Aconsejan cambios en la cúpula de las FF. AA.

U24 advierte desde el 19 de septiembre de 2003 sobre los problemas judiciales de Roberto Bendini (tal como se aprecia en los documentos adjuntos). El diario 'La Nación' afirma que ahora la Justicia federal santacruceña indagará a Bendini (es conocida la influencia de los 'pingüinos' sobre el juez Gerardo Caamaño), y esto coincide con el pensamiento de Horacio Verbitsky en el diario 'Página/12' de acelerar la transición en los mandos uniformados. Además, que un jefe del Ejército se marche por corrupto, resulta muy interesante para los críticos de los militares que hay en el 'kirchnerismo'.

"A 2800 kilómetros de Buenos Aires, con el mayor sigilo posible, avanza una causa judicial contra el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini. El juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño, lo interrogará en los próximos días como acusado de haber malversado fondos públicos, informó un funcionario que interviene en el expediente.

El jefe del Ejército está sospechado de haber cometido, entre abril de 2002 y mayo de 2003, irregularidades en la apertura y en el manejo de una cuenta bancaria.

En ese momento, Bendini estaba al frente de la Brigada Mecanizada XI, con sede en Río Gallegos. Allí forjó una buena relación personal con el entonces gobernador Néstor Kirchner, que, cuando llegó a la Casa Rosada, en mayo de 2003, lo designó al frente del Ejército.

El magistrado ratificó la citación a indagatoria –en marzo del año pasado había sido postergada–, luego de recibir, el 7 de diciembre pasado, un nuevo peritaje contable sobre el manejo de los $ 500.000 depositados en la cuenta corriente 5966/78.

(...) Además de Bendini, fueron citados a declarar como acusados el jefe del Servicio Administrativo Financiero de esa guarnición militar, teniente coronel Carlos Espósito; su esposa, Alba Pérez; Juan Paqualini, Marcelo Marteletti y Jorge Pérez. Estos últimos son integrantes de esa unidad del Ejército y aparecen como beneficiarios de débitos realizados desde esa cuenta.

El juez dispuso que las indagatorias se realizaran entre el lunes pasado, a las 10, y el viernes último, a la misma hora. Sin embargo, un funcionario del juzgado indicó que Bendini "aún" no había declarado. Para evitar filtraciones, las audiencias se realizan bajo estricto secreto de sumario en el propio despacho del juez Caamaño, agregó la fuente.

(...) Según la denuncia que hizo la OA (entonces dirigida por Daniel Morín), entre abril de 2002 y mayo de 2003, Bendini depositó recursos extrapresupuestarios en una cuenta abierta sin el permiso del Tesoro nacional. El dinero provenía de la elaboración de productos de panadería y la comercialización de repuestos para maquinarias.

(...) El nuevo peritaje, elaborado por la Unidad Especial Delitos Económicos de la Gendarmería Nacional, confirma las deficiencias de la documentación respaldatoria de los gastos realizados por medio de esa cuenta. En el informe se detalla que no había emergencia que habilitara a abrir la cuenta sin el permiso debido.

(...) Además de esta investigación, el jefe del Ejército enfrenta otra causa judicial en la que se investiga si se cometieron irregularidades en el manejo de unos cheques ingresados en la cuenta oficial de la Brigada Mecanizada XI del Ejército.

El expediente fue abierto en 2004, tiene el número 68137/04 y también está a cargo del juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño".

Horacio Verbitsky, en el diario Página/12:

"La propuesta del Jefe de Estado Mayor de la Armada, Jorge Godoy, de desactivar cuatro o cinco de sus once secciones de inteligencia y entregar toda la base aeronaval de Trelew para la erección de un museo de la memoria muestra el impacto que el descubrimiento tuvo en la Armada.

Lo que se estaba discutiendo era la cesión para esos fines del aeropuerto viejo, como consta en los partes de inteligencia descubiertos. Ahora Godoy propuso al Gobierno nacional entregar la base entera.

Acepten o no los gobiernos nacional y provincial el ofrecimiento, la superación de la crisis requiere ir a fondo en la reestructuración de la inteligencia naval, en línea con la legislación vigente.

(...) Las prescripciones de esas tres leyes son inequívocas. Por eso es llamativo que tanto las solicitudes de información, emitidas por el Comando de Operaciones Navales, como las respuestas de la sección de inteligencia de la Fuerza Aeronaval 3, con sede en la base vicealmirante Marcos Zar, se hayan cursado a través de los canales institucionales establecidos, con las firmas y sellos correspondientes, que revestían de legitimidad burocrática una serie de actos espurios.

Este funcionamiento es reminiscente del que hace un cuarto de siglo describieron los presidentes fundadores del CELS, Augusto Conte y Emilio Mignone como de "paralelismo global". (...)

(...9 Ya en febrero del año pasado, cuando el presidente Néstor Kirchner dejó saber la decisión de desalojar la ESMA, Godoy planteó que la Armada estaba de acuerdo y no deseaba que pareciera una imposición. Quería acompañar al presidente el 24 de marzo.

Desde el gobierno le respondieron que ya era tarde, que en el aniversario del golpe la única palabra oficial sería la del presidente. Pero le sugirieron que aún tendría una oportunidad el 3 de marzo, el día de la muerte del almirante Guillermo Brown, una de las dos conmemoraciones del calendario naval. Godoy no la desperdició y ése día se refirió a las aberraciones que ocurrieron en la ESMA durante la dictadura militar.

Tomó distancia de Massera pero también de Rojas, el jefe naval de la revolución fusiladora de 1955. Un año después, se torna evidente que no basta con los discursos autocríticos. Una demostración de ello es que la más alta autoridad naval implicada en el espionaje ilegal es el contraalmirante Eduardo Luis Avilés, quien fue relevado por Godoy.

Avilés es uno de los dos hombres que más hicieron para convencer al propio Godoy y a otros almirantes remisos de la necesidad y conveniencia de aquel pronunciamiento del 3 de marzo de 2005. Godoy pidió que el Gobierno le ratificara la confianza, porque sin ello no podría emprender la dura tarea que tiene por delante.

(...) Avilés, Godoy, el resto del almirantazgo, los capitanes de navío más antiguos, son el final de una transición, los últimos oficiales actuales que estaban en actividad cuando se produjo el golpe y comenzaron los crímenes de la dictadura. En pocos años más habrá pasado a retiro el último de aquellos contemporáneos del horror, en todas las Fuerzas Armadas y de seguridad. (...)".

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