El Gobierno prefiere politizar la seguridad y circunscribirla a la precandidatura de Blumberg

Sorprende la torpeza del gobierno de Néstor Kirchner, observando el tema de la inseguridad exclusivamente como una cuestión de si Juan Carlos Blumberg se lanza o no a la política, y si prevalecen o no las visiones de 'mano dura'. Pueden llevarse una sorpresa...

Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:
"(...) Néstor Kirchner, como la Argentina, pareciera subido a una calesita. Va y viene, pero pasa demasiadas veces por el mismo lugar. No hace muchas semanas tuvo un tiempo de hombre cauto y moderado. Ese sosiego se esfumó. El Presidente regresó a las peleas y a las conmociones, pero ahora lo hizo del brazo de su mujer, la senadora Cristina Fernández.
Adjudicar esa ciclotimia sólo a su carácter áspero sería navegar la superficie de las cosas. Tampoco es la adversidad —que recibe aún en cuentagotas— la que consigue fomentar su mal humor. Kirchner se eyecta cuando olfatea, con razón o sin ella, que está sufriendo un desafío de poder. Cristina Fernández lo acompaña en el reflejo. El poder para ellos no se comparte y tampoco se negocia. Queda entonces sólo espacio para la confrontación. La política tiene para Kirchner y su esposa la lógica del drama y no de la dicha. Esas raíces provienen del peronismo histórico y provienen también de su propia generación. La política en la Argentina luego de 1955 tuvo que ver con la vida y con la muerte.
(...) Han vuelto los ramalazos de inseguridad. Volvieron también las marchas callejeras por el asesinato inexplicable del joven de Necochea. Juan Carlos Blumberg se subió otra vez a una tarima y amaga con una movilización a la Plaza de Mayo. El Gobierno suponía que la seguridad había entrado en caja. Así lo trasuntan las estadísticas oficiales. ¿Están equivocadas? La sensación social, al menos en la Capital, es diferente. (...)
(...) La inseguridad tiene un montón de motivos: el caldo social, la poca idoneidad de los jueces, el incumplimiento de las leyes y la ineficiencia policial figuran entre ellas.
Esa recurrencia del Gobierno a rastrear explicaciones donde a lo mejor no las hay es la que suele inducir a distorsiones. Por eso Kirchner acostumbra batallar en soledad. (...)".
Sergio Moreno en el diario Página/12:
"(...) Consejeros de la Casa Rosada y de La Plata no deslindan esos episodios con el inicio del juicio por el tremendo secuestro y asesinato de Axel Blumberg, ni la renovada actividad de su padre el ingeniero, aunque están ayunos de datos concretos. Sin embargo, no son pocos los que piensan que de producirse nuevos asesinatos o secuestros, poco faltará para que el arcángel de la mano dura decida cruzar su Rubicón y candidatearse a la gobernación bonaerense para 2007. Si ello ocurriese, la facilidad con que cuenta el oficialismo para imponerse dejaría de ser tal.
(...) Pero así como los tártaros amenazaban con llegar y atacar y nunca lo hacían (hasta que lo hicieron y ganaron la batalla), el espectro de Juan Carlos Blumberg, en los últimos tiempos muy activo, se hizo presente en más de un despacho.
"Es sólo una hipótesis, pero ya mantuvo conversaciones con (Mauricio) Macri, que el propio Macri se hizo cargo de publicitar en su momento. Fue una advertencia. Ahora, en medio del juicio oral por el secuestro y asesinato de Axel, donde la opinión pública está absolutamente de su lado, su figura vuelve a imbuirse de la fragilidad de la víctima de los primeros tiempos, y eso lo hace crecer y convencer", conjeturaba un funcionario nacional ante este reportero.
Con un tufillo conspirativo, un funcionario bonaerense planteaba que las coincidencias entre los actos de violencia perpetrados en Capital y el inicio del juicio eran un tanto bizarras y habría que prestarles atención. "Estadísticamente, nosotros, en la provincia, hemos bajado el nivel de delincuencia, pero lo que se ve en la televisión que ocurre en la Capital nos afecta por igual", aceptaba la fuente. Un hombre de la Rosada reveló que ellos no tienen noticia de que el ingeniero haya mantenido otras conversaciones políticas con Macri, "pero eso puede ocurrir en cualquier momento". El integrante del Gabinete se da a un juego ucrónico: "Imagínese que después del juicio se producen nuevos episodios violentos y Blumberg llama a una marcha frente a la Rosada, o peor, primero a La Plata y después a la Rosada. Tendríamos un potencial candidato de cualquier partido opositor al Gobierno".
(...) Sin embargo, nadie baja la guardia y las mesas de arena jamás quedan inmóviles. "Si Blumberg se decide a competir, puede recolectar el voto de (Luis) Patti, el de (Aldo) Rico y aquel voto de mano dura que colectó Ruckauf: el más conservador y hasta fascista de la provincia", especuló uno de los estrategas de Solá. (...)"

Editorial del diario Buenos Aires Herald:
"La marcha contra la inseguridad del pasado jueves en Belgrano, organizada a una semana del fusilamiento al azar en la arteria principal de ese barrio, la avenida Cabildo, no debería interpretarse como más o menos de lo que fue.
No debería ser vista como menos porque, aun cuando los 5.000 participantes no pueden compararse con las 150.000 personas reunidas por la primera protesta contra el delito organizada por Juan Carlos Blumberg hace 27 meses, fue una convocatoria significativa para un solo barrio de la ciudad en plenas vacaciones de invierno (especialmente al sumarse las 5.000 personas en Necochea, ciudad natal de la víctima fatal del tiroteo en Cabildo).
Pero el episodio no debe ser visto como más de lo que fue. Por desgracia, lo único que distingue el tiroteo de Cabildo de la realidad cotidiana de la Argentina es su naturaleza completamente aleatoria (quizás el elemento más cautivante para la imaginación del público): tan sólo dos días antes, el asesinato de un oficial de la Policía Federal por ladrones de banco mucho más cerca del centro de la ciudad obtuvo una reacción mucho menor por parte de los medios o del público.
(...) De los dos asesinos de la parrilla de Colegiales (ambos adolescentes), uno de ellos (chileno) había sido dejado en libertad tan sólo ocho días antes al pagar una fianza de $ 400 por enfrentar cargos de robo a mano armada, mientras que su compañero aún más joven tenía varias órdenes de arresto. La cuestión entonces va mucho más allá de pedir leyes penales más estrictas al Congreso, la consecuencia inmediata de la primera marcha de Blumberg. (...)"

Editorial del diario La Prensa:
"(...) Resulta notorio que los discursos oficiales hacen hincapié en cuestiones meramente operativas, cuando el reclamo de la ciudadanía es mucho más abarcativo. En los próximos días seguramente se verán nuevas expresiones de este reclamo que no se solucionará con sólo asignar más personal policial en las calles, sino a través de un adecuado entrenamiento y mejoramiento de las prácticas en los institutos de formación de las fuerzas de seguridad.
A ello debe sumarse la necesidad de nuevas normas que comiencen a regir con prontitud para tipificar y adecuar los distintos caminos destinados a combatir el delito, y los modos de prevención y represión del mismo.
En tal sentido, la reciente declaración del ministro de Justicia señalando que no resulta prioritario en la agenda política y legislativa, el tratamiento de la reforma del Código Penal, muestra un creciente aislamiento de políticos y funcionarios de la cotidianeidad rigurosa donde el crimen parece establecer nuevos modelos sociales vinculados a la violencia y la marginalidad".

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