Chávez: "Yanki Go Home!"

Oportuno despacho remitido por Hernando Kleimans acerca de las novedades que acostumbra provocar el presidente Hugo Chávez Frías.

MOSCÚ, 4 de abril (especial de RBC daily para Urgente24).- Venezuela declaró indeseable la presencia de la compañía norteamericana Exxon Mobil en su territorio. Esto está en correspondencia con la declaración dada la semana pasada por el ministro de petróleo del país, Rafael Ramírez.
El disgusto del señor Ramírez fue provocado por las acciones de la corporación, dirigidas a vender sus activos en Venezuela a la española Repsol-YPF.
De acuerdo con la legislación de la república, el estado debe participar en todos los contratos vinculados con la prospección y extracción petrolífera, con una participación no menor al 51%.
Según los datos de los medios de prensa venezolanos, Exxon Mobil en el curso de varios años intentó de una u otra forma eludir las leyes: la corporación no deseaba ingresar en una empresa mixta en las condiciones del estado y, aparentemente, eludió el pago de impuestos.
Vendiendo su participación a una compañía extranjera sin acordar con el gobierno y la estatal Petróleos de Venezuela, Exxon Mobil demostró que no considera las leyes venezolanas como de obligatorio cumplimiento. Los expertos creen que por lo visto las empresas norteamericanas deberán abandonar el país.
No se excluye que en este caso otros países de América Latina sigan el ejemplo de Venezuela y comiencen a desplazar a los norteamericanos de la región.
El presidente Hugo Chávez tomó el curso de nacionalizar el sector petrolero inmediatamente después de su arribo al poder en 1999.
A mediados de los 90, el gobierno venezolano impuso un gravamen impositivo al petróleo de apenas un 1% para "atraer las inversiones extranjeras".
En noviembre de 2004 el gobierno del señor Chávez resolvió elevar los gravámenes petroleros hasta el 16,6%. Según las palabras del propio presidente, "los venezolanos no están dispuestos a seguir regalando el petróleo por causas que ya no existen, inclusive si ellas hubiesen existido antes".
En mayo de 2005 Chávez declaró que muchas compañías extranjeras extraían el doble o más de petróleo que lo que se estipulaba en los contratos.
Parece que esta vez el gobierno venezolano no está dispuesto a dejar pasar la posibilidad de expulsar del país a todas las empresas que no observan la ley. Resolvieron comenzar con Exxon Mobil. En el servicio de prensa de la corporación a RBC daily  le negaron comentarios sobre esta situación.
"Es poco probable que las empresa norteamericanas sean expulsadas por completo del país", declaró a RBC daily Fiona Mackie, experta de Economist Intelligence Unit.
El control sobre las regiones petroleras mundiales y las rutas de transporte de hidrocarburos es una de las prioridades de la política exterior de USA.
Los norteamericanos por ahora no se deciden a derrocar a Chávez con los métodos más radicales (los intentos de otra "revolución naranja" en Caracas fracasaron), por cuanto no están listos para poner bajo amenaza su seguridad energética: más del 15% de todo el petróleo importado al país ingresa de los yacimientos ubicados en Venezuela, las reservas certificadas en el país asacienden a unos 11.000 millones de toneladas.
Pero, por ciertos datos, esta cifra está disminuida en varias veces. De acuerdo con numerosas investigaciones, en la región del Orinoco las reservas de petróleo pueden superar los 32.000 millones de toneladas.
Al fin y al cabo a Venezuela le da igual si son empresas norteamericanas o de otros países las que van a participar en el mercado petrolero del país.
"Si a las empresas norteamericanas finalmente les piden dejar Venezuela, se encontrarán otras corporaciones extranjeras que podrán invertir suficientes recursos en el desarrollo del sector petrogasífero del país, ya que las condiciones para invertir en Venezuela siguen siendo atractivas", considera la señora Mackie.
La salida de los estadounidenses de Venezuela prácticamente no se reflejará en las posibilidades de futuras explotaciones de yacimientos petrolíferos, dicen los expertos.
Como le dijo a RBC daily Víctor Semiónov, investigador del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, Venezuela es un país tan promisorio desde el punto de vista de extracción petrolífera que prácticamente todas las empresas están conformes con todas las condiciones del gobierno.
"Muchas corporaciones gigantes mundiales, incluyendo a la rusa ‘Gazprom’, están dispuestas a hacer muchas concesiones tan sólo para estar presentes en el sector de hidrocarburos de este país", señaló el economista.
De toda esta situación Venezuela puede sacar no poco beneficio para sí. La lucha contra los estadounidenses es relativamente inofensiva.
En primer lugar, USA no va a proponer ninguna sanción dura en relación con un país del que su sistema energético depende con tanta fuerza.
Además, esto mejorará la imagen de Hugo Chávez como líder en la lucha "contra el imperialismo".
El señor Chávez se esfuerza por colocar a Venezuela entre los líderes de América Latina.
En segundo lugar, si Caracas logra expulsar a los norteamericanos de Venezuela, tras el presidente Chávez pueden marchar otros países de América Latina.
Los gobiernos izquierdistas ya se encuentran en el poder en Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Ecuador.
El presidente de Bolivia Evo Morales considera sus ídolos al Che Guevara, a Fidel Castro y en especial a Hugo Chávez. Es totalmente posible que otros líderes latinoamericanos en una situación como la planteada se resuelvan a expulsar el negocio norteamericano de sus países.

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