Jack Bauer desnuda el sistema: 24 contra The West Wing

Algunas reflexiones que provocó el capítulo de '24', de Fox.

Kiefer Sutherland es Jack Bauer en '24', la serie de Fox que comenzó una nueva temporada con una calidad tan elevada como las temporadas anteriores. Sutherland también es productor de '24'. Él tomó la decisión que Bauer tenga los días contados, y eso es parte de la enorme humanidad de este producto televisivo que tiene 13 millones de adictos sólo en USA, en parte porque ha roto con todos los esquemas, ha contado en tiempo real un día de 24 horas por temporada, y ha sacrificado a todos los actores, incluso a la esposa e hija de este agente secreto que comete errores y está lleno de ira y humanidad.
"No me doy cuenta de que la serie es un éxito. Trabajo de 12 a 14 horas al día, 6 días a la semana. Vivo en un túnel", dice Sutherland. Agrega: "Juego hockey los domingos porque la serie es agotadora. Corro siempre. Y el tiempo es valioso". Promete: "Vamos a hacer una película. Seguramente en la siguiente temporada".
Anoche, Bauer tuvo que lidiar con un secretario de Seguridad Nacional que quería producir una amenaza con gas venenoso en Asia Central para justificar luego la presencia militar estadounidense en la región y así quedarse con recursos petroleros.
Cuando el Presidente, un hombre torpe, mediocre, maleable, lo acusó de traidor, el secretario de Seguridad Nacional, explotó: "Soy un patriota porque pienso en las futuras generaciones de estadounidenses".
En verdad, es lo que opinan los 'neocon' cada vez que les reprochan por la invasión a Iraq. En definitiva ellos hicieron lo que debían hacer para asegurarse el crudo para el futuro.
El capítulo fue la contracara de 'The West Wing', donde el Presidente estadounidense siempre hace lo correcto; en '24' el Presidente fue casi un truhán. Y la Casa Blanca se asemeja a lo que muchos creen que es: un conjunto de gente demasiado empecinada en jugar con el poder supremo.
Lo interesante del capítulo de '24' fue que en la Casa Blanca como en la unidad especial a cargo del antiterrorismo, se terminaron violando las normas, actuando 'por izquierda', lo que obliga a imaginar a un sistema casi a la deriva en días de crisis, por riñas intestinas y la decisión de cada uno de no ceder competencias a otro organismo o institución que termina siendo considerada un rival, tan rival como el rival mismo.
Un tema para reflexionar acerca de cómo anda el backstage en estos días de George Bush en baja.

Dejá tu comentario