PROTECCIONISMO REGIONAL

Quejas de Uruguay al Mercosur: "Buenos amigos pero malos negocios"

La afinidad ideológica y personal de José Mujica con Cristina Fernández y Dilma Rousseff no son suficientes para mitigar políticas proteccionistas de la Argentina y Brasil que comienza a costarle caro a Uruguay, y replantean un viejo tema: que el Mercosur, tal como se encuentra organizado, no contempla a los socios menores.

por E. BARRENECHE y J. AGUIAR

 
MONTEVIDEO (El País). La afinidad ideológica de Mujica con Brasil y Argentina no ha dado los frutos esperados. La crisis generó medidas proteccionistas de ambos vecinos y Uruguay se encuentra entrampado entre adoptar medidas defensivas o irse del Mercosur.
 
Además de defenderse de la volatilidad de los mercados financieros y cambiarios, Brasil y Argentina plantean a los socios menores del Mercosur una pelea velada por la radicación de las inversiones extranjeras.
 
Según analistas políticos y económicos, este es uno de los peores momentos del Mercosur. Ni siquiera las buenas relaciones que supo tejer el presidente José Mujica con Cristina Fernández o con Dilma Rousseff pueden disimular el momento crítico que vive el bloque.
 
A la decisión del gobierno norteño de aumentar en un 30% el impuesto a los automóviles importados, la única victoria por el momento la obtuvo una importadora de autos marca Cherry, de Victoria (Brasil), que logró suspender por 90 días el cobro de los tributos porque así lo sostiene la Constitución norteña. El gobierno brasileño apeló el fallo.
 
El senador de Vamos Uruguay, Ope Pasquet, afirmó a El País que la voluntad del gobierno de Mujica es la de "priorizar" la armonía en las relaciones con Argentina y Brasil. "Se va siempre por el lado de la fraternidad y el cariño. Me parece que los hechos están demostrando que las cosas no funcionan así en el mundo", dijo el legislador colorado.
 
En una entrevista publicada el viernes 23 en el diario londinense Financial Times, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió que los países en desarrollo que adoptan un régimen de cambio fluctuante, como Brasil, están siendo "amenazados" y forzados a adoptar medidas cautelares para proteger sus economías y las monedas nacionales.
 
En un tono duro, Rousseff dijo que su gobierno no renunciará al crecimiento de la economía. También atacó el proteccionismo, pero, al mismo tiempo, defendió la adopción de mecanismos de defensa comercial, amparados en las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), una clara referencia a las medidas adoptadas por Brasil la semana pasada para prohibir la importación de autos de China y Corea del Sur.
 
Según Dilma, Brasil "no permitirá que su industria se vea perjudicada por la competencia desleal" proveniente de Asia.
 
Ante la decisión del gobierno de Rousseff de proteger a la industria automotriz con medidas proteccionistas, el senador blanco Sergio Abreu -excanciller en el gobierno de Luis Alberto Lacalle (1990-1995)- dijo que este "es uno de los peores momentos" en la vida del Mercosur porque "las relaciones económicas -no solo en materia comercial- han cambiado a una relación absolutamente negativa".
 
"Es muy poco lo que puede hacer Uruguay. En el Mercosur cambió radicalmente la metodología. Antes, cuando se creó, el Mercosur era un mercado sin restricciones. Y hoy hay un tema de reparto de cuotas y de cupos; comercio administrado que es contrario a la filosofía que nosotros adherimos cuando el Tratado de Asunción", dijo.
 
La decisión de Brasil de aumentar los impuestos a las importaciones automotrices generó contactos el jueves 22 entre el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, y su par brasileño, Antonio Patriota, quienes se encontraron en Nueva York en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas .
 
A las 11:00 del viernes 23, Mujica recibió una llamada del gobierno brasileño que le proponía conformar una comisión binacional técnica para analizar las trabas adoptadas en su comercio exterior.
 
Dadas las asimetrías que existen con Argentina y Brasil, el margen de maniobra de Uruguay es escaso.
 
Con Brasil, Mujica apelará a la vía diplomática y a la negociación de los ministerios de Economía. Si ello fracasa, apostará a un "mano a mano" con Rousseff.
 
