en sus compañeros dictaminadores, sin entrar a examinar los contenidos que aprueban.
Más de 100 remitieron una carta al Senado confesando su omisión y pidiendo que se revisara a fondo de la minuta. Con ello desmintieron la conseja esparcida por los senadores de que la Cámara no estaba dispuesta a retomar el debate de la minuta si ésta les fuera devuelta.
Obviamente que Azcárraga no se refirió a esto. Él dijo: "El rol de los medios en la cultura es el de producción (creatividad) y distribución de contenidos. Las grandes novelas son las que venden, son lo popular, lo que la gente consume. Para que la TV pueda existir se necesitan los espectadores, sin ellos no existe nuestra TV."
Nada nuevo por cierto. Evidentemente su talento tiene otras prioridades.
Gustavo Cisneros, de Organización Cisneros, quien terminó pactando con Hugo Chávez Frías una tregua luego de tanto enfrentamiento, dijo: "La cultura es la manera conjunta  en que grupos de personas comparten el mundo. A través de la cultura se resuelven y concilian problemas. La globalización genera una sociedad de conocimiento. Lo que hay que preguntarse es si esto ultimo homogeneíza o termina diversificando la cultura. Es un hecho cierto la tendencia hacia la homogeneización cultural, y los medios de comunicación contribuyen a ello. Lo que hay que preguntarse es cuáles son los valores con los que asumimos una posición, los valores que nos guían. Si nos guía la tolerancia, el respeto y la armonía o la exclusion"
Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, competidor de Azcárraga, dijo: "Muchas veces la gente nos pregunta por qué la TV no tiene más cultura universal. La cultura es una forma de ver la vida, por ejemplo sobre el trabajo, religión, sexualidad o violencia".
Agregó: "La TV tiene un peso extraordinario en estos días. Se consume promedio 5 hs. diarias, con espectadores pasivos (80%) y activos (20%). Estos últimos se involucran en causas más sociales y son los que habitualmente critican la TV. Para el otro 80%, la TV es el proveedor de la cultura, de la forma de ver la vida."
Y otro concepto: "Está sujeta a 3 criterios de restricción:
> la rentabilidad,
> los patrocinios y
> el rating, o sea, la popularidad de los programas.
Cuanto más fuerte es el grupo empreario, menos patrocinios necesita y más se puede liberar del rating. Caso contrario, sólo vamos a ver lo que es popular en la TV."

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