Chile: Pesimista pronóstico tras la visita de Bachelet

POR JOSE MIGUEL WILSON (*) El canciller chileno Alejandro Foxley entregó ayer un crudo diagnóstico del futuro suministro de gas natural que llegará este invierno a Chile proveniente de Argentina y auguró un difícil año en materia energética. "Sería absurdo negarles a los chilenos que el suministro de gas argentino no será suficiente", sostuvo el funcionario.

Pese a los esfuerzos de la delegación chilena por tratar de "desgasificar" el viaje de Michelle Bachelet a Argentina, la crisis energética provocada por los recortes del hidrocarburo hacia Chile terminó por convertirse en el tema central de la visita. La situación del gas, que fue abordada en la reunión de una hora y media que la Presidenta sostuvo con Néstor Kirchner, fue la materia más consultada por los periodistas de ambos países en la rueda de prensa que concedió la Mandataria en esta ciudad.

Sin embargo, fue el canciller Alejandro Foxley, quien -en medio de la visita de Bachelet al municipio periférico de Buenos Aires, José C. Paz- expresó la inquietud del gobierno chileno por el futuro suministro del gas transandino.

Consultado si estaba asegurado el abastecimiento durante este año, Foxley, quien participó en la reunión entre ambos Presidentes, admitió que "hay una situación difícil, sería absurdo negársela a los chilenos. Este año va a ser más complicado que el anterior".

En esa línea, el ministro dijo que tenemos que acelerar la diversificación de la matriz energética chilena, no debemos cerrar ninguna opción, el problema es serio".

Las palabras del ministro se ajustan a las declaraciones de la Presidenta, quien tras reunirse el martes con Kirchner en la Casa Rosada, aseguró que se explorarán algunas alternativas, como importar gas de terceros países, otras fuentes energéticas o bien reimpulsar la red de gasoductos en Sudamérica. Igualmente dijo que continuará trabajando la comisión chileno-argentina instaurada el 2004 para estudiar el tema.

# Las razones

Fuentes de ambos gobiernos señalan en la cita de la Casa Rosada, el mandatario argentino le habría sincerado a su par chilena el magro panorama que se vislumbra para los próximos meses. No obstante, le reiteró su compromiso de que los recortes de gas no afectarían al consumo residencial y comercial.

Según las mismas fuentes, Bachelet habría hecho hincapié en que se debía actuar con plena transparencia sobre las capacidades reales de extracción del hidrocarburo transandino.

El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, encargado del tema energético, afirmó que hay conciencia de "planificar sobre la base de los recursos que realmente hay, estaríamos engañándonos mutuamente y eso no es bueno".

El secretario transandino mencionó que Bachelet en su encuentro con Kirchner -donde él también participó-, "expresó varias veces que no es bueno que eso suceda (que se oculten antecedentes) y es bueno que la relación se plantee en términos honestos y de cuál es la realidad que se plantea de un lado y del otro de la cordillera".

Según explicó Foxley, la situación crítica que se prevé obedece en parte "a que la demanda en Argentina está aumentando fuertemente en especial en Buenos Aires" y además por la presión que significa los importantes requerimientos de Brasil. A juicio del canciller, esto obliga a que la solución "no puede ser bilateral, sino que tiene que ser multilateral".

Pese a los dichos de Foxley, la titular de Minería y Energía, Karen Poniachik, intentó restarle dramatismo: "Nadie ha hablado de un año crítico. Lo que sí hemos dicho es que en los últimos años, especialmente durante los últimos meses, es que tenemos que acostumbrarnos a que van a continuar los cortes, pero destacando que esos cortes no afectarán de ninguna forma el consumo residencial ni comercial".

Sin embargo, desde el inicio de la crisis en abril de 2004 nunca ha habido cortes de gas residenciales ni comerciales, sino que sólo a grandes industrias. Los cortes tuvieron su momento más complicado entre abril y mayo del año pasado, cuando la merma superó el 50% de la demanda de la zona central y unas 500 empresas en el país se vieron afectadas.

En ese momento, en medio de una visita a Chile, Kirchner aclaró que había dificultades para abastecer de gas dado que el energético también escaseaba en Argentina.

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Publicado en el diario chileno La Tercera

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