"Si las medidas proteccionistas de Brasil se mantienen afectando nuestro comercio, nos queda proponer medidas defensivas", dijo Mujica según un artículo publicado en la página web de Presidencia de la República. "Ello es poco deseable y muy cuestionable en su efectividad atento a las asimetrías entre las naciones", reconoció.
 
Además de las trabas arancelarias para otros países que deben enfrentar los productos uruguayos, Uruguay tiene una balanza comercial desfavorable con Brasil y Argentina.
 
Brasil es el principal socio comercial de Uruguay. Según cifras del Instituto Uruguay XXI en base a datos de la Dirección de Aduanas, Uruguay exportó a Brasil en el 2010 productos por US$ 1.452 millones e importó por US$ 1.639 millones, lo cual genera una balanza comercial favorable al país norteño de US$ 187 millones.

En el mismo año, Uruguay exportó US$ 501 millones a Argentina e importó US$ 1.418 millones. Ello significa que la balanza comercial es de menos US$ 916 millones, señala el Instituto Uruguay XXI.

 
Argentina
 
Pese a las afinidades ideológicas y personales entre Mujica y Cristina Fernández, Argentina trancó a Uruguay en varios frentes.
 
Por negativa argentina hace dos años que está trabada la construcción de dos muelles en el puerto de Nueva Palmira porque este compite con las terminales del país vecino.
 
En tanto, Argentina tiene congelado el dragado del río Uruguay y no otorga su anuencia para el dragado del canal Martín García. Además, Argentina no deja que pase la energía paraguaya hacia Uruguay.
 
Uruguay se quejó que en la Hidrovía se mantienen situaciones que lo perjudican en materia de circulación de convoys de barcazas. Argentina ni siquiera ha internalizado el tratado que acordó con los restantes países del bloque.
 
También hay diferencias entre ambos países sobre la instalación de un puerto de aguas profundas en Rocha y el uso de puertos uruguayos para cargas a Brasil. Como contrapartida, Argentina reclama intercambio de información fiscal -muchos argentinos poseen propiedades y dinero en este país-. El gobierno uruguayo no cedió a ese planteo.
 
La crisis ya llegó a la región
 
La decisión de la presidenta Dilma Rousseff de vender US$ 2.750 millones para devaluar el real frente al dólar es una muestra que la crisis financiera mundial arribó a la región.
 
El jueves 22, Dilma se encontraba en Nueva York en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En Brasil el dólar se disparó hasta alcanzar a 1,95 reales.
 
En la plaza brasileña los operadores sintieron reminiscencias de fines de 2008 tras la caída del banco Lehman Brothers. En ese momento el dólar llegó a R$ 2,5. 
 
"Tomen medidas ya", ordenó Rousseff desde Estados Unidos a los integrantes del equipo económico. Con la venta de US$ 2.750 millones, el gobierno norteño frenó la corrida. Ese jueves el dólar cerró a R$ 1,89.
 
La Presidenta brasileña enfrenta un complicado panorama interno. Debe hacer equilibrio entre las presiones de los empresarios norteños que dicen perder competitividad con un "súper real" y quienes están muy endeudados en dólares y temen que su pasivo se haga inmanejable si se devalúa la moneda local.
 
Según consignó el diario Clarín del viernes 23, Rousseff señaló que su gobierno está tranquilo y garantizó que dispone de todas las herramientas "normales" en estos casos para "estabilizar el proceso".

Impacto
 
El expresidente del BID, Enrique Iglesias, dijo a El País de Madrid que los efectos de la crisis mundial arribaron a América Latina.
 
"Más tarde o más temprano los efectos de la crisis están llegando a América Latina. El impacto más fuerte lo estamos viendo en las caídas fuertes de los precios de las materias primas y esto tiene consecuencias fiscales", señaló.
 
Según Iglesias, es inevitable que caiga la inversión extranjera en la región. "En los momentos de crisis las empresas pierden el apetito por las inversiones en el extranjero. Algunas no, porque tienen mercados generosos y amplios, pero otras empresas importantes van a ser mucho más cautas y sobre todo más efectivas en cuanto a la inversión", explicó.

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