Semana clave en el conflicto por las pasteras

El conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de dos plantas de celulosa en la frontera común, presuntamente contaminantes, ingresará esta semana en una fase de definiciones.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya se pronunciará el próximo jueves sobre el pedido argentino para que el vecino país paralice la construcción de las polémicas fábricas en Fray Bentos.
El Gobierno K busca que esa instancia jurídica de Naciones Unidas disponga la suspensión de las obras para permitir la realización de un profundo estudio de impacto ambiental que determine su hipotético daño al ecosistema.
En mayo pasado, Argentina reclamó ante La Haya la detención de las industrias que levantan las empresas española Ence y finlandesa Botnia en la margen oriental del Río Uruguay. La CIJ hizo lugar a la solicitud y un mes más tarde los dos gobiernos expusieron sus puntos de vista en torno al dilatado litigio medioambiental, durante las audiencias convocadas por el mencionado tribunal, con sede en Holanda.
Buenos Aires demandó entonces a Montevideo por la supuesta violación del Estatuto del Río Uruguay -firmado hace tres décadas-, al decretar de manera unilateral el montaje de esas factorías a orillas del río compartido.
El gobierno de Néstor Kirchner pretende que la Corte interceda en la disputa y frene las obras de Ence y Botnia por un lapso de 90 días.
Como base de su reclamo invocó el artículo 60 del citado tratado bilateral, según el cual toda controversia acerca de la interpretación o aplicación del acuerdo que no pueda solucionarse en negociaciones directas, podrá ser sometida a la CIJ.
Sin embargo, la administración de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, asegura que las fábricas de celulosa, que demandarán una inversión de unos US$1.800 millones, se construyen bajo las más estrictas normas de protección a la naturaleza.
Argentina alegó, además, que su vecino rioplatense no brindó toda la información sobre la puesta en marcha de las llamadas papeleras, lo cual fue rechazado por este último al asegurar que dio todos los datos requeridos por su contraparte.
El diferendo llegó a tales niveles luego de naufragar varios intentos de diálogo entre Kirchner y Vázquez para intentar zanjarlo de manera bilateral.
Las tirantez en las relaciones afectaron, incluso, la marcha del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el bloque que los contendientes comparten con Brasil, Paraguay y Venezuela.
Según sostienen algunos analistas, más allá del fallo de la CIJ, el cual será vinculante, la solución definitiva de la disputa deberán buscarla los dos gobiernos mediante la vía del diálogo.

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